El legendario bajista de la banda ZZ Top, Dusty Hill, falleció este miércoles a los 72 años de edad en su casa en Houston, Texas. La noticia fue confirmada por sus compañeros de banda, Billy Gibbons y Frank Beard a través de las redes sociales."Nos entristece la noticia de hoy que nuestro Compadre, Dusty Hill, falleció mientras dormía en su casa en Houston, TX. Nosotros, junto con legiones de fanáticos de ZZ Top en todo el mundo, extrañaremos su firme presencia, su buena naturaleza y su compromiso duradero de proporcionar ese fondo monumental a los 'Top'. Siempre estaremos conectados a ese "Blues Shuffle in C. Te extrañaremos mucho, amigo", expresaron a través de su fan page oficial.No obstante, aún no está claro si la muerte de Dusty está relacionada de alguna manera con una lesión en la cadera que la banda dijo que tuvo que abordar la semana pasada y que lo obligó a retirarse de una serie de espectáculos que ya tenían programados en EE.UU.ZZ Top abordó este incidente en Facebook hace algunos días, escribiendo "Los miembros de ZZ Top, Billy y Frank, quisieran compartir que Dusty, su intrépido bajista, está en un pequeño desvío de regreso a Texas, para abordar un problema de cadera. Esperan una pronta recuperación y lo tienen de vuelta pronto". Durante la ausencia de Dusty, el bajo fue reemplazado por Elwood Francis.Dusty Hill fue uno de los miembros fundadores originales de ZZ Top en 1969, y siempre se desempeñó como bajista y vocalista principal secundario. Además, es la otra mitad del famoso dúo de hombres barbudos que con gafas de sol, determinaron un absoluto sello distintivo a la banda, junto a Billy Gibbons. La banda, que inicialmente nació bajo las influencias del blues, acabaron por adoptar un sonido de rock más tradicional, con el que se mantuvieron vigentes por más de cuatro décadas.Además de ser incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll, ZZ Top ha sido honrado y reconocido por diferentes organizaciones musicales, especialmente en Texas, su estado natal. También han tenido un gran éxito comercial con varios de sus discos de oro y platino e incluso un disco de diamantes con el icónico álbum "Eliminator" de 1983.No obstante, a pesar de no haber publicado un nuevo álbum desde 2012, ZZ Top, incluido el propio Dusty, se mantuvieron en los escenarios en innumerables ocasiones durante una década.
El pasado fin de semana falleció a los 74 años en el hospital de La Ceja en Medellín, el reconocido gestor cultural Gonzalo Cayo Maya, "Carolo", a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio después de una intervención quirúrgica derivada de una peritonitis. "Carolo", como popularmente se le conocía, estuvo nuevamente en la escena cultural hace algunas semanas, tras celebrarse los cincuenta años del Festival de Ancón, celebrado en junio de 1971 y al que rápidamente se le acuñó como el "Woodstock colombiano".Aunque estudió Economía en la Universidad de Antioquia, Carolo se sintió atraído desde muy joven por la música y por la filosofía del movimiento hippie. En la década de los años sesenta y durante su adolescencia, abrió su propio almacén de ropa en el pasaje Junín Maracaibo, del centro de Medellín, lugar en el que acogió la naciente movida nadaísta en el país junto a Gonzalo Arango, Eduardo Escobar, Jotamario Arbeláez, entre otros.Años más tarde, Carolo se exiliaría con su grupo de amigos en la isla de San Andrés. Allí, nació la idea de hacer un festival de música sin precedentes en el país. "Surgió de una alucinación", respondía siempre que le preguntaban de dónde venía la idea de congregar la movida hippie colombiana en un solo lugar.En total fueron tres días de música y paz que transcurrieron entre el 18 y el 20 de junio de 1971, con la presencia de 15 bandas entre las cuales se encontraban La Columna de Fuego, La Planta, la Banda de Marciano, Terrón de Sueños, La Gran Sociedad del Estado, Hope, Limón y Medio, Los Riders, Galaxia, Stone Free, Johnny Richard y otras agrupaciones pioneras del rock de aquel entonces.
Quizás en la historia de la música popular no exista un riff tan incisivo y memorable como el que se desprende de las primeras notas de Johnny B. Goode, la más célebre referencia musical de una estrepitosa época que envuelta en nostalgias, hoy se niega a desaparecer: La era del rock and roll. Esta época que estuvo marcada por la protesta y el rechazo a la antiséptica música del Tim Pan Alley -música popular norteamericana que se escuchaba en las algodoneras del sur-, tenía la pasión y el ímpetu adolescente, pero no sería auténtica hasta que la figura de Chuck Berry apareciera para que esta adquiriera un lenguaje propio.Con el carácter arrollador que siempre le caracterizó, este músico nacido en Saint Louis en 1926, desarrolló todo un idioma excitante y fresco que bajo los sutiles arreglos y las vibrantes notas del rhythm and blues, concretó un estilo subterráneo que terminó por transformar la puritana sociedad estadounidense de la posguerra y, posteriormente, contagiar al resto del mundo. Eran los años cincuenta y el sonido que brotaba de las notas de su guitarra, parecía venir de otro planeta. Era enérgico, sexual y moderno.Si en el rock and roll, Elvis Presley es el rey y Bo Diddley su arquitecto, Chuck Berry fue su poeta. Pese a no tener el poder seductor de Little Richard, ni el endiablado ritmo de los dedos de Fats Domino en el piano, Chuck se alzó con todo el canon de esta época desde la guitarra eléctrica. Y es que a diferencia de muchos de sus coetáneos, Chuck componía y cantaba sus propias inspiraciones con una voz tan sutil y edulcorada que intentaba emular los colores de la de su ídolo de juventud, Nat King Cole.La definición del rock and roll tiene un antes y un después de Maybellene. Esta grabación hecha el 21 de Mayo de 1955, es considerada el mito fundacional de la revolución musical de Chuck Berry así como la piedra angular para entender toda su obra. Aunque originalmente Maybellene es una adaptación de Ida Red, una popular melodía country, Chuck la grabó para los estudios de Chess Records junto al piano de Johnnie Johnson, las maracas de Jerome Green, el bajo de Jasper Thomas y el bajo de Willie Dixon. Es aquí donde comienza su éxito como músico, como el paradójico artista que al no saber escribir ni leer correctamente una partitura, sin embargo, con su guitarra se comunicó como nadie.Sus composiciones, plagadas de chicas, autos y carreteras, se imprimieron en la música popular a finales de los años cincuenta como finas estampillas sociales llenas de ritmo que nutrieron su universo lírico. Estas letras, que hablaban desde la ruptura clasista en la música en Roll Over Beethoven (1956), hasta la rutina escolar en School Days (1957) y Rock And Roll Music (1957), desde el cuerpo que descubre la pubertad en Sweet Little Sixteen (1958) hasta del día de pago y de los devaneos juveniles en No Particular Place To Go (1964), establecieron rasgos de esa comedia humana que haría parte de esa mitología llamada rock and roll.La picardía propia y los dobles sentidos del Blues acabaron de cocinar junto con Chuck Berry una receta lírica irresistible que alimentaría al rock en su gestación y nacimiento futuro. Siempre acompañado de su célebre duckwalk, que usaría en Nueva York en 1956 para ocultar las arrugas de su pantalón, Chuck encendió la mecha para la fantástica explosión musical del medio siglo siguiente. Y es que seguramente sin Berry, la música hubiera sido menos fantasiosa, más tímida y menos segura de su poder transformador. Los grupos musicales de los sesentas, en América como en Europa, definieron su sonido a partir del riff de su guitarra.En las décadas siguientes y gracias a sus atrevidos y melodiosos riffs, alcanzó la admiración de otras grandes figuras de la música como Bob Dylan, John Lennon, y Bruce Springsteen, una importante referencia compositiva en las letras de George Harrison, AC/DC y Led Zeppelin así como también, la inspiración en las versiones de sus letras que grabarían The Beatles y Rolling Stones en sus inicios, además de decenas de artistas que, hasta nuestros días, aun cuando el mundo llora su triste partida, todavía intentan encontrar un himno tan irrepetible y lleno de futuro pese a que representa una época ya extinta, como Johnny B. Goode. Hoy homenajeemos al auténtico Padre del Rock, ese mismo hombre que vivía peligrosamente, que conoció la cárcel en más de una ocasión… ¡y sobrevivió!
