Las óperas italianas abren sus temporadas con evocaciones a la actualidad

La Ópera de Roma presentó hoy la nueva producción de "Diálogos de carmelitas" de Francis Poulenc, que se estrenará el próximo domingo con la batuta del maestro Michele Mariotti y una rompedora propuesta escénica firmada por la italiana Emma Dante. La obra, basada en el último libro del dramaturgo francés Georges Bernanos, fue estrenada en Milán en 1957 y narra la historia real de dieciséis monjas del Carmelo canonizadas en 1906 por el papa Pio X como mártires de la Revolución Francesa.

Las religiosas fueron sacadas del convento violentamente y arrojadas a las calles parisinas, sufriendo todo tipo de penurias pero reuniéndose cada día para rezar. Finalmente fueron encarceladas y guillotinadas en 1792 mientras entonaban himnos a Dios. Aunque el libreto de Poulenc transcurre en la Revolución Francesa, su trasfondo, violento y represivo, sigue resonando actualmente en "esta época de guerra", incluso en Europa tras la invasión ucraniana, reconoció en la presentación el director Mariotti.

"Esta es una ópera de mujeres que creen tanto en sus ideas que las hacen más fuertes ante la muerte. Es una obra con un significado fortísimo, un himno a los derechos, a la democracia y a la libertad", aseguró en la televisión pública RAI.

El Teatro San Carlo napolitano, la ópera más antigua de Europa, fundada en 1737 por el que sería Carlos III de España, abrirá mañana su temporada con el "Don Carlo" de Giuseppe Verdi , dirigido por el alemán Claus Guth y el maestro eslovaco Juraj Valcuha. La Fenice de Venecia ha optado por "Falstaff" de Verdi y en la inauguración se ha expuesto la escultura "Phoenix" de Lorenzo Quinn, hijo del famoso actor y que, con su creación de mármol, lanza su deseo de "renacimiento de una nueva humanidad" desde el templo veneciano.

Por otro lado, La Scala de Milán abrirá su temporada como cada año el próximo 7 de diciembre , el día de su "Prima", y en esta ocasión el ruso resonará sobre las tablas de este prestigioso teatro. La pieza elegida ha sido "Boris Godunov" (1868), la adaptación lírica del compositor ruso Modest Petrovic Musorgskij de la obra de Aleksandr Pushkin, dirigida esta vez por la batuta de Riccardo Chailly y con la escenografía del danés Kasper Holten. Esta elección suscitó críticas por parte de algunas asociaciones de ucranianos en Italia, pero ha sido mantenida.

"No hay nada que vaya en contra de Ucrania (...) Insisto, no estoy dispuesto a esconderme cuando leo a Dostoyevski o Puskin", defendió el superintendente de la La Scala, Dominique Meyer.

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