El jurado estuvo compuesto por el editor Michael Mack (Londres); la comisaria de la Barbican Art Gallery Alona Pardo (Londres); el director de la Virreina Centro de la Imagen, Valentín Roma (Barcelona); y la comisaria jefa y directora de exposiciones y colecciones del Centro Internacional de Fotografía -ICP- (Nueva York), Elisabeth Sherman, además de Carlos Gollonet, conservador jefe de fotografía de Fundación Mapfre.Todos ellos destacaron del proyecto de Romero Beltrán "su aproximación poética a la fotografía documental, así como su búsqueda de una profunda reflexión visual sobre lugares o situaciones de tensión y conflicto".El proyecto, en curso, tiene como protagonista el río Bravo y la importancia que tiene por su doble estatus: es río y frontera al mismo tiempo.El trabajo, que se desarrolla en la aproximación al territorio inmediatamente anterior a la frontera, desde Monterrey hasta el río que marca el límite, presenta el conflicto migratorio de esta frontera, que no es únicamente local, sino que atraviesa todo el centro y sur del continente.Las imágenes hacen hincapié no sólo en el territorio sino también en sus habitantes, que igualmente constituyen una frontera, y en las personas que esperan a cruzarla, algo que puede prolongarse algunos meses o años.Además de la dotación económica de 25.000 euros, el reconocimiento incluye la producción y la organización de una exposición en el centro KBr Fundación Mapfre (Barcelona) y en la sede de la Fundación en Madrid, que mostrará el resultado del proyecto, y la edición de un libro.De carácter bienal, este galardón tiene como objetivo contribuir al reconocimiento y la proyección de autores con una trayectoria profesional ya en curso y cuya obra muestra valores artísticos de especial interés dentro de la tradición de la fotografía documental.Felipe Romero Beltrán (Bogotá, 1992) desarrolla actualmente un programa de doctorado en la Universidad Complutense de Madrid y paralelamente realiza proyectos fotográficos en Colombia, España y México.Su práctica toma elementos cercanos a los campos de la política y la historia social, profundamente influenciado por la tradición fotográfica, abordando casos de estudio que indagan las posibles relaciones entre el documento y la sociedad.El ganador del premio se interesa en territorios que atraviesan o han atravesado procesos de conflicto.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Gerretsen captó esa foto del general Augusto Pinochet con lentes oscuros, los brazos cruzados sobre el pecho y rodeado por otros militares apenas una semana después del golpe de Estado contra el socialista Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, en un acto religioso en la Catedral de Santiago.A poco menos de un mes del 50 aniversario de estos hechos, Gerretsen llegó nuevamente a Santiago para inaugurar la primera exposición que se monta en Chile con las fotografías que captó en los últimos meses del gobierno de Allende (1970-1973) y los primeros de la dictadura de Pinochet (1973-1990), que en 17 años dejó más de 3.200 víctimas, entre muertos y desaparecidos.Entre Patton y un abueloSegún el fotógrafo, Pinochet era un actor. "Un actor que se debe a la gente", comentó en entrevista con la AFP. Por eso miraba al lente de la cámara, tal como lo hacen los actores y actrices de Hollywood, donde fotografío a las estrellas en los 70 y 80."Los actores siempre miran al lente cuando los fotografían, porque tu lente es el público y están tratando de transmitir al público qué tipo de persona es. Eso era Pinochet", aseguró.Gerretsen -que antes de Chile estuvo en Vietnam y Camboya- fotografió en otras tres ocasiones a Pinochet. "Era una persona diferente cada vez que lo veía", recordó. Una de ellas fue cuando aún era el segundo del Ejército y se produjo una asonada golpista que fracasó, en junio de 1973. "Era como el general chileno Patton. (...) Con un casco americano, una carabina M1 en su hombro, unos prismáticos y una chaqueta de general americano chileno", dijo al mencionar al general estadounidense de la Segunda Guerra Mundial.Las otras dos veces son diametralmente opuestas. En su oficina, donde se mostró como un militar amable y atento con los periodistas, y otra en su casa, con uno de sus nietos. "Era un abuelo completamente normal", destacó.Una cuenta en redes sociales El reencuentro de Gerretsen con Chile comenzó a gestarse en 2019 cuando abrió una cuenta en Twitter. Allí publicó algunas de sus fotos del país. La respuesta, con comentarios de usuarios que le decían que sus imágenes mostraban lo que sus padres y abuelos les habían contado, lo sobrecogió. "Se me puso la piel de gallina. Me di cuenta de que mis fotografías para algunas personas eran muy importantes", relató.En cuestión de semanas sus seguidores llegaron a los 20.000. Hoy ya superan los 25.000. El siguiente paso fue la elaboración de un libro, que saldrá a la venta en septiembre, y la muestra "Rebobinar, reimaginar, reportar", que se inaugura este viernes en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.Pero hace una década que Gerretsen está presente en ese museo. Dos de las murallas interiores del recinto muestran gigantografías con tres imágenes del fotógrafo del 11 de septiembre de 1973, del momento en que los últimos colaboradores de Allende, que se suicidó en medio de la alzada militar, salen del palacio presidencial de La Moneda, y son arrestados y arrojados al piso.Escuche lo mejor de la música clásica por la señal en vivo de la HJCK.