Una nueva película recopilatoria titulada "Bob Dylan: Odds and Ends" ha sido lanzada digitalmente. La película de dos horas incluye material de archivo, clips de corte de documentales anteriores de Dylan y varios otros materiales que cubren toda la carrera del cantautor.Gran parte de la película se centra en los primeros 20 años de Dylan con la disquera Columbia Records, el sello con el que trabajó para la mayoría de sus álbumes, incluidas las entrevistas y los videos de su primer manager, Roy Silver, y uno de sus primeros productores, John Hammond. Aunque algo de material ha circulado en bootlegs durante años, también se pueden ver nuevas imágenes, como un clip de Dylan en París en 1966. Mientras afina su guitarra acústica, el público se impacienta y abuchea. "Verá, mi guitarra eléctrica nunca se desafina", responde sarcásticamente.También se están lanzando digitalmente otras cuatro películas de conciertos de Dylan: "Bob Dylan: Trouble No More - A Musical Film"; "El otro lado del espejo: Bob Dylan en vivo en el Newport Folk Festival 1963-1965"; "Bob Dylan: Celebración del concierto del 30 aniversario"; y "Bob Dylan: MTV Unplugged". Enmascarado y anónimo , la película de 2003 coescrita y protagonista de Dylan, también está disponible para su visualización ahora."Dado nuestro increíble catálogo de contenido premium de algunos de los artistas más emblemáticos de todos los tiempos, tenemos un puñado de proyectos importantes a la vuelta de la esquina que aprovechan las oportunidades que podemos crear de manera única en las empresas de Sony", dijo Tom Mackay, presidente de PYME. El reportero de Hollywood. "Trabajar junto con SPE es una forma emocionante para que nuestros artistas lleguen a sus fanáticos en todo el mundo, y el lanzamiento de Bob Dylan Film Essentials es una excelente manera de comenzar todo eso".Dylan aparecerá en una pantalla diferente el próximo mes: un programa filmado en mayo que se transmitirá en vivo el 18 de julio y marca su primera actuación desde 2019.
Se podría decir que Nevermind es el disco de rock más importante de los años noventa. Sus canciones pop un poco distorsionadas se hacían sentir con la agresividad del punk, pero alcanzaban las cotas intensas del metal. El álbum consolidó inmediatamente a Kurt Cobain como uno de los cantantes más peculiares del rock, capaz de interpretaciones vocales desgarradas pero también como un compositor de una genuina sensibilidad y originalidad.El himno "Smells Like Teen Spirit" alterna unos versos suaves con un estribillo rugiente y un riff asesino. Cobain revelaría años más tarde en una entrevista que intentando plagiar a Pixies, quería componer la canción pop definitiva. "Come As You Are" contiene otro. Las letras de Kurt son contradictorias, burlonas y perturbadoras a la vez. Quizás lo sea con "Territorial Pissings", una desquiciada composición conducida por la enérgica batería de Dave Grohl. Pero el disco además logra impactar a un volumen más bajo: mientras "Polly" es una siniestra melodía acústica sobre una chica secuestrada, "Something In The Way" con el acompañamiento de un lúgubre chelo, evoca un período difícil para Kurt.La portada resulta al mismo tiempo bastante llamativa: el protagonista es el pequeño Spencer Elden que con apenas cinco meses de edad, hizo parte de la épica fotografía de Robert Fisher, el director de arte de la discografía Geffen Records, sello bajo el cual fue lanzado el álbum en 1991. El anzuelo y el dólar fueron superpuestos digitalmente.El éxito arrollador del álbum desbancó a Michael Jackson y su disco "Dangerous" de lo más alto de las listas de Billboard ese año. Kurt se quejaría más adelante de la pulcritud del sonido del álbum, y el grupo se desviaría del camino para equilibrar la balanza de su tercera y última producción, "In Utero", lanzada en septiembre de 1993. Lo cierto es que la sutileza de sus composiciones así como lo estridente de su original sonido, inspiró un sinnúmero de discos durante toda la década.
