La serva padrona es un intermezzo, en dos partes, con música de Giovanni Battista Pergolesi y libreto en italiano de Gennaro Antonio Federico, estrenado en Nápoles, el 5 de septiembre de 1733, hace 290 años.
A decir verdad, cuando el viejo bachiller Uberto y su criada Serpina (nuestros protagonistas) se juntaron por primera vez en el Teatro San Bartolomeo, aquel 5 de septiembre el público les dio la bienvenida menos calurosamente.
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Entonces Uberto y Serpina emprenden un largo viaje. Primero en Italia, donde atraen no sólo al público, sino también y sobre todo a los directores de teatro: una obra que requiere sólo dos cantantes, un tercer papel mudo y un puñado de músicos... ¡qué ganga!
El argumento de este intermezzo La serva padrona, con música de Giovanni Battista Pergolesi, es el siguiente:
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Uberto, un viejo soltero, está cansado de los conflictos permanentes con su joven sirviente Serpina. En el aria introductoria, expresa en voz alta su disgusto. Uberto se arrepiente profundamente de haber educado mal a Serpina a tal punto que ésta ignora con impertinencia sus deseos y sus órdenes comportándose como una dama. Una vez más ella lo hizo esperar por su chocolate ya tres horas.
Ella le dice que ahora es demasiado tarde para desayunar porque ya es mediodía. Uberto se enfada, ya no quiere aguantar tanta impertinencia. Así que se va al pueblo sin desayunar, pero Serpina cierra la puerta. Ella afirma tener solo buenas intenciones hacia él.
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Pero Uberto está decidido a poner su casa en orden. Su ayudante Vespone (papel silencioso) debe encontrarle una esposa para poner fin a esta situación indigna. Uberto pretende al mismo tiempo deshacerse de la problemática conexión con este despótico sirviente.
Sin embargo, la astuta Serpina inmediatamente encuentra una manera: ¿¡por qué no casarse ella misma con el viejo!? En un dúo que caracteriza a la perfección a los dos antagonistas, Uberto se opone a la insistencia de Serpina aunque su no, no parece muy valiente.
Serpina se ve obligada a realizar una estratagema para finalmente ganarse al viejo. Ella le promete al ayudante, Vespone, una excelente posición en la casa si él la ayuda. Frente a Umberto, ella afirma que un pretendiente ha venido a casarse con ella, un tal capitán llamado Tempesta.
Con esto ella pretende despertar los celos de Uberto. Para derrotarlo por completo, Serpina vuelve a apelar a la piedad de Uberto, quejándose del severo destino que le espera cuando se case con este rudo soldado. Finalmente, esta artimaña tiene el éxito esperado. Uberto admite en secreto para sí mismo, que realmente le gustaría casarse con la chica. Pero, ¿qué diría la gente si se casara con su sirvienta?
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El capitán que ahora aparece que es nada menos que Vespone disfrazado, hace que Serpina exija una dote exorbitante a Uberto. Uberto tendría que pagar esta dote o casarse con Serpina. De negarse el capitán levantaría la espada. Uberto se decide por Serpina y da su consentimiento para el matrimonio.
Serpina y Vespone revelan el truco; pero Uberto se da cuenta de que ha amado a la chica desde el principio. Se casarán, después de todo; y Serpina será ahora la verdadera patrona de la casa.
Podrá escuchar esta obra el domingo 3 de septiembre a las 9:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
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