El documental Una mirada honesta narra la vida Eduardo Longoni, quien tuvo a la violencia como una marca indeleble desde sus inicios y sintetiza el compromiso de toda una generación de fotoperiodistas que resistieron en la calle durante los oscuros años de la dictadura cívico-militar y llega a las salas de cine del país, con funciones programadas durante el mes de agosto.Eduardo Longoni es un artista inquieto, que se reinventa y se lanza a buscar nuevos desafíos profesionales. Mientras prepara una retrospectiva por sus 40 años de trayectoria, resignifica sus fotos recurriendo a nuevas formas y lenguajes artísticos. Hoy, alejado de las calles, Eduardo vuelve la mirada hacia sus orígenes. Recorre los lugares de su infancia en la ciudad de Mar del Plata, y decide montar allí una proyección pública de fotos, imprimiendo sus imágenes sobre las olas embravecidas del mar.Las fotografías de Eduardo Longoni nos interrogan. ¿Son bellas o comprometidas? ¿Gritan una verdad o son una obra de arte? Sea cual fuere la respuesta, su mirada estuvo siempre atravesada por un mismo sentido: el de la honestidad.“Eduardo representa a toda una generación de fotoperiodistas argentinos que fueron imprescindibles para registrar momentos únicos de la historia nacional poniéndole el cuerpo a la dictadura cívico militar o registrando los momentos más gloriosos de Diego Maradona en el mundial de México 86. Eduardo es un claro ejemplo de compromiso y coherencia ideológica y desde ese lugar es que decidimos dar a conocer al hombre detrás de las fotos. Sus fotos son conocidas, e incluso memorables pero poco se sabe de quien las tomó. O se sabía… ahora es el momento que muchas personas conozcan un poco más de quién es ese hombre”, aseguran los directores del documental Roberto Persano y Santiago Nacif.Una mirada honesta es distribuida por La Alucinante Fábrica y tendrá funciones con presencia del director Roberto Persano, el productor argentino Gato Martínez Cantó y la productora colombiana Diana Ramos en la Cinemateca de Bogotá, en Cinemas Procinal las Américas y el Colombo Americano de Medellín, esta última estará acompañada de una exposición del fotoperiodista Eduardo Longoni. Asi mismo, durante el mes de agosto se confirmarán funciones en otras ciudades.Adicional al estreno en Colombia, La revista Rolling Stone en Español nominó a Una mirada Honesta a mejor Largometraje documental del Año por “la habilidad para presentar temas de relevancia social, histórica, política o cultural, de una manera cautivadora, realista, original y convincente, valorando además la forma y profundidad en que se presentan los hechos, y su capacidad para abrir espacios de diálogo”. La primera edición de los premios se llevará a cabo el 26 de octubre en Miami.
La exposición fotográfica Bogotanos del Bogotazo es una colección de imágenes históricas capturadas por el reconocido fotógrafo colombiano Sady Gonzalez. La muestra estará abierta al público en la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo hasta el 27 de agosto.La exposición Bogotanos del Bogotazo conmemora 75 años de uno de los eventos más significativos en la historia de la ciudad: el Bogotazo. A través del lente de Sady Gonzalez, los visitantes podrán sumergirse en la atmósfera de aquellos días trascendentales, reviviendo los acontecimientos y las historias de los bogotanos que vivieron esta época de cambio y transformación.Las fotografías seleccionadas para la exposición capturan la esencia del Bogotazo y retratan la fuerza y la resiliencia de las personas que presenciaron los sucesos de abril de 1948. Desde imágenes impactantes de las protestas callejeras hasta retratos íntimos de los habitantes de la ciudad, la exposición ofrece una mirada profunda y emotiva a través del tiempo.Sady González (1913-1979) fue uno de los más conocidos fotógrafos en la historia de Colombia. Pionero del fotoperiodismo en el país, su rol como fotógrafo oficial le permitió testimoniar muchos episodios del gabinete de presidentes como Carlos Lleras Restrepo, Misael Pastrana Borrero y Alfonso López Michelsen.Su obra más conocida es, sin duda, las vistas sobre Bogotá y su testimonio gráfico sobre los sucesos del Bogotazo. No obstante, para entender su trabajo integralmente, resulta conveniente acercarse a las décadas posteriores a 1948, pues poco a poco su lugar como fotógrafo y su prestigio le permitirían integrarse a la vida política y social colombiana, y su fotografía se convertiría en un vestigio de los acontecimientos políticos en Colombia.De padre venezolano y madre boyacense, Sady González comenzó bastante joven su afición a la fotografía y la transformó en su profesión cuando fue el responsable de hacer las fotografías de las cédulas de las zonas rurales de Boyacá, Antioquia y Cundinamarca, al poco tiempo de ser establecida la cedulación en el año de 1935, a sus 22 años. En