La escritora, filosofa e historiadora Carmen Restrepo publicó con la editorial Penguin Random House, la novela Pregúntale a la luna tras la novela juvenil Alexa Neri y la amenaza de Las Sombras (2013) y el libro infantil Las vacas comen espaguetis (1989) coescrito junto a su hermana Laura Restrepo . En ella aparece Rosa, una asistente de vestuario en un programa de variedades en los inicios de la televisión, quién terminará convertida en la estrella Madame Rosicler gracias a su capacidad para leer el destino a través del tarot, se verá envuelta como parte fundamental para resolver un crimen atroz junto a su incondicional amiga Charito y el singular detective Palacios.
La novela, creada con un lenguaje simple y ameno para los lectores, sin la necesidad de ubicarnos en un lugar determinado, se encarga de tejer mediante una red de dichos y refranes que delimitan los capítulos, una historia que mezcla la búsqueda constante de la suerte, la complicidad de aquellos que se reflejan como iguales y la pulsión de la esperanza como un sentimiento perpetuo capaz de surgir y mantenerse ante la adversidad del destino a partir de personajes tan cotidianos que se convierten rápidamente en inolvidables por ese factor genuino con el que actúan, atravesando temas como la amistad, los secretos y los elementos que han hecho parte de la cultura popular.
Para leer:
Carmen, me gustaría que empezáramos hablando sobre la génesis de la novela. En tu obra en general tenemos “Las vacas comen espaguetis” y “Alexa Neri y la amenaza de las sombras”, un libro infantil y novela juvenil. Sin embargo, acá nos adentramos en la novela policíaca que por supuesto está dirigida a otro tipo de público. ¿Cómo surge “Pregúntale a la Luna”?
Yo me imagino que también un poco por eso, para ir cambiando de edad, pero también porque siempre me han llamado la atención las novelas y series policiacas, las películas de cine negro y llevaba tiempo pensando, dándole vueltas cómo podría uno cranearse personajes novedosos, distintos, más situados en nuestro ambiente que no necesariamente fuesen colombianas, pero sí, de unos personajes que pueden ser peruanos, ecuatorianos, mexicanos, cercanos a nosotros.
Yo hago mapas con los personajes: los recortó, les pongo cosas, quiero primero imaginarme como son antes de escribirlos
Con la idea de una novela de estas características, ¿Cómo fue el proceso de escritura? Entendiendo que fue un proceso en medio de una pandemia que te tomó cerca de dos años.
Lo explicaba el otro día, yo hago mapas con los personajes: los recortó, les pongo cosas, quiero primero imaginarme como son antes de escribirlos. Pienso que ese encierro de la pandemia en donde uno estaba tanto tiempo solo, pues me daba también tiempo como para concentrarme en esas cosas, para que funcionen las escenas, porque a veces escribes una cosa, pasa la noche y dices este personaje no podía estar aquí de ninguna manera, porque en esta clase de novelas todo te tiene que cuadrar, porque si no por ahí resultó que mataste mucho antes de tiempo al que se tenía que morir después y el asesino aparece en otra parte entonces, yo me imagino que ese tiempo en que uno andaba solo y encerrado me servía mucho para poder imaginar.
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La novela está articulada a partir de elementos que hacen parte si se quiere de algún modo de lo popular: la televisión, los dichos, refranes y fragmentos de boleros y tangos que demarcan los títulos de los capítulos y por supuesto el tarot. ¿Por qué elegiste estos elementos para narrar la historia?
Creo que porque son cosas cercanas a nosotros. Fíjate la televisión, está en el corazón de todos nosotros. No ha pasado de moda nunca y es un elemento importantísimo en todas las familias, por ejemplo fíjate en el que se va a vivir solo, lo primero que compra es su televisión. Además claro, es el elemento central en la novela, porque todo sucede a partir de la llegada de la televisión; eso era magia, imagínate ahí un objeto que te parabas enfrente y transmitía unas imágenes de cosas que estaban sucediendo en otros lugares del mundo en vivo, pues era una maravilla.
En cuánto a las canciones y los refranes, también los escogí porque son totalmente de nuestra cultura. Escogí letras de tangos, pedacitos de letras o refranes porque ¿a quien no lo criaron a punto de estas frases? Y el tarot porque también somos mágicos, llenos de agüeros y de cosas y el tarot además siempre me había gustado desde jovencita.