Se dice que como una epifanía, la música que unió pueblos y anunció las guerras que conquistaron los confines del planeta, se escribió para elevar el alma en ella y expiar las plegarias que los hombres padecieron durante siglos. Desde 1936 y en aquel Strange Fruit que Billie Holiday escupía a una audiencia atónita hasta el legendario concierto de Woostock en 1969. Muchas voces han sido censuradas, arrestadas, golpeadas e incluso, silenciadas. Voces que han sido amordazadas por hacer de la música un canto de libertad.Strange Fruit: cuerpos negros mecidos por la brisa sureñaEscrita por un judío llamado Abel Meeropol, «Strange Fruit» no fue la primera canción protesta, pero sí fue la primera que trasladó un mensaje político explícito al mundo del espectáculo. Sin embargo, no era cosa propia de las masas sino más bien un tema profundamente desolador y áspero. La música, futura, algo sombría, encarnaba el horror descrito. No calentaba la sangre, la helaba. Fue interpretada por Billie Holiday por primera vez en el Café Society en 1936 y hasta entonces, era el único éxito musical que lidiaba abiertamente con la cuestión racial en Norteamérica. «Strange Fruit» demostró que podía ser arte. La Revista Time la consideró la canción del siglo.This land is your land: esta tierra se hizo para ti y para míWoody Guthrie era un narrador nato y la historia que mejor contaba era la suya propia. Era un callejero, polizón y tabernario. Un artista del hambre y la propina. El arquetipo de vagabundo que suelta verdades, duro y huesudo. Un andarín de caminos ardientes, el azote de la hipocresía y la opresión yankee. Inspirado en los versos de Whitman, escribe en un hotel de mala muerte en el invierno de 1940 «This land is your land». Su melodía no es nada dulce, pero hay algo más importante para los que la escuchan: la voluntad de un pueblo para aguantar y luchar contra la opresión. Es el espíritu norteamericano.We Shall Overcome: un ejército cantante es un ejército vencedorEn 1955, las leyes segregacionistas imponían su puño de hierro. Restaurantes, hoteles, buses, bares: todo estaba segregado entre clientes blancos y negros. Entre tanto, una canción góspel se convirtió en la proclama de huelguistas negros de una fábrica de tabacos en Carolina del Sur: «We Shall Overcome». La melodía se remontaba a la Europa del siglo XVIII y, al igual que muchas otras, cruzó el Atlántico y se empapó de la tierra en las plantaciones sureñas convirtiéndose en la quintaesencia de una generación: we, el poder del pueblo; shall, la promesa de un mundo mejor; overcome, el desafío de la resistencia.¡Asesinaron a Kennedy!: ¿los tiempos están cambiando?En el otoño de 1963, Bob Dylan escribió la canción más concienzuda de su amplia obra musical: «The Times They Are A-Changin’». Era un llamado a que políticos, y padres atendieran a la voz de la nueva generación o se apartaran del camino. Una advertencia que entroncaba con su lirismo ancestral y bíblico. Poco después de finalizada la grabación del álbum, el presidente Kennedy fue asesinado en Dallas. «¿Quieres un cambio? –parecía preguntar el magnicidio–. Ahí lo tienes». Para Dylan, las cosas estaban sucediendo a un ritmo tan acelerado que no podían desentrañarse con certezas y santurronerías.«Il est cinq heures, Paris s'éveille»: la crónica del mayo francésDurante las revueltas de París, este tema se convirtió en el himno francés de Mayo del 68. Fueron muchas las gargantas que salieron a las calles mientras coreaban "¡París despierta, París despierta!” El tema, grabado ese mismo año, fue escrito por Jacques Lanzmann, y está inspirado en una canción popular francesa del año 1802, llamada Tableau de Paris à cinq heures du matin del escritor Marc-Antoine-Madeleine Désaugiers.Mississippi Goddam: Todo lo que quiero es igualdad para mi gente«Mississipi Goddam» nunca se grabó en estudio, de modo que la versión más conocida, grabada en marzo de 1964, permite escuchar la canción y apreciar la reacción del público –mayoritariamente blanco– mientras Nina Simone teclea un vigoroso acompañamiento en el piano que se desenvuelve entre el desenfado y la histeria que la invade. Entre boicots de escuelas, segregación y siglos de racismo mentiroso, Sus versos devienen amenazantes mientras evocan malos augurios, gatos negros y perros de presa pisándole los talones mientras socarronamente bromea con un público de risas apagadas; su ira es impactante. Exuda una tensión sanguínea y metálica como la electricidad.Woodstock: el amanecer de la era de AcuarioEl festival de Woodstock, el cénit de la era de Acuario, se celebraría a las afueras de la población de Bethel, en nueva York. Los organizadores prometieron a las autoridades locales que no asistirían más de 50,000 personas aunque esperaban unas 200,000; al final, se presentaron casi medio millón; la mayoría sin entrada. Un concierto que hizo historia.Grândola Vila Morena: la libertad para PortugalEste tema, compuesto por el cantautor José Afonso, fue escogida por el Movimiento de las Fuerzas Armadas para ser la segunda señal de la Revolución de los Claveles de Portugal. La canción, bastante solemne, hace referencia a la fraternidad entre las personas de la villa de Grândola, y había sido prohibida por el régimen al ser tildada como música del comunismo. En la madrugada del 25 de abril de 1974 la canción fue retransmitida en la Rádio Renascença, como señal para la confirmación del inicio de la revolución. Minutos más tarde, esta canción se convirtió en un símbolo de la democracia en Portugal.Apesar de você: ¡Brasil libre!Compuesta por Chico Buarque en 1970 y llamada en un principio “señor presidente”, es de esas obras que presentan una asombrosa claridad literaria, digna de su autor por supuesto. Esta soberbia inspiración que le vino una tarde, se convirtió en el himno de la resistencia y además, su canción insigne tanto por una impecable estética, un discurso resistente y un doble sentido con el que logró pasar desapercibida frente al asedio militar que sufría Brasil.La melodiosa voz de Buarque convirtió este tema en la arenga favorita entonada en las calles hasta que su verdadero sentido fue expuesto y censurado. Sus discos fueron retirados del mercado. Sin embargo, a pesar de que el régimen militar le prohibiera rotundamente a Buarque cantar su canción, sucedió lo que casi siempre cuando una canción ya es del pueblo: el autor pasa a un segundo plano. Cuando él subía al escenario, lo hacía en silencio, un silencio que era cómplice con su público quien se encargaba de entonarla.¡El pueblo unido, jamás será vencido!: de Chile para el mundoEl título de esta canción está inspirado en una frase de Jorge Eliécer Gaitán pronunciada en un discurso en la década de 1940, y después fue popularizada por manifestantes de la Unidad Popular durante el gobierno del presidente chileno Salvador Allende a comienzos de la década de 1970. Luego, se transformó en una inspiración musicalizada por Sergio Ortega Alvarado y la banda Quilapayún. Luego de los sucesos acaecidos en ese país, es conocida por ser una de las canciones de protesta más famosas de la historia.Give peace a change: ¡Queremos la paz!Durante la encamada que llevó a cabo con Yoko, un reportero le preguntó a John que qué intentaba hacer. Y John le contestó espontáneamente, todo lo que estamos diciendo es: dale una oportunidad a la paz, pero así como lo dijo, le gustó la frase y la preparó musicalmente para la canción. Mientras estaba en cama, la cantó varias veces, hasta que finalmente, el 1 de junio de 1969, alquiló una grabadora de 8 pistas en unos almacenes locales de música, volvió a la habitación del hotel y la grabó.
La historia de Joy Division es de esas que contamos hasta más no poder y la repetimos constantemente para extender -desde el lenguaje- su estadía en el mundo. El legado de esta agrupación se sostiene en el tiempo, a pesar de haber tenido una carrera musical de apenas 4 años y dos discos: "Unknown Pleasures" (1979) y "Closer" (1980).Aunque muchos relatos de la banda tienen raíz en la melancolía, vale la pena resaltar los puntos altos de alegría que trajeron hasta nosotros. Podríamos mencionar diferentes momentos de Joy Division: los lanzamientos de sus discos, las hazañas para lograr grabar sus videos, pero hemos elegido hablar de su llegada a los shows en vivo de televisión.La llegada de Ian Curtis, el guitarrista Bernard Sumner, el bajista Peter Hook y el baterista Stephen Morris, no fue un hecho menos. Por el contrario, ese fue el inicio de un gran eco de su música en el panorama británico y posteriormente, en el mundo.La llegada de la joven banda a las pantallas de la BBC generó todo un impacto en la escena musical y televisiva, al punto de convertise en un clásico de las sesiones únicas -y particulares- de la banda.Este recital vio la luz apenas un año antes de la muerte de Ian Curtis, quien se suicidó al lanzar su primer LP 'Unknown Pleasures'. Como todo en la historia de Joy Division, los principio y primeras veces, fueron siempre sus finales definitivos.
