El arte y su historia han sido contados desde la distancia. Gran parte del imaginario colectivo al rededor de la pintura, parte de un sentir de lejanía y exclusividad, como si un objeto o un cuadro fuese valioso solo si hace parte de un recinto particular: los museos, por ejemplo. Con el cambio de las formas de producción y, sin duda, el universo digital, aquello que cabe en lo artístico se ha ampliado y expandido, abriéndose a la posibilidad de habitar otros lugares y ser valioso bajo otras lógicas.
Sin embargo, la reproducción de esas imágenes ha seguido operando bajo la popularidad de los artistas y cuanto más mítico o extraño haya sido el personaje, mayor reconocimiento tienen sus piezas más famosas. Solo por nombrar algunos, Van Gogh, de Da Vinci, Kahlo entran en esa categoría y seguramente, ya exista en su mente un artículo con alguna de sus pinturas como fondo.
Al hacer zoom a esas reproducciones en el caso de artistas colombianos, solo se encuentra vacío. Ante esa ausencia nace Pentimento, una empresa colombiana de rompecabezas de arte colombiano que busca dar a conocer y recordar a los artistas que han marcado la historia del arte en el país. Su objetivo es hacer que los aficionados de los rompecabezas puedan pasar sus tardes reconstruyendo obras hechas por artistas del país.
Pentimento, que por el momento ofrece rompecabezas de 500 piezas, tiene en su catálogo obras como "Los suicidas del Sisga III" de Beatriz González, "El paraíso" de Noé León y "Girasoles" de Fernando Botero. La idea es que a este catálogo se sumen otros nombres en la medida en que el proyecto crezca.
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