La humanidad existe en clave de lo inexplicable y, algunas veces, el asombro proviene de los hombres que crean a los mitos. Pensamos que son los grandes nombres las únicas leyendas y, sin embargo, estamos acá preguntándonos por la figura de un ejecutivo muerto en los años 80. Quizá el misterio sea que no hay nada más tras los relatos de héroes que otros hombres y mujeres que lo hicieron posible.
“Spinning Gold” (Disco de oro), dirigida por Timothy Scott Bogart, cuenta la vida de Neil Bogart, un promotor musical originario de Brooklyn que tuvo la osadía de creer en un motown (ese género creado por la Motown Record Corporation como exploración artística del soul) más libre y menos blanqueado por las disqueras a medida que arrasaba con las listas, en el potencial del blues soul para encarnar el espíritu de la lucha de los derechos civiles, en una banda de rock como Kiss que fue considerada en sus primeros discos más como una experiencia visual que musical fracasando en sus primeros tres álbumes de estudio, en el funk como género imprescindible y fundacional o en lanzar una canción de 17 minutos cantada por una desconocida Donna Summer, plagada de alegorías sexuales en una época donde los sencillos no pasaban de los tres minutos, y mucho menos, la libertad sexual era un tema aprobado por la sociedad para ser explotado artísticamente para las grandes masas.
Protagonizada por Jeremy Jordan (Bonnie & Clyde), Michelle Monaghan (Mission Impossible franchise), Lyndsy Fonseca (Kick-Ass), Dan Fogler (The Walking Dead), Sebastian Maniscalco (The Irishman), Jason Issacs (Harry Potter), Peyton List (Charmed), James Wolk (Mad Men; YouAgain); además de los comediantes Jay Pharoah y Chris Redd, de Saturday Night Live, utiliza recursos teatrales para liberar a la historia de la necesidad de mantener una estructura lineal, permitiendo intervenciones musicales y saltos temporales dentro de la vida de Bogart. Así nos enteramos de su infancia en medio de los suburbios en Brooklyn, sus primeros empleos que fueron desde mánager a protagonista de películas para adultos, hasta cantante que hace parte del relegado grupo de los “one hit wonder” con “Bobby” una canción con la que vencería en las listas a Elvis, también agente de empleos y finalmente manager general de Buddah Records donde conocería a The Isley Brothers que ostenta el récord de ser la banda más longeva del mundo manteniendo su actividad desde 1954 con Roland Isley como líder y la agrupación Gladys Knight & the Pips, con la emperatriz del soul a la cabeza, quién tiempo después se convertiría en la ganadora en siete ocasiones del Grammy.
El recorrido de la historia de Bogart llegará finalmente a 1973 y su aventura con Casablanca Records junto a sus amigos Cecil Holmes, Larry Harris y Buck Reingold entre deudas, incertidumbre y por supuesto, un amor irremediable por la música que lo llevará al borde de sí mismo.
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“Neil Bogart era mi padre, y esta película es mi carta de amor para él y los artistas musicales que ayudó a presentar al mundo (…) Me tomó más de veinte años, pero finalmente puedo contar la historia de cómo se liberó de esos humildes comienzos para definir la música de una generación, y finalmente se convirtió en el visionario al frente de la legendaria Casablanca Records”, ha declarado el director en el evento de estreno de la película. Por supuesto, como todo lo escrito en clave de nostalgia suele tener un halo de exaltación. ¿Pero qué tentación de la memoria no termina así? No obstante, la película sale bien librada. Sin esto solo sería la historia más de un empresario que se hace millonario apostándole a su intuición.
Hay un cuidado especial que no permite el eclipse entre figuras. Si bien Jordan lleva toda la carga narrativa al ser un biopic contado a partir de un monólogo, sería fácil para el espectador quedarse obnubilado ante la aparición de los artistas. Sin embargo, existe un equilibrio que reparte los reflectores en los 137 minutos de filme, encontrándonos a Wiz Khalifa como George Clinton, Jason Derulo como Ron Isley de los Isley Brothers; la nominada al Grammy, Tayla Parx, como Donna Summer; Pink Sweats como Bill Withers, la multipremiada Ledisi, como Gladys Knight y Alex Gaskarth como Peter Criss. Y como invitados especiales Sam Harris como Paul Stanley y Casey Likes como Gene Simmons.
Esta cinta es también una historia que nos muestra que la música es un negocio conformado por muchas más personas que las que vemos arriba de un escenario, sin el ánimo de ser reivindicativa o política. Es una película para ver agitando el pie, llevando el ritmo como una línea demencial de bajo y disfrutando de algunas de las mejores canciones de la historia como Ain't No Sunshine, Beth, Love To Love You Baby, Foosteps in the Dark, Pts 1 & 2, I Was Made For Lovin' You , entre otras, que lo hacen un soundtrack envidiable para cualquier filme.
La película se estrenará en salas del país el próximo 18 de mayo con distribución de Cine Colombia . Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.