En las primeras horas de la mañana de este lunes y con un enigmático video publicado en sus redes sociales titulado «Epilogue» -extraído de Electroma, un largometraje de 2006 estrenado en Cannes-, el dúo francés Daft Punk, anunció su inesperada separación en una suerte de epitafio visual que puso fin a casi tres décadas de carrera artística. Así lo ha confirmado Kathryn Frazier, representante del dúo, al portal Pitchfork, aunque no entregó detalles de la ruptura.En el corto que dura casi ocho minutos, aparecen Guy-Manuel de Homem-Christo y Thomas Bangalter caminando sobre una árida superficie casi marciana en la que conforme pasa el tiempo, la suerte de ambos droides parecía ya estar echada: mientras que se van alejando en silencio y entre sí, tras una envolvente polvareda, uno de los dos desaparece en una gran explosión mientras que el otro en medio de coros y sintetizadores, se disipa en el horizonte.El revolucionario grupo que marcó el sonido de toda una generación y que transformó la industria de la música, se había formado en París en 1993 cuando Bangalter y de Homem-Christo eran apenas unos adolescentes. Un año atrás habían decidido conformar una banda llamada Darlin’ -inspirado en un tema de The Beach Boys- que no obtuvo mucho éxito pero sí, malas críticas, como la del semanario musical Melody Maker, que calificó sus interpretaciones como «daft punky thrash». De allí habrían de inspirarse en el nombre que les daría la fama.Sin embargo, para mayo de 1995, regresaron al estudio para grabar «Da Funk», un proyecto experimental hecho a partir de un sintetizador y de dos cajas de ritmo, cuyo sonido había surgido de las frecuentes visitas nocturnas de la dupla a las raves del Centro Pompidou. El tema rápidamente alcanzó gran popularidad en la radio. Un año después del furor y de las millonarias ofertas que les propusieron muchas compañías disqueras, deciden firmar con Virgin Records.El arribo de Daft Punk al mercado y a las discotecas, coincide con el estancamiento que padecía hacía ya unos años la música electrónica. Aunque para finales de los años ochenta, el House y el Techno eran los estilos musicales que dominaban la escena underground y se imponían sobre la moda, parecía no existir ningún artista que fuese más allá de los límites del sonido o se atreviera a retar la cultura pop que cada vez más vivía su época dorada. Ellos lo cambiaron todo e impusieron junto con House Cassius y Air, el French Touch que sedujo el mercado anglosajón.El auge del dúo se consagró en 1997 con el lanzamiento de «Homework», su álbum debut, en el que impusieron su ecléctico sello personal y con el que desarrollaron una novedosa apuesta visual para entonces desconocida en la industria. De este trabajo se desprende «Around The World», una pieza musical que, hecha con una línea de bajo continuo y el constante uso de un vodecoder, hoy se alza como una obra maestra en su género que consolidó su particular sonido.A este le siguió «Discovery», trabajo publicado en 2001 y quizás, el punto de inflexión en su carrera, en el que desarrollaron la más memorable evolución en su identidad y que, ahora convertidos en dos singulares droides bajo un aura misteriosa, crearon su propio universo en la era del robot. Para este álbum, el concepto visual que definió la narrativa de sus videoclips estuvo marcado por una fuerte influencia del anime, diseñado por el célebre Leiji Matsumoto.Con su siguiente trabajo, «Human After All», apuntaron grandes hits radiales como «Robot Rock» y «Technologic», la más famosa de la producción. A este le siguió «Alive 2007», su segundo álbum en vivo que les valió dos premios Grammy en 2009, incluyendo el premio a mejor grabación dance con «Harder, Better, Faster, Stronger». Para 2010, Bangalter y de Homem-Christo fueron laureados con el rango de caballeros y admitidos en la Orden francesa de las Artes y las Letras.La última gran hazaña del dúo por regresar a los orígenes de su sonido se impregnó en «Random Access Memories», su última gran producción lanzada en 2013 y que contó con la participación de Giorgio Moroder y Nile Rodgers, dos indiscutibles leyendas de la música, además de las memorables colaboraciones con Julian Casablancas y Pharrell Williams. Su estilo, ahora menos electrónico, mucho más melódico y con aires funk que trajo a nuestro tiempo aquellos días de fiebre y gloria del disco, lo que les hizo merecedores de cinco Premios Grammy en 2014.Desde entonces y sin ningún éxito, su sinigual sonido y su puesta en escena fueron cada vez más solicitadas por el público, que a su vez reclamaba una nueva gira que nunca llegó. Hoy, ante su repentina desaparición y con más de 12 millones de copias vendidas alrededor del mundo, la música pierde uno de los proyectos más influyentes y versátiles del último cuarto de siglo.
En la década de los ochenta, el punk y el new wave permeó gran parte de las propuestas musicales, particularmente en Londres, un lugar que desde siempre ha sido el lugar de nacimiento de grandes bandas. En el centro de Manchester, Morrissey, Johnny Marr, Andy Rourke, Mike Joyce, Craig Gannon y Dale Hibbert, decidieron cambiar el rumbo y seguir sus inquietudes musicales. Fue así como en tan solo cinco años - desde 1982 hasta 1987 - marcaron las historia y se convirtieron en una agrupación clásica, al repasar la línea del tiempo del rock.A través de diferentes documentales - no oficiales - se han conocido detalles de algunos de los miembros de la banda inglesa The Smiths, especialmente de Steven Patrick Morrissey, el vocalista de la banda y quien hizo parte de otros proyectos musicales como The Nosebleeds y Slaughter & The dogs.NME ha confirmado el estreno de Shoplifters of the World, una cinta ambientada en la década de los 80 que se propone repasar el legado de la agrupación y los hechos que marcaron su corto camino. Inscrita en el género de ficción, la película reconstruye la amistad de cuatro personajes que intentan reponerse, luego de la partida de Morrissey de la banda. La música que suena en una estación de radio es su refugio y sin saberlo, un fan de The Smiths se ha tomado los micrófonos de la emisora.Bajo la dirección de Stephen Kijak y con la participación de Joe Manganiello, Ellar Coltrane, Helena Howard y Elena Kampouris, la cinta será distribuida por RLJE Films. Mark Ward, director de la compañía, afirmó que "Con Shoplifters of the World, Kijak nos transporta brillantemente a la década de 1980 con el aspecto asombroso de la película y la banda sonora increíble".El equipo de producción se ha propuesto estrenar la cinta en 2021. Hasta ahora, no se han conocido cambio en el cronograma, de acuerdo a la situación sanitaria del mundo.
La canción es un clásico de la E Street Band, con la que Springsteen toca desde 1972 y que regresó para acompañar el vigésimo álbum de estudio de "El Jefe" (The Boss), como le apodan, tras el lanzamiento en 2019 en solitario del disco "Western Stars". "Me encanta la naturaleza emocional de 'Letter to you'", dijo en un comunicado el cantante de 70 años."Me encanta el sonido de E Street Band tocando completamente en vivo en el estudio, de una manera como nunca lo hicimos antes, y sin sobregrabaciones", agregó, en tanto detalló que hicieron el álbum en sólo cinco días, grabando en el estudio de su casa en New Jersey."Se convirtió en una de las más grandes experiencias de grabación que he tenido". "Letter to You" presenta nueve canciones escritas recientemente por Springsteen junto con nuevas versiones de otras tres piezas inéditas escritas en la década se 1970: "Janey Needs a Shooter", "If I Was the Priest" y "Song for Orphans".Con este álbum Springsteen regresa por primera vez con E Street Band desde 2016, cuando fue la gira "The River". Y llega un año después de que el hijo favorito de Nueva Jersey lanzara su álbum de meditación "Western Stars" y su película de concierto que se remonta a la época dorada de los años 70 de la escena musical de Laurel Canyon.Se trata de la salida musical de la superestrella que irrumpió en 1975 en la escena internacional con "Born to Run", desarrollando un estilo de rock duro y característico que relata las cosas de la vida cotidiana. El año pasado durante conversaciones con Martin Scorsese, Springsteen reveló que estaba tratando de regresar a esas raíces, y que había intensificado la escritura de canciones para la banda de rock.En la primavera de 2019, dijo: "escribí casi todo un álbum con material para la banda... salió casi de la nada. Tuve casi dos semanas de esas visitas diarias y fue muy agradable. Te hace tan feliz".
