Geörg Philipp Telemann nació el 14 de marzo de 1681 en Magdeburgo y su catálogo de obras incluye 1043 cantatas religiosas, 46 partituras sobre la Pasión y numerosas óperas. En el terreno instrumental practicó con notable continuidad la suite orquestal conformada por una obertura y una sucesión de movimientos de danza. Se cree que compuso unas 600 suites de las cuales sobreviven unas cien.
Telemann pertenecía a una familia ligada por mucho tiempo a la iglesia luterana. Su padre era clérigo, su madre hija de un clérigo y su hermano mayor también había sido ordenado clérigo.
Geörg habría seguido el mismo camino de no ser por su excepcional habilidad musical. Siendo niño (a los 10 años) mostró un considerable talento, aprendiendo violín, flauta y teclado. Dos años después compone una ópera (Sigismundus) produciendo la consternación de la familia, sobre todo de la madre, quien desaprobaba la carrera musical. En ese momento comenzó su verdadera vocación. Una vocación que lo llevó a fundar años después el Collegium Musicum.
Telemann escribió cantatas desde los veinte años. Sus funciones de maestro de capilla en diferentes iglesias lo llevaron a componer estas obras espirituales destinadas al culto. Escribió así unas mil cuatrocientas cantatas de las cuales les proponemos escuchar Ningún pájaro puede volar tan lejos. Se trata de la cantata N° 44 que forma parte de las setenta y dos que integran El armonioso servicio Divino compuesto en Hamburgo entre 1725 y 1726. La Cantata N° 44 fue escrita para una voz media (mezzo-soprano), flauta traversa y bajo continuo.
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Factores clave para que Geörg Philipp Telemann se convirtiera en el más famoso músico de su época en Alemania fueron su sentido del humor, una personalidad amigable, una tremenda confianza en sí mismo y una productividad increíble desde temprana edad.
Tuvo la buena fortuna de ser admirado y no envidiado por su constante persecución de mejores puestos en las cortes e iglesias. Y aunque tenía el coraje de enfrentar a sus superiores si ellos intervenían con sus planes de organización y publicación, nunca dejó de recibir encargos y cumplirlos en su totalidad. Su sueldo en Hamburgo fue casi tres veces el de Johann Sebastián Bach en Leipzig y ganó dinero extra publicando y vendiendo sus obras a entusiastas de la música.
Como lo anotamos antes Geörg Philipp Telemann, nuestro músico de la semana HJCK, practicó con notable continuidad la suite orquestal conformada por una obertura y una sucesión de movimientos de danza.
Una de estas suites es Las Naciones, en la cual su autor nos presenta algunos de los rincones más exóticos de Europa: los turcos de Oriente (más continentales que asiáticos en esta obra), los moscovitas (con el repique profundo de campanas bellamente reproducido) y los portugueses (con una pomposa zarabanda).
Las doce Fantasías para solo de flauta del compositor alemán Geörg Philipp Telemann pertenecen a las obras favoritas del repertorio de flauta.
Al hablar de Telemann algunos piensan tal vez en una música barroca, un tanto respetable, honrosa y pronosticable. En estas fantasías, sin embargo, nada es menos verdad; son sorprendentes, vivas, caprichosas y tienen mucho sentido del humor. En cuando a su forma, las doce son diferentes. Lenta y rápidamente van alternándose una con otra de manera inesperada.
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Escuche otras selectas de Geörg Philipp Telemann en nuestra nueva edición de El músico de la semana, el lunes 13 de marzo a las 3:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
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