"Yo creo que era importante hacer la película 'El Caso Padilla'", dijo su director, el cubano Pavel Giroud, tras la exhibición de la cinta en el Museo del Canal de Panamá en la jornada final del Festival.
"Heberto Padilla es el Galileo Galilei cubano", afirmó el realizador, cuya cinta no figura en la cartelera de la 43ª edición del Festival de Cine de La Habana, que comenzó el jueves.
Giroud aludía al juicio en el siglo XVII contra el célebre astrónomo italiano Galileo Galilei, padre de la ciencia moderna, quien fue obligado a abjurar de sus ideas y condenado por la Santa Inquisición por sus teorías sobre la Tierra. La historia de Padilla (1932-2000) todavía resuena hoy, afirma el cineasta de 49 años, porque la disidencia sigue siendo perseguida en la isla.
El autor del libro "Fuera del juego" acababa de pasar un mes detenido, acusado de actividades subversivas, un encarcelamiento que llevó a intelectuales como Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Mario Vargas Llosa y Julio Cortázar a empezar a cuestionar la ausencia de libertades en la Revolución cubana.
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Ante una audiencia de escritores e intelectuales cubanos, y con un tono cada vez más exaltado, Padilla asume en sus palabras que es un contrarrevolucionario. También declara que los agentes de la seguridad del Estado son más inteligentes que él y termina acusando de complicidad a varios de los colegas presentes, entre ellos su esposa, la también escritora Belkis Cuza Malé.
"Quinquenio gris"
Con el encarcelamiento de Padilla comenzó en Cuba el llamado "quinquenio gris", periodo marcado por la influencia del realismo socialista soviético, con purgas entre artistas e intelectuales que no cumplían los "parámetros" revolucionarios. Algunos escritores sufrieron la misma suerte solo por ser homosexuales.
Vea el tráiler de "El caso Padilla" de Pavel Giroud
Tras su célebre "autocrítica", Padilla fue marginado de la vida cultural y académica, por lo que tuvo que ganarse la vida haciendo traducciones. Por presiones internacionales, pudo marcharse de la isla en 1980 y se estableció en Estados Unidos. Su esposa había partido un año antes.
Giroud se negó a revelar como había conseguido para el documental esas imágenes inéditas de la autocrítica de Padilla. Este registro fílmico en blanco y negro "se hizo para que Fidel Castro lo viera", indicó. "Fue esencial la discreción para realizar esta película, de hecho no pudimos acceder a fondos, la tuvimos que financiar con mi productora", añadió.
Miran para otro lado
El cineasta radicado en España, que ignora si puede volver a la isla ("no quiero ni averiguarlo"), lamentó el "silencio" de intelectuales de izquierda del mundo frente a la "represión" en Cuba.
"La diferencia entre lo que ocurre ahora y lo que ocurrió [en 1971] en Cuba es que en ese momento la vanguardia progresista mundial se enfrentó a Fidel Castro y a la revolución, y hoy día lo que hacen es silencio y mirar para otro lado, olvidándose de lo que le está sucediendo al pueblo cubano", dijo.
Giroud reveló que tardó dos años en hacer "El Caso Padilla", filme que presentó en septiembre en el Festival de San Sebastián en España. Durante ese certamen, el cineasta declaró en una entrevista con la AFP: "Yo mismo ahora voy a Cuba después de hacer esta película y (...) me meten dos semanas en un calabozo (...) y luego me sientan en una silla frente a 50 personas y me dicen: 'O haces una autocrítica o vas a la cárcel'". No olvide conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
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