Voltaire, cuyo nombre real era François-Marie Arouet, fue un filósofo, escritor e historiador francés, y uno de los principales exponentes del movimiento de la Ilustración. Famoso por su ingenio, su aguda crítica a las instituciones tradicionales y su férrea defensa de la libertad de expresión, la tolerancia religiosa y la reforma social, Voltaire dejó un legado que trasciende siglos.Voltaire arremetió contra el fanatismo, la superstición y la intolerancia, defendiendo la razón como base de una sociedad más justa. Sus obras atacan la hipocresía de las instituciones religiosas y abogan por la separación entre Iglesia y Estado. Fue un precursor del derecho a expresarse libremente. Su famosa frase, aunque apócrifa, resume este ideal: "No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo".Voltaire y la Ilustración La Ilustración fue un movimiento cultural e intelectual que transformó el pensamiento europeo durante los siglos XVII y XVIII. En este contexto, Voltaire emergió como uno de los principales artífices de las ideas que moldearon esta era.Voltaire abogó por el uso de la razón para analizar y desafiar las estructuras sociales, religiosas y políticas. Sus escritos, caracterizados por su ironía y agudeza, cuestionaron las verdades aceptadas y promovieron el escepticismo hacia dogmas impuestos. Este enfoque ayudó a popularizar una mentalidad que valoraba la investigación científica y el análisis lógico como pilares del progreso humano.El escritor denunció incansablemente el fanatismo religioso y los abusos de la Iglesia católica, que en su época ostentaba un inmenso poder político. Obras como el "Tratado sobre la tolerancia" y "El Diccionario Filosófico" no solo plantearon la necesidad de libertad de pensamiento, sino que también inspiraron reformas posteriores hacia la separación entre Iglesia y Estado, como lo mencionamos anteriormente.Aunque Voltaire no era un revolucionario en el sentido moderno, su ideal de "despotismo ilustrado" influyó en monarcas como Federico el Grande de Prusia y Catalina la Grande de Rusia. Voltaire creía que los gobernantes educados en los principios de la Ilustración podrían promover reformas para mejorar la vida de sus súbditos, sentando las bases de sistemas más justos y racionales.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíVoltaire y los libros El impacto de Voltaire fue evidente en la generación que lideró la Revolución Francesa (1789). Figuras como Diderot y Rousseau, aunque a veces en desacuerdo con Voltaire, se inspiraron en su crítica al absolutismo y en su fe en el progreso racional. Su pensamiento influyó en discursos sobre la libertad, la igualdad y los derechos individuales que marcaron este periodo.La sátira de Voltaire, especialmente en Cándido, sirvió como modelo para escritores como Jonathan Swift y, más tarde, autores del siglo XIX como Mark Twain. Su capacidad para denunciar las injusticias a través del humor y el absurdo consolidó una tradición literaria de crítica social mordaz.Autoras feministas como Mary Wollstonecraft y novelistas como George Eliot heredaron de Voltaire una perspectiva secular que desafió las normas patriarcales y religiosas. Aunque no fue explícitamente feminista, su insistencia en la libertad de pensamiento y en los derechos individuales influyó en las luchas por la igualdad de género.Algunas obras recomendadas"Cándido o el optimismo" (1759): Una sátira mordaz que pone en evidencia el optimismo filosófico de Leibniz, representado por la frase "vivimos en el mejor de los mundos posibles". A través de las desventuras de su protagonista, Cándido, Voltaire critica las injusticias sociales, el poder corrupto y el sufrimiento humano con un humor cáustico."Tratado sobre la tolerancia" (1763): Escrito tras el juicio y ejecución injusta de Jean Calas, este ensayo es una apasionada defensa de la tolerancia religiosa y la libertad de pensamiento. En él, Voltaire aboga por la convivencia pacífica y denuncia la barbarie de la intolerancia."Cartas filosóficas" (1734): En esta colección de cartas, Voltaire compara la sociedad francesa con la inglesa, alabando la tolerancia, el sistema parlamentario y la libertad de comercio de Inglaterra. La obra, considerada subversiva en su época, fue prohibida en Francia.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
1Mi madre me llamó Penélope. Le fascinaba el personaje de la ingeniosa esposa de Ulises tejiendo de día para destejer de noche y así engañar a sus pretendientes. Yo prefería al marido navegante. Me carga la idea de tejer y esperar eternamente, pero por esperar me quedé atrapada en Madrid. Fui de las últimas que entró antes de que cerraran el aeropuerto en marzo cuando se decretó el confinamiento por la pandemia. Había llegado de Nicaragua para ocuparme de los asuntos de mi madre muerta. Ella había fallecido en diciembre. En mi familia diciembre era el mes de morirse. Mi abuela, mi padre, una tía y un tío murieron en esas fechas. Meticulosos hasta en eso de llegar al último mes del año para declarar la vida por terminada. No quise quedarme entonces. Me llevé las cenizas de mi madre para dejarlas en nuestro país y postergué mi regreso a España. Dejé que pasaran enero y febrero. Me dije que en marzo el clima sería más benigno y en abril llegaría la primavera. Por ser hija única a mí sola me correspondían los bienes de mi madre: la casa y su contenido, sus cuentas, la utilería del teatro de su vida que, de seguro, habría dejado dispersa y en desorden por esa su filosofía de vivir el presente que era cómoda para ella, pero un rollo para los demás. No había apuro, me dije. Poco podía imaginar que llegaría la pandemia y mi vida quedaría atrapada como el barco de Shackleton, mi explorador favorito, atorado en el hielo de la Antártida. No era una mala metáfora. La pandemia llegó como la Edad del Hielo. Había que permanecer refugiado de ese mordisco invisible de la muerte asediando en el aire y, peor aún, en el hálito del prójimo. Me costó aceptar mi mala suerte. Me había imaginado deambulando por Madrid, recorriendo el barrio de las Letras, Chueca, las librerías, el Retiro; en vez de eso me tocaba el confinamiento y esa época tipo distopía del fin del mundo. No podría vender la casa de mi madre en medio de la pandemia, pero al menos tenía un lugar donde quedarme, un coche también, cafetera, cocina, cama, almohadas. Y mi computadora: los zooms, los chats, las series. El siglo xxi había aniquilado la soledad a golpe de teclas. Uno tenía compañía hasta la saciedad, compañía y chismes y los reels de Instagram que no sabía cómo controlar para que me dejaran de mostrar las vidas de las celebridades y sus parejas perfectas. Un asco todos los perfectos. Yo era tan flaca que, como decía un amigo, era de frente, filo, y de filo, nada. Me consolaba ver a Joyce Carol Oates. Ella era de mi equipo, del equipo de los endebles, raquíticos seres esqueléticos que, sin embargo, tenían mucho que decir o que escribir. A fin de cuentas, mi IQ era alto y aunque era flaca mi cara era de mejor ver que la de Joyce Carol Oates, con perdón de ella, que me cae muy bien, y que es una gran