En particular quería preguntarte por la televisión no solo como elemento que articula la atmosfera de la historia, sino que siento que hay una influencia en la estructura narrativa de la novela además de una clara influencia visual. ¿Lo pensaste de esta manera o fue un proceso más bien casual?
Fíjate que yo creo que sí es muy visual. Eso me gusta mucho, eso que te digo de armar los personajes en mi cabeza. Eso lo tengo muy claro y además, los diálogos también son dinámicos como sucedería también en la televisión. Hay también elementos que me son de telenovela, que también está muy ligada a nosotros con temas como el amor perdido por una persona, el malo que es malísimo, los buenos que luchan contra el mal, etc.
Los personajes y la construcción de su particularidad
En Pregúntale a la luna hay una pulsión entre los personajes más allá de sus relaciones. Existe una construcción a partir de ellos que los hace destacar (y competir) sobre su singularidad mediante características especiales (ya sea con enfermedades o algún tipo de talento) que finalmente se convierte en una tensión a ver cuál logra cautivar más al lector. Sin embargo, es precisamente en estas particularidades, que recae la fortaleza narrativa de la novela, más allá del misterio.
Algo que llama la atención en los personajes sin duda en su construcción es la capacidad de hacernos sentir cercanos a ellos, de conectar por llamarlo de algún modo, aunque la historia suceda en un lugar indeterminado ¿Cómo fue ese proceso de encontrar y construir a los protagonistas que además tienen características tan puntuales como la asepsia, el don de la adivinanza y hasta el enanismo?
Eso que tú estás diciendo es exactamente. Los personajes son esa gente que uno ve por la calle, la gente que que pasa todo el día por tu lado y que no le prestas atención. Son muy cercanos a uno porque además todos llenos de enfermedades, de manías, son personajes que que su vida no son exitosos, tanto así que si tú los pusieras a tratar de sobrevivir solos en la sociedad ni lo logran: una enanita, una giganta, un policía que se muere del asco con la sangre o el otro que se queda dormido o el otro que es del tamaño de un luchador pues es gente que sola no sobreviviría porque no tendría ningún éxito. El éxito de ellos es que lo encuentran como una manera de encajar unos en los otros y de apoyarse y hacer una familia. Yo sí quería que fueran cercanos, que uno se reconociera en esos personajes como en un espejo.
Siguiendo el interés por los personajes, me llama la noción de los opuestos que hacen parte de un todo, como sucede entre las protagonistas, Rosa y Charito. No tanto como el bien o mal, si no como un complemento. Además, con ciertos paralelos entre sus vidas. ¿A qué se debe esto?
Rosa y Charito son como dos caras de la misma moneda, no podría haber Rosa sin Charito y Charito sin Rosa, siendo totalmente distintas que es lo que tú dices con unas personalidades totalmente distintas porque Charito pues se lleva la vida por delante para ella todo es felicidad todo es risa, la otra en cambio es toda llena de problemas y como dicen para cada solución un problema y sin embargo, pues fíjate que no puede vivir la una sin la otra y siempre que se meten en esas peleas tan horribles, siguen la vida.
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Quisiera que tocáramos una vez más los refranes. Para ti, como autora, ¿Hay algún refrán que resuma “Pregúntale a la luna” entendiendo que se trata de la noción del amor, lo colectivo y la esperanza ?
Todo eso que estás diciendo es exactamente lo que es la novela. Yo creo que es la fe y eso me da mucha ilusión porque de eso se trata. De a pesar de que hay un crimen espantoso y eventos muy horribles, siempre está presente la bondad, el amor, la esperanza de lo pequeño, eso es como un refrán, aunque no se me ocurre uno en particular, es eso, la esperanza de las cosas chiquitas, la esperanza de las que cosas que uno ve insignificantes a lo que tú dices, su valor en lo colectivo, el valor de las cosas que se trabajan entre varios, eso es la esencia de la novela.
Por último, en la novela policial siempre hay una oportunidad de recurrir a algunos personajes que fueron protagonistas. ¿"Pregúntale a la Luna" es el inicio de algo de este tipo o no se ha cruzado aún por tu mente esta idea?
Yo sí quisiera mucho poder hacer otras aventuras de ellas dos y pienso que los tres personajes como que podrían hacerlo y de hecho ya estoy trabajando en una nueva aventura de este par de locas...
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