La historia de Joy Division es de esas que contamos hasta más no poder y la repetimos constantemente para extender -desde el lenguaje- su estadía en el mundo. El legado de esta agrupación se sostiene en el tiempo, a pesar de haber tenido una carrera musical de apenas 4 años y dos discos: "Unknown Pleasures" (1979) y "Closer" (1980).
Aunque muchos relatos de la banda tienen raíz en la melancolía, vale la pena resaltar los puntos altos de alegría que trajeron hasta nosotros. Podríamos mencionar diferentes momentos de Joy Division: los lanzamientos de sus discos, las hazañas para lograr grabar sus videos, pero hemos elegido hablar de su llegada a los shows en vivo de televisión.
La llegada de Ian Curtis, el guitarrista Bernard Sumner, el bajista Peter Hook y el baterista Stephen Morris, no fue un hecho menos. Por el contrario, ese fue el inicio de un gran eco de su música en el panorama británico y posteriormente, en el mundo.
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La llegada de la joven banda a las pantallas de la BBC generó todo un impacto en la escena musical y televisiva, al punto de convertise en un clásico de las sesiones únicas -y particulares- de la banda.
Este recital vio la luz apenas un año antes de la muerte de Ian Curtis, quien se suicidó al lanzar su primer LP 'Unknown Pleasures'. Como todo en la historia de Joy Division, los principio y primeras veces, fueron siempre sus finales definitivos.