su ciudad natal, Bogotá, fundó en 1942 su estudio fotográfico con el nombre de "Foto Sady", en la carrera novena con calle 17. La habilidad en los procesos técnicos, la filiación política del fotógrafo y el reconocimiento logrado por su estudio, permitieron hacer de su sede un semillero para la nueva generación de fotógrafos que seguirán el camino de la fotografía.Escuche lo mejor de la música clásica por la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Frente al objetivo de Avedon, que contribuyó a difuminar las líneas divisorias entre la fotografía artística y la comercial, posaron Madonna, Ronald Reagan, Malcolm X, Bob Dylan o los activistas estadounidenses de finales de los 60 conocidos como Los siete de Chicago, pero también un sinfín de personas anónimas.En 1944, con 21 años, comenzó a trabajar como autónomo para un suplemento de la revista de moda Harper's Bazaar, gracias al director de la publicación, el diseñador y fotógrafo Alexey Brodovitch, de quien Avedon era alumno en la escuela New School de Nueva York.Su primer trabajo consistió en acompañar gráficamente un número dedicado a dar consejos a adolescentes sobre moda, maquillaje y estilo de vida, pero pronto su estilo "estableció el tono visual de la revista", como aseguraba la propia publicación en un artículo publicado en mayo de 2017."Las mujeres de sus imágenes no eran estatuas ni serafines: eran seres vivos que bailaban, saltaban, anhelaban y se movían de forma borrosa. Había una búsqueda en sus imágenes, una cualidad efímera", aseguraba la propia revista.La misma publicación destaca la instantánea en blanco y negro de 1955 "Dovima con elefantes", en la que la modelo Dorothy Virginia Margaret Juba posa con un vestido de Dior entre dos elefantes. Un trabajo que junto a otras fotografías forma parte del catálogo permanente del museo de arte contemporáneo de Nueva York MoMa.Entre los trabajos que guarda el MoMa, la mayoría de ellos retratos, están Brigitte Bardot (1957), el duque y la duquesa de Windsor (1957), John Lennon (1968), Paul MacCartney (1967), el retrato de Simon & Garfunkel para su disco Bookends (1968) o el director de cine John Ford (1972)."Le fascinaba la capacidad de la fotografía para sugerir la personalidad y evocar la vida de los sujetos de sus retratados. Registró las poses, las actitudes, los peinados, la ropa y los accesorios como elementos vitales y reveladores de una imagen", asegura la fundación que creó en vida y que lleva su nombre.Tras su muerte, el 30 de septiembre de 2004, tras sufrir un derrame cerebral cuando se encontraba haciendo una cobertura para la revista The New Yorker, el periodista Andy Grundberg lo describía en el obituario que publicó el New York Times como el hombre "cuyas fotografías de moda y sus retratos ayudaron a definir la imagen de estilo, belleza y cultura de Estados Unidos durante el último medio siglo".Avedon fue reconocido en vida con exposiciones en numerosos centros de arte con su primera solo en la Smithsonian Institution en 1962, una retrospectiva en el museo Whitney de arte estadounidense (1994) o dos muestras en el MoMa en 1978 y 2002.Trabajó además de para la revista Bazaar (1946-1965), para otras publicaciones de moda como Vogue (1966-1970) o firmas como Revlon, Calvin Klein, Versace o Christian Dior.Como apunta su fundación, estos trabajos le dieron la libertad de emprender otros proyectos en los que exploró sus pasiones culturales, políticas y personales. Le invitamos a conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El artista, Boris Eldagsen, asegura que explicó claramente a los organizadores del concurso Sony World Photography Awards que iba a utilizar un algoritmo para crear su imagen, y ahora rechaza el galardón.Por su parte los organizadores aseguran que, a su entender, Eldagsen les había comunicado que iba a utilizar la IA solo como un apoyo, y lo acusaron de haber "mentido deliberadamente", aunque luego retiraron esa acusación.La imagen, de tono sepia, se titula "Pseudoamnesia: The Electrician" y muestra a dos mujeres de frente ante la cámara, en un estilo vagamente antiguo, como si se tratara de una fotografía de principios del siglo XX.Sony World Photography Awards le dio el premio a la mejor fotografía creativa en marzo. La fotografía es uno de los campos artísticos más afectados por el desembarco de la IA, que permite a cualquiera crear imágenes ultrarrealistas simplemente dialogando con un "chatbox".El año pasado una obra de arte creada con IA ganó un premio en un concurso en Colorado (Estados Unidos) y provocó polémica. Eldagsen aseguró en entrevistas que su propuesta estaba destinada a provocar debate en torno a la IA."Concursé como un caradura, para averiguar si las competiciones están preparadas para la llegada de la IA. No lo están", aseguró. El concurso fotográfico aseguró por su parte en un comunicado que siguiendo los deseos del artista, retiraban la obra."Teniendo en cuenta sus acciones y subsiguientes declaraciones (...) ya no creemos posible mantener un diálogo constructivo con él", explicó Sony World Photography Awards en su comunicado. Recuerde conectarse con nuestra señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Una