
Esta medianoche, la HJCK dejará de sonar en el aire. Después de décadas acompañando los días —y las noches— de quienes encontraron en esta emisora un refugio de palabras, ideas y música, cerramos este capítulo con gratitud y con la certeza de que el espíritu de la HJCK sigue vivo.
Nos despedimos, pero gran parte del archivo que construimos entre todos: más de 30.0000 registros de voces fundamentales de la cultura, conversaciones que atraviesan el siglo y dejan huella, están disponibles en plataformas de audio como Spotify. Ese legado permanece, disponible para escucharse una y otra vez, como quien regresa a una biblioteca en busca de sentido.
Gracias a quienes nos escucharon con devoción, a quienes crecieron con nuestras entrevistas, nuestros conciertos, nuestras pausas. Gracias por hacer de la HJCK algo más que una emisora: un espacio de pensamiento, una casa común de la palabra.
Los inicios de las historias siempre son reconocidos, los nuestros en los nombres de Gloria Valencia de Castaño, Álvaro Castaño, Gonzalo Rueda Caro, Álvaro Mutis, Gabriel García Márquez, María Mercedes Carranza, entre otros. Sin embargo, esta historia no hubiera llegado hasta acá sin el trabajo de Luis Guillermo Aza: la voz y memoria de la HJCK, nuestro jefe de archivo; Alejandro Rodríguez Salinas: productor y manos detrás de los cientos de podcast producidos en nuestra casa, Luis Alfonso Guaneme: nuestro locutor, María Alejandra Ríos: periodista, presentadora y conocedora del mundo pop, Laura Alejandra Moreno: periodista, cronista y futbolera y Camila Builes: quien escribe estas palabras y fue la directora de la marca durante estos últimos seis años.
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Seguiremos aquí, en la memoria sonora de Colombia, habitando el silencio con dignidad.
Hasta luego, nos vamos felices con la certeza de que todos los finales también son puentes y estamos convencidos de que nos encontraremos al otro lado.
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HJCK, una emisora para la inmensa minoría.