escritora, no hay duda. Me había dejado dos mechones de canas a lo Susan Sontag en mi pelo corto, oscuro y liso. Las gafas de marco negro, ancho y redondo, mi cara un poco larga, nariz y boca sin importancia me hacían una flaca con estilo.Como editora de una editorial mediana, podía seguir haciendo mi trabajo a distancia. Por otro lado, vaciar de cosas personales un caserón cerca de la sierra, abandonado por la inesperada y definitiva partida de una dueña que gustaba de guardarlo todo, me mantendría ocupada la soledad. Así lo pensé al principio. No imaginé viajar al vientre de mi madre y descubrir cuánto más había allí que yo desconocía. No imaginé lo que sería sumergirme en las cuevas cuidadosamente selladas de una existencia interrumpida de súbito. No llegué preparada para un encierro donde los recuerdos se dejaran ver y el pasado se levantara por las noches haciéndome oír sus susurros.2Mi madre fue guerrillera en los años setenta, en la Revolución Sandinista, la última que triunfó en Latinoamérica. De joven tomó las armas y vivió en pocos años varias vidas. Cuando contaba sus recuerdos parecía que quien hablaba era un personaje centenario. Había sido una mujer de huesos grandes, alta, de brazos musculosos y piernas de corredora, con una energía incesante. Su rostro era imperfecto. Heredé sus ojos grandes y oscuros y sus pómulos altos, pero no las cejas tupidas, ni la nariz respingona, ni la boca ancha y carnosa, de labios delineados. A ella ese rasgo y una gestualidad desenfadada le conferían un aire sensual dentro de un cuerpo de atleta. Paradójicamente, su familia ostentaba una larga trayectoria al servicio de la dinastía de los Somoza, que gobernó Nicaragua de 1936 a 1979 y a cuyo último ejemplar, Anastasio Somoza, ella combatió. Su abuelo era famoso porque manejó las confiscaciones a los alemanes cuando el fundador de la dinastía declaró la guerra a los países del Eje, entre ellos Alemania, el 7 de diciembre de 1941. El dictador se adelantó veinticuatro horas a la declaración de guerra de Estados Unidos luego del ataque japonés a Pearl Harbor. Semejante premura bélica fue un ardid para apropiarse de las tierras cedidas en 1852 a familias alemanas que iniciaron el cultivo del café. Las haciendas de los alemanes eran modelos de productividad. Mi bisabuelo fue el encargado de expropiarlas. Dos de ellas fueron el pago a su perruna fidelidad. Eran unas propiedades muy grandes, en las zonas altas del país, atravesadas por ríos, con hondas quebradas pobladas de árboles centenarios que daban sombra al café. Contaban con casashaciendas de muros anchos, hermosas. Él las administró muy bien. Fueron la base para acumular una cuantiosa fortuna. Con el dinero llegaron otras inversiones y amigos potentados. «Era a mí a quien mandaba a atenderlos —me decía mi madre—. Yo era adolescente, pero él me usaba de señuelo, me exponía.» Se reía con su humor sarcástico. Entre ellos podría encontrar marido, bromeaba. «Tu abuelo era un asco —me decía con una dolida expresión de desprecio—. Tu abuela no se atrevía a enfrentarlo. Como pasaban mucho tiempo en sus haciendas en el campo, yo me quedaba durante la semana en la ciudad en casa de Marisa, mi mejor amiga. Su padre dirigía una estación de radio importante.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíA esa casa llegaban poetas, cantantes y un profesor de historia erudito con un don excepcional para contar episodios nacionales con la verbosidad de un cuentacuentos. Eran opositores a la dictadura. Me trataban con cierto recelo. Empecé a relatarles lo que sabía de los negocios de Somoza. Me escuchaban con atención. Yo quería estar de su parte. Hacerles ver que era diferente a mi familia. Un día un grupo de universitarios se tomaron la radio del papá de Marisa. El ejército la rodeó. Él salió con los brazos en alto y pidió que no mataran a los muchachos, que se los llevaran, pero que no los mataran. Se metió el obispo a negociar y al final se los llevaron presos. Uno de los muchachos parecía el jefe, se llamaba Ajax. Al día siguiente se llevaron al papá de Marisa. Como a las dos semanas la Seguridad del Estado urdió el cuento del intento de fuga de Ajax. Lo mataron. La gente sabía que hacían eso. “Le aplicaron la Ley de Fuga”, decían. Recuerdo la foto en el periódico: la mamá con el cuerpo ensangrentado en los brazos porque la llevaron al patio de la prisión para que viera el cadáver. A los meses mataron al papá de Marisa porque su radio denunció el crimen. Apareció tirado en un camino, el cuerpo lleno de señas de tortura. Me radicalicé. Marisa y yo nos metimos en la resistencia contra Somoza. Después del bachillerato, Marisa se fue a estudiar al exterior. Yo decidí irme clandestina. Robé plata y armas de la hacienda y ése fue mi pasaje a la guerrilla. No volví más a mi casa.»Yo la oía. Imaginaba lo que sería enemistarse con el propio apellido. Crecí oyéndola negar a su familia. No hubo para mí ni abuelos ni tíos ni primos. En el colegio un profesor joven, recién ungido revolucionario, un poco sádico en su fanatismo, fue quien se dio a la tarea de ilustrarme sobre la calaña servil de mi parentela. Afirmaba que quien había sido encargado de exhumar el cadáver del fundador de la dinastía, que el hijo se llevó en una maleta en el vuelo que lo sacó del país cuando huyó al saberse derrocado, había sido nada menos que mi abuelo, que también lo acompañó en su huida.—Es verdad —me dijo ella, sonriendo con ironía—. Ahora decile que te cuente qué fue lo que hizo tu madre.Al profe se le subió el color cuando se lo pregunté.—Te dije lo de tu abuelo para que aprecies de cuánto se despojó tu madre para llegar a ser Comandante Guerrillera —uno de los títulos honoríficos de la Revolución Sandinista—. Ella liberó la segunda ciudad más importante del país con un Estado Mayor compuesto casi en su totalidad por mujeres. Cuentan que ella sola, desde la torre del comando a la que logró subir subrepticiamente, eliminó, con su puntería de francotiradora, a los guardias que impedían la toma del último reducto somocista de León.—Eso es lo que vale —le dije, orgullosa—. Cuando mi mamá le da la espalda a algo, no vuelve la vista atrás.Mientras vivió, amé y temí a mi madre. Mi amor de niña fue incondicional, lleno de admiración. Ya de adolescente empecé a resentir su devoción revolucionaria y sus incursiones por mi identidad. Pienso que temía que mis genes me traicionaran. Sentía que quería envolverme como hiedra, o comerme como planta carnívora. A mi padre lo habían matado en la lucha contra la dictadura somocista. No lo conocí, pero tuve varios padres, los amantes de ella que, en general, eran mimosos conmigo. Cuando llegaba a quererlos me daba por vigilar los ánimos de mi madre. Conocía perfectamente las señales de cuando se cansaba de ellos. Allí empezaba mi sufrimiento o mi labor de zapa a sus intenciones, remarcando lo bien que lo pasaba con X o Y, lo que aprendía con él. Me escuchaba y sé que retrasó más de una vez el final del juego por mí.Ella cambió después de la revolución. El sandinismo estuvo en el poder de 1979 a 1990. En esos once años tuvo que vérselas con una