serie de retratos de hombres que accedieron a posar con una buganvilia o un geranio en la oreja izquierda conforma la muestra "Masculinidades", que abrió el jueves en la Fábrica de Arte de La Habana. "Evadiendo los estereotipos, se me ocurrió ver cómo trataba de mostrar hombres que estuvieran contados desde fuera de la masculinidad hegemónica", dice a AFP Molinet, de 33 años.Con su lente, la artista trata de "corregir la carencia de imágenes en el imaginario visual", que no admite una masculinidad vulnerable y condena con homofobia cualquier gesto femenino en un varón, señala.El revuelo que ha causado este proyecto, incluso antes de llegar a la sala de exposición, empezó en agosto de 2022, cuando la fotógrafa decidió subir a Twitter algunas fotos de hombres con flores naturales en sus rostros. "Para nosotros fue mayor la sorpresa que al publicarlo en Twitter se viralizó y alcanzó más de cinco millones de cuentas en menos de 24 horas y muchísima interacción", pero también polémica, cuenta Molinet.-"¡Eso es otra cosa!"Entonces, su cuenta fue suspendida temporalmente "y eso causó más revuelo aún", dice con una pequeña flor lila de arbusto incrustada en su cabello negro.La cuenta @PistolaMonik se inundó de mensajes misóginos y machistas, pero también de defensores del proyecto. "Puras estupideces! Las feministas de hoy buscan feminizar (si es que tal palabra existe) a los hombres y masculinizar a las mujeres! El mundo está de cabeza!", escribió un usuario en esa red. Pero muchos abogaron por la iniciativa y tuitearon fotos de sí mismos con flores de diversos colores y tamaños en la oreja.Para hacer la muestra, Moník y su equipo se ubicaron en un paseo del Prado, una de las principales avenidas del centro de La Habana, donde abordaron a hombres con la pregunta: "¿Estarías dispuesto a tomarte una fotografía con una flor en la oreja en apoyo a la lucha en contra de la violencia hacia la mujer?".La mayoría de las reacciones fueron adversas. "Tengo amigos homosexuales, no lo critico, pero que yo me ponga la flor, ¡eso es otra cosa!", dice un hombre de unos 50 años que fue consultado y que aparece en un video que se proyecta en la exposición.Un espacio con un fondo blanco al final de la muestra aguarda a todo el que quiera tomarse una foto, siguiendo las instrucciones escritas en un muro, que incluye ponerse la flor en la oreja izquierda.La directriz más importante es mirar con expresión seria hacia la cámara. "Queremos descubrir su personalidad en sus ojos", pide Molinet.Escuche lo mejor de la música clásica por la señal en vivo de la HJCK.
Durante décadas, Massa (Buenos Aires, 1935) fotografió cientos de escenas y retrató a cientos de personas, con especial interés en los músicos de su país, fundó el Estudio Massa y hoy su nieta, Catalina Serrano Massa, quiere darle el reconocimiento que tienen sus instantáneas, pero no él.Con la exposición "Un obrero de la fotografía", que puede visitarse simultáneamente en el Teatro San Martín de Buenos Aires y en la Casa de América de Madrid, pretende mostrar el "material extraordinario" de su abuelo. La de la capital de España forma parte del festival cultural Conexión Buenos Aires-Madrid. En ella pueden verse imágenes marcadas por la complicidad entre la cámara y decenas de músicos argentinos como Soda Stereo, Sandro, Mercedes Sosa, Osvaldo Pugliese o Roberto Goyeneche, y extranjeros como los británicos Rolling Stones, el español Joaquín Sabina o el estadounidense Michael Jackson."Mi abuelo tiene un archivo de fotos muy grande, que llevamos ordenando varios años, estaban desordenadas, en sobres, ahí tomé conciencia de la cantidad de material que había", cuenta Catalina a EFE. La joven, también fotógrafa, explica que, para llegar a la selección que puede verse en ambas ciudades, llevó a cabo un largo proceso, primero de orden dentro del archivo del abuelo, y después de conversaciones con él para ver qué fotos se exponían."Quisimos marcar que los artistas siempre lo están mirando, hay un vínculo entre retratado y fotógrafo, y buscar un equilibrio entre generaciones, entre la mía y la de mi abuelo", subraya.La intimidad, un elemento claveEn la muestra y en muchas otras fotografías de Massa, la intimidad se revela como una herramienta única, con la que se genera un momento efímero que queda retratado por una cámara, pero también por una mirada concreta. "Queríamos mostrar esa intimidad que él siempre lograba porque con algunos artistas tuvo mucho vínculo, los de su generación, de tango, folclore... Él generaba un vínculo con los artistas y a algunos los retrató durante varios años, se generó un vínculo laboral y de amistad", explica.Una intimidad que también busca y logra Catalina con sus fotografías de músicos y personalidades, y que también pueden verse en la muestra de su abuelo, a la que aporta varios retratos. "La cosa es sacarlo del lugar típico e ir más allá para poder conseguir la foto, la intimidad, ese momento, creo que eso es algo que tenemos en común y que fui dándome cuenta en el andar: es lograr escabullirme para lograr la foto, es mejor pedir perdón que permiso", comenta.Un artista desconocido, unas fotografías muy conocidas