El libreto fue escrito por Felice Romania partir de la obra Lucrezia Borgia de Victor Hugo, quien se basó en la leyenda de Lucrezia Borgia, la hija de Rodrigo Borgia, el poderoso renacentista valenciano que más tarde se convirtió en el papa Alejandro VI.
La ópera Lucrezia Borgia, con música de Gaetano Donizetti se representó por primera vez hace 190 años, el 26 de diciembre de 1833 en La Scala de Milán.
La versión que ofrecemos hoy en HJCK.com cuenta con el siguiente reparto: Lucrezia Borgia, duquesa de Ferrara por Montserrat Caballé, Don Alfonso, duque de Ferrara por Ezio Flagello, Gennaro, hijo de Lucrezia por Alfredo Kraus, Maffio Orsini por Shirley Verrett, Rustighello, al servicio de Don Alfonso por Giuseppe Baratti, Astolfo, al servicio de Lucrecia por Robert El Hage y Jeppo Lierotto, joven noble al servicio de la República por Franco Ricciardi.
Acompañados del Coro y Orquesta del sello discográfico estadounidense RCA Victor, con sede en Italia, bajo la dirección de Jonel Perlea.
Publicidad
El argumento de Lucrezia Borgia no puede llamarse placentero, pues abunda en horrores espeluznantes. Lucrezia Borgia era una figura famosa de una familia patriciana (término procede del latín pater en referencia a los fundadores, es decir, a los primeros padres de Roma), Los Borgias, célebres por sus diabólicos triunfos como envenenadores.
Lucrezia Borgia se casa en segundas nupcias con don Alfonso, duque de Ferrara. De su primer matrimonio tuvo un hijo llamado Gennaro, cuya existencia el Duque ignora. El niño en su nacimiento fue puesto al cuidado de un pescador, que lo educó como su propio hijo.
Lucrezia, que a pesar de sus instintos criminales siente aún anhelos maternales hacia su hijo, se dirige disfrazada a Venecia con el fin de ver una vez más al fruto de su primer matrimonio.
Lo encuentra en compañía de unos jóvenes despreocupados venecianos. Lucrezia los vigila, y poco después Gennaro, cansado de la jovialidad de sus compañeros, se retira a una galería donde desea descansar, y a poco se queda dormido en un banco. Lucrezia, aprovechando esta oportunidad, se acerca a Gennaro, y contemplando la hermosura de su hijo, se olvida de todo excepto de que es madre.
Estampa un beso en la mejilla del joven, y se dispone a marcharse cuando Gennaro se despierta y le pregunta quién es. Poco a poco la conversación gira en torno de la madre de Gennaro, a quien dice el joven que nunca ha visto. Sintiéndose atraído por la dama desconocida, le cuenta su pasado.
Lucrezia se despide de él, y está a punto de salir cuando aparece Orsini, que la reconoce en seguida, y después de relatar brutalmente uno por uno todos sus crímenes, cuenta al atónito Gennaro que la dama que está presente es Lucrezia Borgia. Todos se apartan de ella, y Lucrezia se desmaya.
Publicidad
Más tarde Gennaro demuestra su odio y desprecio hacia los Borgia, arrancando el escudo de armas que adorna la puerta del palacio de Lucrezia, lo cual da lugar a que el Duque ordene su detención.
Lucrezia, ignorando quien ha sido el que ha profanado su hogar se queja al duque, que promete castigar severamente al culpable.
Manda buscar a Gennaro, y al verlo Lucrezia reconoce en seguida a su hijo. Horrorizada se dirige a su esposo para que perdone por esta vez al joven. Sin embargo, el duque se muestra inflexible y obliga a Lucrezia que ella misma entregue a su propio hijo una copa conteniendo mortal veneno. Ella obedece, pero poco después logra que el joven beba un antídoto con el cual logra salvarse.
Puede escuchar la obra completa el próximo 31 de diciembre en la nueva edición de Canto y Música Coral a las 9:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
Publicidad
Únete a nuestro canal de WhatsApp, toda la información cultural en un solo chat. ¡Te esperamos!