guerra contrarrevolucionaria. Estados Unidos temía otra Cuba en el continente y armó a los descontentos que se oponían a los cambios. Impuso, además, un embargo comercial. Hubo muchas muertes, escasez: faltaban el pan, la luz eléctrica, el papel higiénico; sobraba la arrogancia juvenil de los guerrilleros.Aun en medio de las dificultades, los sandinistas pensaron que ganarían en las elecciones de 1990. No fue así. La noche de la derrota electoral, el 25 de febrero de 1990, cuando el conteo de votos dio la victoria a Violeta Chamorro, candidata de la oposición, fue, para mi madre y sus compañeros, como el terremoto que destruyó Managua, la capital, en 1972. El edificio que contenía sus sueños y sus proyectos de vida, ese que siempre estaba en construcción, y que a ella le ocupaba más tiempo del que disponía, cayó estrepitosamente. Fueron días de duelo. Los amigos llegaban, lloraban sacudidos por la incredulidad. Parecía que se les acababa el mundo. Yo era una chavala de quince años. Había crecido dentro de la revolución, como en un escenario magnífico. Era la mascota del grupo. Me llevaban a las manifestaciones multitudinarias. Me compraban helados o refrescos. Desde mi infancia los había visto actuar como profetas. Se juntaban en mi casa a tomar ron y a discutir cuestiones que yo apenas entendía, pero que me inspiraban la idea de que todos ellos eran como los héroes de los cómics desafiando y destruyendo monstruos. Mi corto entendimiento no lograba comprender que el pueblo hubiese votado por el fin de la revolución, que ya no quisiera más esa romántica época de júbilo en las plazas y gente que proponía acabar con la pobreza. Buscaba, en medio del lamento de los adultos, alguien que me explicara la derrota.Poco tiempo transcurrió antes de que la desilusión y el desconcierto echaran raíces entre los que habían sido compañeros. La camaradería dio paso a amargas discusiones. El tinglado que antes parecía sólido se agrietó. En su afán de salvarse de la debacle, Daniel Ortega se hizo todopoderoso. Lo que había sido un heroico movimiento guerrillero se transformó en un informe partido político. Menos mal que, en medio de la dispersión y de buscarse otra vida, mi madre se enamoró, a mediados de los noventa, de un arquitecto español. Ella había vivido en España de joven. Apenas hablaba de ese tiempo. Lo recordaba como el peor de su vida. Quería borrarlo de su memoria. En aquella época la revolución la salvó, solía decir. Bromeaba por lo irónico de que España la salvara de nuevo, esta vez del fracaso de la revolución. A mí me pareció mentira la facilidad con que se marchó de Nicaragua con su nuevo amor, como si se tratara de Sodoma y Gomorra y ella estuviera decidida a no cometer el error de la mujer de Lot de volver la vista atrás. Su decisión de marcharse, el resplandor del amor que la iluminó, la disposición de que yo me quedara viviendo con su amiga Sofía hasta terminar la universidad, hizo que yo cortara el resto de cordón umbilical. Dejé de llamarla mamá. Pasé a llamarla Valeria.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Con ecos del 'Oliver Twist' de Charles Dickens y trazas de la discriminación racial que ya ha tratado en películas como '12 años de esclavitud' ('12 Years a Slave', 2013) o series como 'Small Axe' (2020), McQueen construye una emotiva y emocionante historia en torno a una madre blanca y su hijo mestizo.Ronan brilla en su papel de Rita, la madre de George, interpretado por el debutante Elliott Heffernan. Con un padre ausente, viven con el abuelo, otro actor novel a sus 66 años, el cantante Paul Weller, el mítico líder de The Jam y The Style Council.Con una espectacular ambientación y secuencias que son capaces de encontrar poesía en los bombardeos sobre Londres, 'Blitz' se desarrolla en una etapa muy concreta de la Segunda Guerra Mundial.'Blitz' es como se conoce al periodo que va de septiembre de 1940 a mayo de 1941 en el que Alemania bombardeó incesantemente el Reino Unido, comenzando por Londres, al final de la Batalla de Inglaterra, un combate aéreo que supuso la primera derrota importante del Ejército alemán en esa guerra.Una época en la que los londinenses ponían a salvo a sus hijos enviándolos lejos de la capital británica en viajes organizados por el Gobierno. Y eso es lo que hace Rita, pero su hijo no está de acuerdo, así que salta del tren que le lleva a un lugar seguro y decide regresar a pie a su casa.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíMcQueen aprovecha para lanzar una crítica contra el trato a los negros con una historia que a través de las vivencias del niño muestra el horror de la guerra, no solo por las bombas, sino por el comportamientos de personas sin escrúpulos que trataban de aprovecharse de la situación.Una película escrita por el realizador, que partió de una fotografía que se guarda en los archivos del Museo Imperial de la Guerra y que muestra a un niño pequeño, negro, cargado con una maleta atada con cuerdas.Eso le llevó a imaginar quién sería ese niño, como ha explicado McQueen en varis entrevistas, y escribió esta historia en la que, como en muchos de sus trabajos anteriores, la música desempeña un papel importante.Ronan se muestra como una solvente cantante y demuestra que las canciones y los bailes fueron el refugio de la población británica para soportar unos bombardeos que les llevaban a refugiarse casi cada día en estaciones de metro, ante la falta de lugares más seguros.'Blitz' aparece en las quinielas de los medios especializados de cara a los Óscar, no solo para el premio a mejor película sino en la mayoría de las categorías técnicas.Ronan también está entre las intérpretes que podrían optar al Óscar a mejor actriz secundaria, una categoría que se presenta muy competitiva y que podría incluir nombres como los de Zoe Saldaña, por 'Emilia Pérez'; Isabella Rosellini, por 'Cónclave'; Felicity Jones, por 'The Brutalist', o Ariana Grande, por 'Wicked'.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Sobre todo, lo que espero es poder aportar algo a la gente que siente este género, a la gente que sigue la música que yo hago. Aportar algo fresco, nuevo, que sientan que hay continuidad en el trabajo, que hay actualidad en el trabajo", declara con fervor el artista, conocido como 'El caballero de la salsa'.A sus 61 años, el ganador de un Grammy por Mejor Álbum Tropical Latino en 2007 y seis Latin Grammy revela desde su estudio en San Juan que le encantaría que este álbum, compuesto de nueve temas, tenga "impacto" y sea "del gusto popular", que los adeptos a los ritmos caribeños digan: "¡Qué buen disco!".El veterano cantante continúa su estilo de salsa tradicional y mayoritariamente romántica, utilizando como eje central de sus letras el amor y el desamor en esta recopilación de temas, entre los que figuran 'Ahora o nunca', 'La Marea' de Rubén Blades, 'Tratando de acercarme' o 'Tun Tun'.El artista rememora que, tras la publicación de su tercer disco, se dio cuenta de que ese iba a ser su camino porque "el amor es el tema que nunca se va a acabar", y por eso trata de mezclar "los temas de amor con la energía y el carácter de la música de salsa".Asimismo, declara que ha sido "un poco egoísta con este disco" porque solo cuenta con una colaboración en 'Fin de semana', junto al salsero puertorriqueño Gerardo Rivas, opuesto a su álbum 'Colegas' que tiene 17 colaboraciones con artistas.