Catalina pone de ejemplo la foto que Massa hizo de los tangueros Osvaldo Pugliese y Roberto Goyeneche, que "pasó de mano en mano, de generación en generación" y se convirtió en un símbolo de buena suerte para otros músicos, pero también en un icono que cuelga en autobuses o tabernas del país. "Las fotos de mi abuelo se hicieron muy conocidas, sin saber quién era el fotógrafo, él siempre dice que no le importaba hacer marketing de su trabajo porque él no frenaba nunca, trabajaba y trabajaba y recién ahora se puede dar el lujo de poder hacer esto", indica la nieta.Muchas de las fotos expuestas son portadas de discos o "retratos que estuvieron dando vueltas mucho tiempo". En ese sentido, resume que la intención de la exposición es enseñar "quién estaba detrás del lente", pues "es un orgullo decir que era él e hizo todo este material extraordinario".Escuche lo mejor de la música clásica por la señal en vivo de la HJCK.
El Centro Cultural Gabriel García Márquez cumple 15 años y como parte de la conmemoración abre el primer concurso de fotografía para sus visitantes quienes a través de una foto de su autoría que exprese la forma de verlo, habitarlo y apropiarse de este espacio."El Centro Cultural Gabriel García Márquez fue concebido, desde su diseño, como un espacio abierto para la cultura. Durante quince años se le han abierto las puertas a escritores, artistas plásticos, filósofos, políticos, músicos, estudiantes, profesores, niños, jóvenes adultos, ciudadanos colombianos y extranjeros que encuentran en el Centro Cultural un punto de encuentro entre el Centro Histórico de Bogotá y una propuesta moderna que recoge propuestas artísticas de todo tipo y para todos los públicos", menciona el centro en un comunicado. El concurso está dirigido a ciudadanos colombianos mayores de edad que quieran expresar por medio de una fotografía su interpretación de la arquitectura y urbanismo del Centro Cultural Gabriel García Márquez. Hablando de los requisitos las fotografías se deberán enviar al correo: contacto@fce.com.co con asunto “Concurso Fotografía 15 años Centro Cultural Gabriel García Márquez” identificando su nombre y autoría de la obra presentada. Las fotografías deben ser enviadas en formato JPG en 300 DPI. Las fotografías se recibirán vía correo electrónico desde el miércoles 15 de febrero hasta el lunes 3 de abril de 2023 a las 6:00 p.m.El jurado calificador de las fotografías recibidas estará conformado por un arquitecto, un experto en la obra de Rogelio Salmona y un representante del Fondo de Cultura Económica. El jurado premiará las tres mejores fotografías con un bono de $500.000 (primer lugar), un bono de $300.000 (segundo lugar) y un bono de $200.000 (tercer lugar) redimibles en libros de su elección en las librerías del FCE en Colombia.La premiación se llevará a cabo el viernes 28 de abril de 2023. Asimismo, las 30 mejores fotografías se expondrán en la Plazoleta México del Centro Cultural Gabriel García Márquez durante el mes de mayo de 2023. No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Me preguntaba sobre las casualidades y el destino. ¿Qué detalle de nuestra vida no estará escrito aún? Conocí a Ricardo Ramírez probablemente entre semana, me había bajado en la madrugada del primer vuelo que llegaba a la ciudad y estaba a la espera de enfrentarme al día. Recuerdo la gorra que me incomodaba, el estómago hecho nudo por el café y la sensación de melancolía mientras el carro avanzaba por la autopista frente al mar tantas veces recorrido por el Maqroll de Álvaro Mutis. Era uno de esos primeros momentos del día donde el horizonte no tiene límites y el tiempo es un mito. No es demasiado alto, pensé. Ya nos habíamos reído en juntas, reuniones de cámaras encendidas y gestos aprendidos para personas respetuosamente olvidables. Pasaron las horas en medio de retrasos del rodaje, el tedio, el calor abrumante y el asfixiante cubrebocas. Hablamos sobre el pasado, el origen de su apellido Hamburger que acompaña al Ramírez y sobre todo de los sueños. Ese primer día sentado junto a él entendí que la cámara bajo el brazo también podía funcionar como brújula.Han pasado varios años desde aquél día. Sigue sin ser demasiado alto, tiene un poco más de veinte. Ya no trabajamos en ese lugar y sonreímos un poco más. Richie, como le he llamado desde siempre, inauguró el pasado 17 de diciembre, su primera exposición Retazos en 35 mm en El lugar del Poema, (Pasaje Leclerc) en Cartagena. En sus palabras, la exposición "es una exploración a partir de 20 obras analógicas, divididas en tres partes: paisaje, retratos y boxeo. La parte de paisaje es la intención de entender cómo cae la luz en el Caribe, la mayoría de fotos son en Cartagena y una obra en específico es en el Cerro de Maco, de los Montes de María". Me habla sobre las diferencias del impacto de la luz entre ciudades, de su familia, de los lugares que habita. Cuando pasamos a los retratos su voz cambia. Habla de sus amigos, de todos aquellos que ha capturado: "no hay ninguna persona que de alguna manera no conociera al momento de tomar la cámara". El arte también se construye entre los afectos, parece decirme entre líneas. Decir que esta