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En Canto y música coral: la Cenicienta de Massenet

Cenicienta es una ópera en cuatro actos, con música del francés Jules Massenet sobre un libreto de Henri Cain, compuesta entre 1894 y 1895, pero estrenada hasta el 24 de mayo de 1899 en la Opéra-Comique de París. Esta es su historia.

Jules Massenet
Fotografía del compositor francés Jules émile Fréderic Massenet (1842 - 1912).

Estrenada el 24 de mayo de 1899 en la Opéra-Comique de París, en el que es considerado el período cumbre del compositor francés Jules Massenet, gracias a la popularidad que le produjo su publicación. Con libreto en original en francés de Henri Cain, fue compuesta entre 1894 y 1895 y basada por supuesto en el cuento universal de hadas de Charles Perrault.

La ópera, se destaca por la presencia del personaje del Príncipe Encantado, ya que es un papel travestido, cantado por una soprano falcon (la soprano falcon es una voz intermedia entre la soprano dramática y la mezzosoprano lírica), según indica el libreto. Además del ingenioso tratamiento de la línea de canto, adaptada al idioma francés, mantiene una atmósfera ligera a lo largo de toda la obra. Los trinos y arpegios de coloratura del Hada Madrina son especialmente mágicos.

El argumento es bien sabido. Lucette (Cenicienta) es una muchacha buena que vive junto a su padre en la mansión de Madame de la Haltière, con quien éste se ha casado en segundas nupcias, aportando ella al matrimonio otras dos hijas, Noémie y Dorothée, tan caprichosas como su madre, que además tiene un genio endemoniado que todos temen, desde los criados a su esposo. A Lucette le asignan las tareas más pesadas de la casa, y en definitiva es una criada más. Un día se recibe el anuncio de que el rey va a dar un baile, para que su hijo, el príncipe, escoja a una de las jóvenes nobles del lugar. La revolución llega a la casa en forma de vestidos, peinados y joyas para hacer de las jóvenes las más bellas de la fiesta, resultando al final las más ridículas. Nadie piensa en Cenicienta que se queda sola ante la pena de su padre.

Cenicienta se resigna a su suerte y cuando se duerme aparece su hada madrina con los espíritus y duendes que la sirven y gracias a sus poderes transforma a Lucette (Cenicienta) en la más bella de las princesas. Le da además unos zapatos de cristal que la hacen irreconocible a todos. Una única advertencia: debe estar de vuelta cuando sea la medianoche.

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En el segundo acto, vemos al príncipe en su palacio. Triste, e inmune a los esfuerzos de todos por animarlo ante la inminente fiesta. El rey llega con sus órdenes de que su hijo elija de una vez a una muchacha para casarse. Todas las invitadas hacen su entrada en palacio, incluida la madrastra de Cenicienta y sus hijas, y todas ellas son rechazadas por el melancólico príncipe.

Llega Cenicienta, que brilla como una estrella en el corazón del joven príncipe, que cae rendido ante ella. Desea saber su nombre, y ella le dice que para él será la desconocida. Las campanas de la medianoche precipitan la marcha de Cenicienta, dejando al príncipe lleno de desolación y dolor. La historia, por supuesto culminará con la idea del amor verdadero triunfando como un destino inexorable. La ópera ha mantenido cierta vigencia que le ha permitido ser representada en varias ocasiones hasta nuestros días.

Podrá escuchar el domingo a las 9:00 p.m. en Canto y música coral esta ópera interpretada por Ann Murray, Wassilio Janulako, Jane Berbie, Marianne Hirsti, Andrea Andonian, Kathryn Gamberni, Dahne Evangelatos, el colombiano Francisco Vergara y la Orquesta de la Ópera del Estado de Colonia bajo la dirección de Hilary Griffiths en nuestra señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.