El sitio de Saqqara - ubicado a 15 kilómetros al sur de El Cairo y de las célebres pirámides de Guiza - forma parte de la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco y es conocido por la pirámide escalonada del faraón Djoser.
Los dos talleres, uno para el embalsamiento de humanos y el otro para el tratamiento de "animales sagrados", datan de la 30ª dinastía y del Período Ptolemaico, es decir, entre 2.400 y 2.000 años atrás, explicó Mostafa Waziri, jefe del Consejo Supremo de Antigüedades.
Los arqueólogos egipcios descubrieron en ambos talleres instrumentos para realizar los embalsamientos, recipientes de tierra y objetos rituales.
Los antiguos egipcios embalsamaban sobre todo gatos y cocodrilos.
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Las autoridades anunciaron en marzo el descubrimiento de más de 2.000 cabezas de carnero embalsamadas, así como momias de ovejas, perros, cabras, vacas, gacelas y mangostas.
También se desvelaron dos tumbas, una del escriba de la quinta dinastía, hace 4.400 años, y la segunda de un sacerdote de la 18ª dinastía, hace 3.400 años. Ambas contienen escenas de la vida cotidiana e inscripciones jeroglíficas, según el Ministerio de Antigüedades.
Egipto anuncia habitualmente descubrimientos arqueológicos, calificados por algunos expertos de maniobras publicitarias con implicaciones políticas y económicas más que científicas.
Este país de 105 millones de habitantes, sumido en una grave crisis económica, cuenta con el sector turístico (que proporciona dos millones de puestos de trabajo y representa más del 10% del PIB) para enderezar sus finanzas.
Su gobierno espera 30 millones de turistas al año de aquí a 2028, frente a los 13 millones de antes de la pandemia de covid-19. Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.