exposición se reduce a enumerar lugares como las Callecitas de Cartagena de Arabella sería un plano bastante literal y soso. Por el contrario, cada foto tiene impregnada una visión sobre esos lugares y personas que ha habitado: "A mí me gusta mucho esa sensación de melancolía que también va un poco en contraposición del imaginario a nivel comercial que mucha gente tiene de nosotros. Generalmente se imagina al Caribe como un club de personas alegres. Pero somos muy melancólicos y creo que también va un poco supeditado a todo lo que como región nos ha tocado padecer, más allá de la guerra y el abandono estatal". "Siempre he sentido que somos bastante melancólicos y de hecho una amiga mía que se llama de Emy Osorio —que también está retratada en esta exposición— me dijo una frase que no olvido. Dijo: "nosotros somos el Caribe melancólico". Siempre recuerdo esa idea porque también es una forma de ver el espacio, la vida, la luz". De nuevo pienso en Maqroll. Se inmiscuye, parece recitar una vez más: "Ahora, lo importante es aprender a ver, llegar a saber ver, ver todo: las cosas, las personas, el cielo, los montes, el mar y sus criaturas. Todo lo que vemos esconde siempre una parte, la deja en la sombra. Allí hay que llegar, iluminar, descubrir, descifrar", para complementar el espíritu de Richie. El boxeoHay algo de arte en un hombre que se revienta los puños para ganarse la vida. Hemingway lo supo hace mucho tiempo. En la tercera parte de la exposición, el protagonista es uno de los deportes que ha estado ligado a la cultura del Caribe: "Hay cinco retratos a boxeadores junto a un par de datos de la persona retratada en los combates. Esta es una muestra de un proyecto en sí mismo en el que me he dedicado a fotografiar el último club de boxeo que existe en la ciudad de Cartagena que es el club de boxeo Aníbal González. Está ubicado en el barrio El Espinal, relativamente cerca al centro histórico". Las palabras memoria y tradición brotan. No solo está tomando fotos, gastando carretes, rescatando la alquimia del revelado: cada disparo es un hilo que teje un significado propio con su cultura.También hay algo de boxeador en cada artista. Eso lo saben todos y esta exposición es el reflejo de lo que ocurre con la mayoría de artistas en el país: autogestionada, sin patrocinios (por lo menos gubernamentales) y sacada adelante con una red de afectos enorme o un soporte increíble, como los califica Ricardo. Cada obra creada es un combate, pero cada exposición que sale para que el público pueda conocer tu obra es un cinturón de campeón. "Es muy difícil porque claramente si en Bogotá es difícil, acá los espacios son muchísimos menos, es una ciudad muy pequeña y clasista. Es una ciudad muy difícil de generar un ambiente cultural pero cuesta, siempre cuesta". El Caribe fue el lugar del que huyó Marvel Moreno hace tanto, pienso y también es el epicentro de grandes eventos, llenos de nombre y prestigio, pero el arte, y los artistas (emergentes) no presiden casi nunca mayoritariamente allí.Aun me sigo preguntando sobre el destino, no tanto en las casualidades que me llevaron a escribir esto. Solo hay algo cierto: la melancolía puede ser palpable y en ocasiones fotografiable. La exposición estará en El Lugar del poema (Cll 24 # 8b) en Cartagena hasta el próximo mes de abril. No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El impresionismo fue un movimiento artístico revolucionario que emergió en la segunda mitad del siglo XIX en Francia. Si bien históricamente se ha asociado principalmente con artistas masculinos como Monet, Renoir y Degas, las mujeres jugaron un papel fundamental en este movimiento, desafiando las normas sociales y culturales de la época para dejar una huella perdurable en la historia del arte.Entre estas destacadas pioneras del arte femenino del impresionismo se encuentra Berthe Morisot. Su obra deslumbrante y su influencia en el movimiento impresionista son innegables. Morisot desafió las expectativas sociales al perseguir una carrera artística exitosa en un momento en que las mujeres artistas enfrentaban barreras significativas. Sus obras, como "Un día de verano", de 1879 y "Mujer en su baño" de 1880, reflejan la maestría en la captura de la luz y la vida cotidiana, elementos característicos del impresionismo.Otra figura destacada es Mary Cassatt, una artista estadounidense que se unió al círculo impresionista en París. Cassatt es conocida por sus conmovedores retratos de la vida familiar y la intimidad materna, como "Niñita en un sillón azul", 1878, y "Maternidad", de 1897. Su técnica magistral y su enfoque en temas íntimos la establecieron como una figura prominente en el movimiento.Además, otras mujeres como Eva Gonzalès, discípula de Manet, y Marie Bracquemond, reconocida por sus paisajes y naturalezas muertas, contribuyeron significativamente al desarrollo y la difusión del impresionismo.Estas mujeres desafiaron los prejuicios de su tiempo y su legado perdura como testimonio de su talento y determinación. A pesar de las dificultades, dejaron una marca indeleble en la historia del arte, enriqueciendo el movimiento impresionista con su visión única y su extraordinario talento