"Lamento que mis acciones o declaraciones pasadas pudieran ser mal interpretadas", escribió la artista de 50 años que vive en Viena. "Condeno expresamente la guerra contra Ucrania. Mi posición es clara", agregó.
A medida que la presión aumentó para ella y otros artistas rusos, Anne Netrebko, que dispone de la doble nacionalidad rusa y austriaca, había anunciado el 1 de marzo que renunciaba a cualquier presentación "hasta nueva orden".
"No es un buen momento para mi presentarme y hacer música. Espero que mi público comprenderá esta decisión", dijo la soprano al anunciar su decisión de suspender presentaciones tras una "madura reflexión", en alusión a la invasión rusa de Ucrania.
Debía presentarse en marzo en la Filarmonía del Elba en Hamburgo, en la Scala de Milan y en Zurich. También abandonó dos días más tarde el Metropolitan Opera de New York, antes de que su agente confirmara al semanario alemán Der Spiegel el fin de su colaboración.
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Aunque no clamó abiertamente su apoyo al presidente ruso, se le reprochaba haber ido a Donetsk en diciembre de 2015 para posar con la bandera de los rebeldes separatistas prorrusos. También causó controversia cuando entregó un cheque de un millón de rublos (unos 15.000 euros) al dirigente ucraniano prorruso Oleg Tsarev.
La diva ha intervenido en las grandes operas, entre ellas Rigoletto o La traviata de Verdi o en Guerra y Paz de Prokofiev. "No es justo forzar a los artistas, o a cualquier otra personalidad, a manifestar sus opiniones políticas y denunciar a su patria (...). No soy un persona política. Soy una artista y mi objetivo es unir a la gente más allá de las diferencias políticas", había afirmado la soprano.
El director de orquesta Valery Guerguiev, cercano al Kremlin, también ha sido apartado de la escena cultural mundial, donde varias orquestas y festivales anularon sus compromisos, en particular, la Filarmónica de Múnich (sur de Alemania), su principal empleador, que lo despidió el martes. Anna Netrebko inició su carrera gracias a Guerguiev en 1994