Este sábado, falleció a los 61 años en su casa la escritora Almudena Grandes, la gran voz literaria de España, a causa de un tumor maligno que le detectaron en 2020, según confirmó la editorial Tusquets y que publica la obra de la escritora. La sorpresa, el dolor, la orfandad de los lectores y todo lo que se desató con su muerte inundó las redes sociales de palabras de muchísima tristeza.
Nacida en Madrid, en 1960, Almudena Grandes fue una de las escritoras más relevantes de las últimas generaciones, siendo ganadora del Premio Nacional de Narrativa en 2018. Los primeros pasos en el oficio los dio escribiendo textos para enciclopedias. Desde la adolescencia mostró un apetito extremo por la literatura. Lo mantuvo durante 40 años de novelas, de cuentos, de artículos en el diario El País.
Como narradora, Almudena Grandes se dio a conocer en 1989 con su novela "Las edades de Lulú" , novela ganadora del XI Premio La Sonrisa Vertical. Desde ese momento, las buenas críticas y el amor de los lectores no dejaron de acompañarla. Sus novelas "Te llamaré Viernes" , "Atlas de geografía humana" , "Los aires difíciles" , "El corazón helado" y "Los besos en el pan" , junto con los volúmenes de cuentos "Modelos de mujer" y "Estaciones de paso" , la llevaron a ser uno de los nombres de mayor proyección internacional de la literatura española contemporánea de nuestro tiempo.
Algunas de sus ficciones fueron llevadas al cine, y han merecido, entre otros, el Premio de la Fundación Lara, el Premio de los Libreros de Madrid y el de los de Sevilla, el Rapallo Carige y el Prix Méditerranée. Sensibilizada con la memoria histórica, Grandes comenzó en 2010 uno de los proyectos literarios más ambiciosos de la narrativa en español contemporánea: los "Episodios de una guerra interminable" , una saga de seis novelas que atravesaban lo peor de la historia del siglo XX.
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Tras su muerte, póstuma saldrá la última novela de la saga, "Mariano en el Bidasoa" , que dejó terminada y que fija el argumento en 1964. “Mis lectores y lectoras, que me conocen bien, saben que son muy importantes para mí. Siempre que me preguntan por ellos respondo lo mismo, que son mi libertad, porque gracias a su apoyo puedo escribir los libros que quiero escribir yo, y no los que los demás esperan que escriba. También saben que la escritura es mi vida, y nunca lo ha sido tanto, ni tan intensamente como ahora. Durante todo este proceso he estado escribiendo una novela que me ha mantenido entera, y ha trazado un propósito para el futuro que me ha ayudado tanto como mi tratamiento. Ahora necesito devolverle todo lo que me ha dado, encerrarme con ella, mimarla, terminarla, corregirla. Por eso voy a seguir desaparecida una buena temporada, y no devolveré mensajes, no contestaré llamadas, no daré noticias. Imagino que muchas personas lo comprenderán. Supongo que otras quizás no lo hagan, pero confío en que respeten mi decisión. Hasta que vuelva, aunque sólo sea para mirar frente a frente el cielo de Madrid una vez más, antes de volver a esconderme”, escribió en la misma columna en la que contaba su enfermedad.