artístico.No olvide conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Cada vez falta menos para la decimoctava edición del Cartagena Festival de Música, que se realizará entre el 5 y el 13 de enero de 2024 y tendrá como temática central la ‘Sinfonía de la Naturaleza’.Los 24 conciertos de esta edición explorarán la relación entre la música y la naturaleza, que produjo obras fundamentales de compositores como Antonio Vivaldi, Edvard Grieg, Ludwig van Beethoven, Claude Debussy y Jean Sibelius, entre otros.Como es su tradición, el Cartagena Festival de Música tendrá en esta edición una orquesta residente, que protagonizará los conciertos sinfónicos que se llevarán a cabo en el Teatro Adolfo Mejía. En esta ocasión, la agrupación seleccionada es el Ensamble Allegria de Noruega, que nació 2007 y está conformado por las primeras cuerdas de las orquestas más importantes de su país.El ensamble, que en Cartagena tendrá como director al también noruego Ingar Bergby, protagonizará seis conciertos en los que interpretará reconocidas piezas como Las cuatro estaciones de Vivaldi, la Sinfonía no. 6 ‘Pastoral’ de Beethoven y Peer Gynt de Grieg.El festival convocará de nuevo a destacados solistas internacionales y nacionales, que son expertos en el repertorio seleccionado. Uno de ellos es el pianista finlandés Olli Mustonen, quien también es compositor y director de orquesta.Mustonen es un amplio conocedor de la música de los compositores del norte de Europa, especialmente Grieg, de quien en Cartagena interpretará el famoso Concierto para piano y orquesta.El grupo de pianistas internacionales se complementa con el ruso-lituano Lukas Geniušas, medalla de plata de los concursos Chopin y Tchaikovsky; el ruso Georgy Tchaidze y el sueco Peter Jablonski, que en su país recibió el reconocimiento Årets Svensk i Världen antes que la célebre agrupación de pop ABBA.Los violinistas invitados serán la noruega Eldbjörg Hemsing, quien se ha presentado en eventos tan importantes como la ceremonia de entrega del Premio Nobel de Paz en Oslo, y el ruso Nikita Boriso-Glebsky, que ha compartido escenario con prestigiosos directores como Valery Gergiev y Krzysztof Penderecki.En la ‘Sinfonía de la Naturaleza’ también participarán el Cuarteto de Cuerdas Nórdico, la mezzosoprano noruega Marianne Beate Kielland, nominada al premio Grammy en 2012, y los italianos Maurizio Leoni (barítono), Stefano Malferrari (piano), Antonello Farulli (viola), Guido Corti (corno) y Aurelio Zarelli (dirección).Además, como se ha vuelto costumbre en cada edición del Cartagena Festival de Música, el musicólogo y pianista italiano Giovanni Bietti protagonizará una serie de conversatorios-conciertos en los que introducirá los repertorios de cada jornada.Estos son los invitados nacionalesEn 2024, el Cartagena Festival de Música reunirá de nuevo a algunos de los más sobresalientes músicos colombianos, como el violonchelista bogotano Santiago Cañón-Valencia y la soprano Julieth Lozano, que ganó este año el premio del público en el concurso BBC Cardiff Singer of the World.A ellos se sumarán la Orquesta Filarmónica Juvenil de Bogotá, dirigida por Manuel López-Gómez, y la Orquesta Sinfónica de Cartagena, que bajo la batuta de Paola Ávila protagonizará el concierto de cierre.La nómina de artistas colombianos se complementará con el Bogotá Piano Cuarteto, el Cuarteto Q-Arte, la violinista Laura Hoyos y los pianistas Alejandro Roca y Andrés Roa.Escuche lo mejor de la música clásica por la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El autor nacido en Barcelona dejó de lado los protocolos que reinan en esta feria para montarse en una mesa y conversar de tú a tú con los adolescentes que se acercaron al auditorio Juan Rulfo para escuchar su experiencia con los libros y la literatura.Serra i Fabra aconsejó al público asistente que el tiempo es un cheque en blanco que deben cuidar y “no perder en cosas aburridas”, sino que deben seguir su pasión y lo que les hace ilusionarse.Señaló que para dedicarse a las artes primero deben sentir amor por sí mismos para transmitir la pasión en una obra de arte o un texto.“No puedes transmitir amor si no lo sientes, ni transmitir pasión si no la sientes, un artista explota por dentro para que el que lo lea o vea sienta esa intensidad, tienes que ser capaz de comunicar el calor que llevas dentro”, explicó.El autor de ‘Campos de fresas’ dijo que la lectura lo ayudó a vivir su infancia en una casa con violencia y en una escuela con acoso escolar debido a su tartamudez; la escritura hizo que superara ese defecto del lenguaje porque se dio cuenta que ahí podía narrar a su ritmo y “vomitar” todas las ideas que se le ocurrían.“Leer me salvó la vida, pero escribir me dio un sentido, porque tengo ideas a reventar y porque me encanta hacerlo”, expresó.Aconsejó a los escritores nóveles a mantenerse atentos a todo lo que pasa a su alrededor como si fueran “antenas parabólicas con patas”, pues las historias llegan desde los detalles más mínimos de la vida cotidiana.A pregunta de un asistente, Serra i Fabra recordó su etapa en la música, un mundo que le ayudó a comenzar a escribir de manera profesional como crítico y luego como corresponsal de revistas.Reveló que la música lo acompaña todo el tiempo y que escucha diferentes géneros según el tipo de texto que está escribiendo, aunque confesó que no le gusta la música actual.