José Asunción Silva: la bala, el corazón, el abismo

José Asunción Silva es recordado como el poeta maldito por su suicidio, su mala suerte y las teorías tras ello. Sin embargo, su escritura es fundamental para estudiar las letras en Colombia, con tan solo 150 poemas en toda su vida Silva trazó un antes y un después en la literatura latinoamericana del siglo XIX.

La poesía de Silva rompió con los cánones de la escritura en su tiempo, el autor jugaba con los ritmos, las palabras y la entonación, aspectos que dieron revuelo en una Santa Fe de Bogotá acostumbrada a lo cotidiano.

De sus obras más famosas son los Nocturnos, poemas que han recorrido el mundo en distintas voces. Lo peculiar de la escritura de Silva fue también la humanidad que reflejaban sus textos, nada pomposo pero escrito de manera hermosa y sumamente natural.

Algo fundamental de su vida es la forma como terminó con ella, se disparó en el corazón con una pistola Smith & Wesson, dicen que la noche anterior había pedido a su médico dibujarle una cruz en el pecho. Silva murió en la pobreza y la profunda tristeza de sentirse sin hogar alguno.

El billete antiguo de cinco mil pesos llevaba la cara del poeta colombiano y un fragmento de este poema Nocturno III , aquí le dejamos la primera parte de la serie.

Nocturno I
A veces, cuando en alta noche tranquila,
sobre las teclas vuela tu mano blanca,
como una mariposa sobre una lila
y al teclado sonoro notas arranca,
cruzando del espacio la negra sombra
filtran por la ventana rayos de luna,
que trazan luces largas sobre la alfombra,
y en alas de las notas a otros lugares,
vuelan mis pensamientos, cruzan los mares,
y en gótico castillo donde en las piedras
musgosas por los siglos, crecen las yedras,
puestos de codos ambos en tu ventana
miramos en las sombras morir el día
y subir de los valles la noche umbría
y soy tu paje rubio, mi castellana,
y cuando en los espacios la noche cierra,
el fuego de tu estancia los muebles dora,
y los dos nos miramos y sonreímos
mientras que el viento afuera suspira y llora!

¡Cómo tendéis las alas, ensueños vanos,
cuando sobre las teclas vuelan sus manos!

Daniel Ángel, autor de Silva y Sepultar tu nombre mencionó en una entrevista para Infobae, “La importancia de José Asunción Silva no solo recae en la belleza de su obra, en la musicalidad de los versos que compuso, en la ruptura con las formas tradicionales de la poesia, sino en algo más profundo, nos demostró que a pesar de tanto sufrimiento, de tantas caídas, de sus innumerables pérdidas familiares y económicas, somos un país que pervive por la belleza, por la búsqueda infatigable del amor”.

La poesía de Silva seguirá viva tras el pasar de los siglos y trascenderá por las generaciones de lectores que lo buscan e indagan en su obra para encontrar, tal vez, la humanidad entre la maldad del mundo.

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