Falleció el maestro Michi Sarmiento, "el folclorista mayor"

En la mañana de este viernes 26 de noviembre, falleció a los 83 años el legendario arreglista y compositor Michi Sarmiento, tras padecer varios quebrantos de salud desde hace varios meses. El músico había sido trasladado en octubre al Hospital Universitario del Caribe para recibir atención médica de un gastroenterólogo tras referir intenso dolor abdominal e inflamación en el estómago.

Michi fue heredero de una dinastía musical que inició su padre, el saxofonista y clarinetista Clímaco Sarmiento, oriundo de Soplaviento, Bolívar. Nacido en 1938, Michi, fue una especie de niño prodigio de los músicos, comenzó a tocar en los cabarets y casinos de Cartagena a fines de los años cincuenta. Para 1967 formó su Combo Bravo, una banda formada por dos trompetas, Michi en saxo tenor y clarinete, guitarra y piano, bajo eléctrico, tumbadora, timbales y un joven Joe Arroyo en la voz. La banda comenzó a tocar junto a Toño y su Combo, Los Seven del Swing y Puerto Rico y su Combo.

Junto con contagiosos porros y cumbias de baile, Michi y sus Bravos se especializaban en ruidosos guaguancós, descargas y versiones calientes de los primeros éxitos de la salsa y el boogaloo. Los discos de Michi en Discos Fuentes, brillantemente producidos y grabados por Mario "Pachanga" Rincón, estaban llenos de quemadores de pista de baile de ritmo rápido con bajos bombeantes así como algunos montunos insistentes, solos de saxo y percusión metálica que resultaba inquietante.

En 1962, Michi se hizo cofundador de Los Corraleros de Majagual, la legendaria agrupación de la que hicieron parte grandes estrellas como Alfredo Gutiérrez, Luis Pérez, Eliseo Herrera, Chico Cervantes, Enrique Bonfante Castilla y Calixto Ochoa. Sarmiento compuso algunas canciones en ritmo de cumbia, porro y fandango como "Antonia", "Llora niña", "El tigre de manatí", "Purificación", "Salsa con monte", "Santa Marta", "Linda mañana", "El arroyo de Matuya", "San Patricio" y "No te vayas". Entre sus arreglos más memorables para la historia de la salsa en Colombia está "Rebelión", de 1986.

Además, en la literatura colombiana, Michi fue inmortalizado en la novela "El patio de los vientos perdidos" del escritor cartagenero Roberto Burgos Cantor, publicada en 1984. En la novela, el salsero aparece convertido en el saxofonista que animaba las noches en el cabaret de Germania Cochero.