“Hoy en día echo en falta la melodía en la música, hay patrones rítmicos básicos, gente rapeando con ritmo pero me falta la melodía, además no me gustan las letras de los reguetones contra las mujeres”, concluyó.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Estas obras constituyen títulos fundamentales para entender la literatura peruana en el contexto hispanoamericano y mundial del vanguardismo del siglo XX", afirmó la Biblioteca Nacional en un comunicado.Los ocho ejemplares son primeras ediciones, seis de ellas fueron publicadas en vida por el "poeta universal", como llaman en Perú a Vallejo, y dos son obras póstumas, publicadas a partir de manuscritos y borradores conservados por su viuda, Georgette Philippart.Las obras son 'Los heraldos negros' (Lima, 1918. Fondo Antiguo de la BNP); 'Trilce' (Lima, 1922. Fondo Antiguo de la BNP); 'Escalas' (Lima, 1923. Fondo Antiguo de la BNP), 'Fabla salvaje' (Lima, 1923. Colección Raúl Porras Barrenechea de la BNP), 'El Tungsteno' (Madrid, 1931. Colección Aurelio Miró Quesada de la BNP).También 'Rusia en 1931: reflexiones al pie del Kremlin' (Madrid, 1931. Colección Aurelio Miró Quesada de la BNP), 'Poemas Humanos: 1923-1938' (París, 1939. Fondo Intermedio de la BNP) y 'Rusia ante el segundo plan quinquenal' (Lima, 1965. Colección Ricardo Angulo Basombrio de la BNP).La BNP indicó que en términos materiales, estos ejemplares de Vallejo (1892-1938) "presentan singularidades que permiten conocer su historia y procedencia".El ingreso de los libros del peruano en dicho programa se decidió en el Comité Regional de América Latina y el Caribe del Programa Memoria del Mundo de la Unesco, realizada en Santiago de Chile, donde se analizaron 32 postulaciones presentadas por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela.Además, la BNP añadió que el Tratado Preliminar de Paz, Amistad, Comercio y Navegación entre el Perú y el Japón, firmado en 1873 en la ciudad de Edo (actual Tokio), custodiado por el Ministerio de Relaciones Exteriores peruano, también ingresó a este archivo por ser el vínculo más antiguo que une América Latina y AsiaLa Unesco creó el Programa Memoria del Mundo en 1992 para promover la conservación y el acceso al patrimonio documental de la humanidad, ya que diversos factores como la falta de recursos, saqueos, guerras y el comercio ilegal hacen del patrimonio documental un material sensible de ser destruido o extraviado, por lo que radica la importancia de salvaguardarlo.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
La vibración de la voz se eleva en un auditorio lleno de gente, los ojos expresivos acompañan la voz melodiosa de un ruiseñor vestido de rojo y adornado con diamantes, María Callas se alza en vuelo, rodea la Ópera de París en un canto que hipnotiza al mundo. Maria Callas, una de las sopranos más destacadas del siglo XX, nació el 2 de diciembre de 1923 en Nueva York y falleció el 16 de septiembre de 1977 en París. Su nombre completo era María Anna Sofia Cecilia Kalogeropoúlou y, a lo largo de su carrera, se ganó el apodo de "La Divina" por su excepcional talento vocal y dramático.Desde muy joven, Callas mostró un interés innato por la música y comenzó su formación musical en Atenas, su ciudad natal, antes de trasladarse a Estados Unidos para estudiar en el conservatorio de música de Nueva York. Su debut operístico tuvo lugar en Atenas en 1941, y desde entonces su carrera ascendió vertiginosamente.Callas se destacó por su capacidad para abordar una amplia variedad de roles, desde los bel canto de Bellini hasta las intensas óperas de Verdi y Puccini. Su voz única combinaba una agilidad asombrosa con una rica resonancia, permitiéndole navegar por pasajes técnicamente desafiantes con gracia y expresividad. Sin embargo, más allá de su destreza vocal, fue su habilidad para infundir cada interpretación con una profunda emotividad lo que la convirtió en una leyenda.A lo largo de su carrera, Callas trabajó con algunos de los directores más destacados de la época, incluyendo a Tullio Serafin y Herbert von Karajan. Su colaboración con el director de escena Franco Zeffirelli también fue fundamental para su éxito en la interpretación dramática de los personajes operísticos.Aunque su carrera estuvo salpicada de desafíos personales y controversias, incluyendo su famoso romance con Aristóteles Onassis, Callas sigue siendo una figura venerada en el mundo de la ópera. Su habilidad para dar vida a personajes complejos, su entrega apasionada en el escenario y su capacidad para reinventarse la han convertido en un ícono eterno.La influencia de Maria Callas en el mundo de la música clásica es innegable, y su legado perdura no solo en sus grabaciones aclamadas sino también en la inspiración que ha brindado a generaciones posteriores de cantantes líricos. Su vida y arte se entrelazan en una narrativa fascinante que sigue cautivando a amantes de la ópera en todo el mundo.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.