Venecia celebra 1600 años de su fundación con una importante exposición en el Palacio Ducal, en la que repasa su rica historia marcada por la resiliencia, esa capacidad de superar pestes, incendios, invasiones e inundaciones, un reto más que actual.
Fundada en el año 421 d.C. cuando tres cónsules de Padua fueron enviados a la laguna Véneta para buscar un emplazamiento seguro para un puerto comercial, la ciudad de Marco Polo ha sido retratada a lo largo de su historia como una mujer hermosa con un león domesticado que reina entre la tierra y el mar y que nunca fue violada, una leyenda que los venecianos se empeñan en seguir conservando.
La exposición, que se abre con un imponente mapa de la ciudad realizado en el año 1.500, se extiende por 12 salas de la inmensa morada de los dogos, para ilustrar su pasado con obras de Tiziano, Veronese, Canaletto, Tiepolo, que además describen incendios, batallas, festividades y glorias. La resiliencia ha marcado su historia, por lo que la exposición, con 250 piezas, entre pinturas y objetos, no se detiene a un glorioso pasado y también abre un debate sobre la Venecia actual, sobre su futuro, tras dos años marcados por la inundación del 2019 y luego la pandemia de coronavirus.
Plagas y pestes
Sorprende por su actualidad la sala de las pestes y las sofisticadas medidas tomadas contra la llamada "Muerte Negra" entre 1347-48. Leer la copia amarillenta de las medidas impuestas por los médicos de entonces asombra ya que imponían la cuarentena para los asintomáticos y decretaban el aislamiento a los contagiados en una isla específica, aprovechando la particular conformación de la ciudad construida sobre 118 pequeñas islas separadas por canales y unidas por puentes.
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La máscara blanca con un pico largo, emblema por años del célebre carnaval veneciano, era el atuendo del médico de la peste, con forma de pico de ave, llena de perfume con hierbas, mientras la túnica era tratada con cera y aceites para evitar el contagio. Si las varias pestes redujeron en el pasado el número de habitantes, las plagas modernas como el coronavirus amenazan la ciudad.
"Una ciudad sin habitantes no es una ciudad", reconoce Gabriella Belli, directora de la Fundación Museos Cívicos de Venecia, quien ha asistido a todos los fenómenos que en los últimos años la han afectado: desde la explosión del turismo masivo hasta su despoblación por ello y por la pandemia, cuyas fotografías de callejuelas y plazas bizantinas vacías dieron la vuelta al mundo.