Händel nació en Halle, en el Sacro Imperio Romano Germánico, hoy, Alemania el 23 de febrero de 1685. Desde temprana edad empezó a estudiar con varios maestros que potenciaron su talento musical. A los 18 años, se trasladó a Italia, donde se sumergió en la ópera y perfeccionó sus habilidades compositivas.
En 1712 se trasladó a Inglaterra donde pasó gran parte de su vida y se convirtió en un compositor de renombre. Allí creo una de las obras más importantes de su repertorio: “La coronación de la reina” que visible indisoluble relación entre la música y la nobleza en el barroco. Fue escrita en 1727 para la coronación del rey Jorge II de Gran Bretaña y su esposa, la reina Carolina. El coro, “Zadok, the priest” es una pieza emblemática de Händel, basada en el pasaje del Libro de los Reyes, hace referencia al sacerdote Zadok, que desempeñó un papel importante en la coronación del rey Salom. En 1992, se convirtió en el himno de UEFA Champion League, gracias al arreglo de Tony Britten.
La emotividad de Händel en Lars Von Trier
Publicidad
Existe un común denominador entre Händel y Lars Von Trier, las pasiones. Las obras del compositor como del cineasta, se enmarcan en un halo de sentimientos y emociones de principio a fin. El compositor unió la letra y la musicalidad. Lars Von Trier conjugó la música de Händel con su narrativa visual para agudizar las pasiones en sus espectadores en el “Anticristo” y “Nymphomaniac”.
La obra de Händel fue una novedad en el barroco, fusionó la letra y la musicalidad, aplicándola a toda su obra. La distinción más notable de Händel con respecto a sus contemporáneos radicaba en su enfoque en la música de lo cotidiano y terrenal en lugar de considerarla exclusivamente como un medio para conectar con lo divino, como Johan Sebastian Bach. Mientras que Bach concebía la música como una vía para alcanzar a Dios y, por ende, la componía con un enfoque espiritual y prístino, Händel adoptaba un enfoque más terrenal y mundano. Su música reflejaba las emociones y experiencias humanas en la vida cotidiana, lo que le permitía explorar una amplia gama de emociones y situaciones a través de sus composiciones. Händel compuso sobre lo cotidiano de la religión. Su aria más famosa “ Lascia ch’io pianga” abrió las puertas a los comienzos de la ópera pagana.
“Deja que llore mi cruel suerte, y que suspire por la libertad; y que suspire… y que suspire… por la libertad. Que el dolor quiebre estas cadenas de mis martirios sólo por piedad; de mis martirios sólo por piedad.”
En 1995 Lars Von Trier junto a Thomas Vinterberg presentaron en el Festival de Cannes el “Manifiesto de Dogma 95”, un movimiento cinematográfico controversial fundamentado en centrarse en la esencia del cine y en la narración pura, eliminando los artificios y las convenciones tradicionales de la producción cinematográfica. La segunda película y la más popular de este género “Los Idiotas” (1998), se caracterizó por su estilo provocador y su enfoque en temas controversiales. La controversia a través de las pasiones y el indagar sobre la condición humana son transversales en la obra cinematográfica de Von Trier.
El aria “ Lascia ch’io pianga” fue empleada por Von Trier en dos de sus películas, El Anticristo y Nymphomaniac . Las dos películas expresan el triunfo del pecado y la muerte. Están llenas de simbolismo y referencias culturales desde la música clásica hasta la literatura y la religión. Estos elementos se utilizan para enriquecer la narrativa y proporcionar una profundidad adicional a las historias.
" Anticristo " (2009) aborda temas profundos y perturbadores, como la culpa, la sexualidad, la violencia y la locura. La película utiliza simbolismo visual y metáforas para explorar estos temas, lo que la convierte en una obra abierta a interpretaciones múltiples. Von Trier emplea esta aria como un leitmotiv, acompañar el triunfo de la muerte, el detonante del viaje en la mentalidad y pasiones de los protagonistas.
Publicidad
“Nymphomaniac " (2013), La película es conocida por su enfoque audaz y provocador en la exploración de la sexualidad y las relaciones humanas. Examina la diferencia entre el deseo sexual natural y una compulsión sexual patológica. También plantea preguntas sobre la moralidad, la vergüenza y el autocontrol. Aquí el aria “Deja que llore mi cruel suerte, y que suspire por la libertad; y que suspire… y que suspire… por la libertad. / Que el dolor quiebre estas cadenas de mis martirios sólo por piedad; de mis martirios sólo por piedad.” Sirve de Leitmotiv para la protagonista.
Publicidad
No olvide sintonizar la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar