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El músico de la semana: Tōru Takemitsu

El invitado de esta nueva edición de El músico de la semana será Tōru Takemitsu, el compositor más conocido en la historia de la música japonesa contemporánea, quien nació en Tokio el 8 de octubre de 1930. Le contamos detalles acerca de su vida y obra.

Tōru Takemitsu
Tōru Takemitsu nació el 8 de octubre de 1930 en Tokio, Japón.
Primera página.

El desarrollo musical de Tōru Takemitsu pasó por dos fases. En la primera, estuvo marcado por sus esfuerzos por identificarse con la música de su país. En la segunda se caracterizó por su uso y aceptación de ideas culturales e instrumentos japoneses, junto con el conocimiento de las formas occidentales, buscando un arte personal, integrador más que sintético, susceptible de iluminar la condición humana. Manifestó repetidamente el temor de que las culturas que no se unan a lo nuevo se osifiquen y, en última instancia, mueran.

Hoy presentaremos algunos aspectos biográficos de su vida y algunas frases que reflejan su pensamiento.

Esto fue lo que dijo acerca de los sonidos en alguna ocasión: "Un sonido es, sin duda, algo vivo. Es como la naturaleza, que no tiene individualidad. Igual que las transformaciones de viento y agua son complejas, un sonido se hace rico o incluso pobre. Eso depende de cómo nuestras sensibilidades acepten el sonido. Nosotros los compositores no deberíamos asumir una actitud arrogante frente al sonido, porque escribimos música en colaboración con sonidos. Lo que importa es cómo podemos hacer realmente natural el acto artificial de escribir música."

Tōru Takemitsu nació el 8 de octubre de 1930, estudió de manera intermitente por algunos años con Yasuji Kiyose, un alumno de Alexander Tcherepnin, pero fue sobretodo autodidacto, lo que en cierta medida le ayudó a encontrar un estilo muy individual.

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Una interpretación de su pieza para piano Tutatsu no rento en un ciclo de música contemporánea en 1950 llamó la atención del compositor Jogi Yuasa y del director Kazuyoshi Akiyama, con quienes fundó el grupo Jikken Kobo para colaborar en medios mixtos combinando idiomas tradicionales japoneses con técnicas modernas. Con dicho grupo estrenó en Japón obras de Messiaen, Bartok, Satie, Milhaud, Copland, Bernstein y Barber.

Dice Takemitsu acerca de sus obras:"Mi música está muy influida por la tradición japonesa, especialmente el jardín japonés, en color, espacio y forma. Al mismo tiempo está muy influida por Messiaen, Debussy y Schönberg -quizá más que por el jardín japonés- ... Cuando uso instrumentos japoneses, la gente dice: «¡Oh, muy japonés!». Algunas veces es muy duro para mí. En esos casos me gusta hacer otras cosas. Amo escribir mi propia música, y la música debería ser muy poderosa”.

El hecho de que Tōru Takemitsu fuera autodidacto le permitió evitar conflictos entre él y el establishment musical académico de las universidades japonesas, que estaba orientado estrictamente a los métodos de composición europeos, y excluía todo tipo de creación musical moderna. Y aunque la pasión de Takemitsu por la poesía le condujo crecientemente a otorgar títulos poéticos a sus obras, tales títulos no deben ser entendidos de manera programática, ya que hay una relación más sutil y matemática con la música. Su actitud receptiva hacia otra música, desde el jazz y la chanson a melodías populares, también influyó su trabajo como compositor de cine, otro medio que le apasionaba.

Si la música instrumental del primer periodo de Tōru Takemitsu estuvo marcada por una intensidad ricamente disonante, así como por la influencia de Schöenberg y Berg, el estilo francés, especialmente de Debussy y de Messiaen, mantendría y reafirmaría su presencia hasta sus últimas creaciones.

El carácter de su música se fue haciendo más sensible y suave, a veces romántico, dando vida al típico sonido Takemitsu. Obras típicas son el concierto para guitarra To the Edge of Dream, inspirado por el pintor surrealista belga Paul Delvaux, o Vers l’arc-en-ciel Palma, compuesta en homenaje al pintor Joan Miró fallecido en 1983, o Toward the Sea para flauta y guitarra.

La siguiente frase refleja el pensamiento de Taketmitsu con respecto a la tolerancia de las tradiciones culturales:"Es natural que tratemos de admirar y proteger la cultura única que ha desarrollado nuestro pueblo. Así que también deberíamos tener comprensión y admiración por otras culturas. Lo que más necesitamos son ojos con los que podamos ver cada cultura o tradición desde un punto de vista relativo. Y deberíamos estar orgullosos de que cada estilo de vida pueda cambiar de alguna forma el destino de este planeta."

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La música popular y el cine fueron dos intereses permanentes de Takemitsu. Para guitarra transcribió una serie de canciones populares, entre ellas varias para The Beatles, por quienes sintió gran admiración, mientras que en el cine produjo 93 partituras entre 1956 y 1996.

Fue solicitado por algunos de los más respetados directores japoneses, Kurosawa, Teshigahara, Imamura, Shinoda y Oshima, para complementar sus imágenes e historias con música evocativa.

Muchas de las composiciones orquestales de Tōru Takemitsu llevan instrumentos concertantes sean solos o en grupo. Así Quatrain, una obra en un solo movimiento, encargo de la emisora FM de Tokio incluye un cuarteto de clarinete, violín, violoncello y piano sobre el fondo de una gran orquesta. El título se refiere al carácter cuatripartito de la obra: cuatro solistas, las secciones construidas sobre grupos de cuatro compases y la naturaleza de sus intervalos generadores. En una atmósfera ensoñadora e impresionista, la música se desenvuelve de manera mesurada y poética.

No se pierda una selección de obras maravillosas de Tōru Takemitsu en la nueva edición de El músico de la semana, el lunes 9 de octubre a las 3:00 p.m. por nuestra señal en vivo.

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