El nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa estuvo en México para la presentación de la serie sobre su vida “Una vida en palabras”, en la que conversa con su hijo Álvaro sobre su vida, obra y trayectoria política, con un afán de unificar todas sus dimensiones en una sola y contar “la verdad”.
“Cuando Álvaro (Vargas Llosa) me propuso este proyecto conversamos largo sobre las características que tendría y nos pusimos rápidamente de acuerdo en que ahí debería aparecer la verdad. Aunque nos perjudicara había que decir las cosas como habían pasado, y al mismo tiempo no exagerar”, dijo.
La serie, que es una producción del Centro Ricardo B. Salinas Pliego, se adentrará a través de 10 capítulos en la vida del autor guiándose por las preguntas de su hijo, periodista y escritor, quien desde que se concibió el proyecto insistió en la necesidad de “no mutilar” la persona que es su padre. “La gente que se pasa la vida mutilándolo. Yo recuerdo haberlo oído muchas veces decir ‘la persona que quiera acercarse a mí tiene que acercarse a la totalidad de la persona que yo soy'”, relató Álvaro.
Por esto, consideró que la serie debería abarcar al mismo tiempo su dimensión literaria, política y personal para que “el televidente pasará de una cosa a la otra casi sin darse cuenta”.
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También por esto las conversaciones paterno filiales tienen lugar en escenarios relevantes de la trayectoria de Vargas Llosa como las ciudades de París, Londres, Arequipa o Guadalajara y según reveló el periodista Sergio Sarmiento, productor ejecutivo, durante la presentación de la serie que se estrenará el próximo sábado, se tratarán temas como la evolución de escritor comunista al “referente del liberalismo”. Sobre esto, Vargas Llosa detalló en la conferencia su recorrido político desde que de joven se adentró en círculos comunistas hasta que tomó distancia del régimen de Castro, después de haber formado parte de un comité de escritores extranjeros que apoyaban la revolución cubana.
“Me fui dando cuenta que las cosas no eran tan bellas como parecían. Por ejemplo, cada vez había más signos de autoritarismo”, explicó y contó que todo esto se tratará en la serie, al igual que, entre muchos otros temas, las diferencias de muchos escritores latinoamericanos con el régimen cubano. Todo esto, dijo, aplicando siempre la idea de reflejar “una verdad que no está presentada de manera escandalosa, sino tal cual fue” y tratando de aunar sus intereses políticos y literarios.
Preguntado por los problemas actuales de América Latina, Vargas Llosa dio cuenta una vez más de sus ideas liberales y dijo que “en el campo político hay un solo modelo de desarrollo” que está vinculado “a la libertad, a la diversidad, a la libertad de opinión” y no hay otros modelos que puedan funcionar. Con esto, criticó el pensamiento “de algunos” que consideran que la revolución puede resolver los problemas de la América Latina actual “como si los ejemplos de Venezuela o Cuba no fueran suficientes”, expresó, refiriéndose a los Gobiernos de Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel.
Padre e hijo estuvieron de acuerdo en que la creación de la serie fue posible gracias a su cercana relación, a la vez que el hecho de haber trabajado juntos en el proyecto. “Yo estaba convencido de que no me contaría nada nuevo y de hecho ese no era el objetivo, pero yo diría que sí, que en los momentos de mucha intensidad aprendí muchas cosas de él”, dijo Álvaro.