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíEl álbum se estrena en "un momento correcto"El sonero puertorriqueño arrancó la primera parte de su 'Auténtico Tour' en agosto del año pasado en su isla natal y, desde entonces, se ha presentado en escenarios de Estados Unidos, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Chile, Canadá, Perú, Colombia, México, Suiza, Italia y España."El disco se retrasó un poco para mi gusto, pero llega en un momento correcto porque entonces la gira cae en su segunda etapa y el disco viene con todo lo que un disco nuevo trae", asegura Santa Rosa, que menciona que este tour le está brindando "una energía espectacular"."Y esa energía se traduce no solamente en calidad de espectáculo, de música, sino que también se traduce en visión a futuro. Uno se siente más comprometido, con más deseos de hacer nuevos proyectos", expresa el artista, que cuenta con 15 álbumes de oro, 13 de platino y 3 de multiplatino.Santa Rosa, que ha colaborado con artistas reconocidos como Celia Cruz, Hector Lavoe o Andy Montañez, rememora que su etapa favorita de su afamada y galardonada trayectoria fue en sus comienzos: la época en la que cantaba con la banda de Willie Rosario y trabajaba con la mayoría de sus ídolos.La salsa "llegó para quedarse"Santa Rosa se muestra agradecido por la nueva generación de jóvenes salseros que continúan el legado de los más veteranos como los puertorriqueños Víctor Manuelle, Luis Vázquez, Carlos García, Merari o Carlos Nevárez, que "son muy buenos y talentosos".En este sentido, recalca que su consejo para el público es que "abran las puertas a estos muchachos".A su juicio, "este es un género que tiene historia, tiene personalidad propia y que tiene futuro porque yo he oído a cada vidente poniéndole fecha de expiración, que se va a morir, pero este es un género que llegó para quedarse", subraya el salsero.El artista continuará en febrero con 'Auténtico Tour', que sufrirá un giro con una edición especial de San Valentín que llamará 'Auténtico Love Edition', por Canadá, California, Florida y Maryland (EE.UU.) y, en abril, por México.Con su anterior gira, 'Camínalo Tour', que duró aproximadamente dos años, también recorrió ciudades de Estados Unidos, Latinoamérica y Europa.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Vallejo (España, 1979) viajó al país andino para participar en Hay Festival Arequipa, pero también visitó Lima para dictar talleres de creación literaria y realizar encuentros con escolares, a los que transmite su pasión lectora apelando a la innata curiosidad humana."Todavía hay un frente de resistencia y además, un intento de sanar las sociedades a través de la palabra", dice.Desde que publicó 'El infinito en un junco', hace cinco años, uno de los últimos grandes fenómenos de la literatura española que ha vendido más de un millón de ejemplares, ha conocido a innumerables amantes de la lectura que abogan por llevar los libros a todos los rincones para curar las sociedades."He podido conocer a muchísimos promotores de lectura que hacen una labor extraordinaria llevando los libros a barrios y zonas de sus países que socialmente parecían excluidos de esa experiencia, y que incluso están tratando de sanar cicatrices sociales y personales de la violencia y de los conflictos históricos a través de los talleres de lectura y de escritura", dice.La zaragozana cree que los libros y la cultura siempre están amenazados, pero ha sido "profundamente esperanzador" encontrar que hay tanta gente involucrada, especialmente en Hispanoamérica."Me parece muy destacable porque creo que estamos viviendo una época muy confusa y conflictiva donde se van creando bandos, oposiciones permanentes e incomprensiones", añade.Y, sin embargo, las democracias necesitan un diálogo sano, necesitan el uso de la palabra para forjar acuerdos", considera.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíCausa perdidaLos libros la rodean desde niña e incluso podría decirse que contribuyeron a que la escritora naciera. Vallejo muestra con cariño un ejemplar de 'Trilce', del poeta peruano que lleva su mismo apellido, y que su padre regaló a su madre cuando se estaban conociendo.Gracias al libro amarillento, prohibido en España durante la dictadura, la historia de amor entre ambos se fortaleció, según cuenta.Su amor por la lectura le llevó a escribir 'El Infinito en un junco', pero, mientras lo hacía, creía que abogaba por los libros y las humanidades en un mundo contemporáneo en el que parecía que estaban al borde del precipicio."Escribía este libro desde mi pasión lectora pero en un momento en el que había tanto pesimismo en la atmósfera y tanto convencimiento de que la lectura y los libros se terminaban, yo misma llegué a creérmelo y pensar, 'bueno, realmente soy una persona extravagante y formo parte de un mundo que está a punto de acabarse'", apunta.Pero, por el contrario, las cifras de ventas y sus miles de seguidores por todo el mundo demuestran lo contrario, Vallejo no está sola ante el cariño a los libros."Jamás de los jamases pensé que pudiera apelar a muchas otras personas. De hecho, creía que más que un libro, es una colección de causas perdidas", indica.Canto a la imaginaciónSu último libro, El inventor de viajes, es una adaptación ilustrada para niños del primer relato de ciencia ficción de la historia. Está basado en 'Historias verdaderas', de Luciano de Samósata, escrito en el siglo II, y es la primera vez que la literatura incluyó un viaje espacial.Sus milenarias páginas son los antecedentes de Julio Verne o de 'Star Wars'."Me gusta de la ciencia ficción es que aquello que parecía imposible, que parecía un sueño cuando se escribió por primera vez, luego se puede convertir en realidad. El ser humano ha llegado a la Luna, pero las cosas hay que soñarlas primero para que se hagan realidad", dice."Esta historia es un canto a la fantasía, una reivindicación a la capacidad de soñar y creo que en esta época es importante recordárselo a los niños, que tienen entretenimientos muy pasivos que simplemente con una pantalla reciben imágenes perfectamente elaboradas", advierte.Dice que el ser humano no puede perder "ese mecanismo tan liberador que es la imaginación que es además nuestra principal defensa contra la rutina, el aburrimiento y la tristeza".Igualmente, señala que otro mecanismo profundamente humano es el amor por escuchar una historia, que paradójicamente es un pacto entre el lector y escritor sobre la mentira que va a contarle."La ficción es una mentira muy especial, no es para engañar es una mentira para jugar divertirse. Ciertas verdades se alcanzan sólo a través de las ficciones, hay ciertas cosas de nuestra vida, miradas, emociones ocultas o silenciosa que se liberan gracias a esa mentira que son las ficciones", concluye.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.