El oratorio es tanto una invención italiana como la ópera. Ambas formas de arte utilizan cantantes para narrar un drama: un drama escrito por un poeta, musicalizado por un compositor y representado ante una audiencia.
Pero mientras que el tema de la ópera es clásico y pagano, el del oratorio es católico y sagrado. Y si los creadores de la ópera se hicieron inmortales... el inventor del oratorio fue canonizado.
De hecho, el género fue desarrollado por una congregación fundada en la década de 1550 en Roma por San Felipe de Neri; bajo su tutela, los miembros de la congregación cantaban moros (himnos sagrados) juntos en su oratorio y fue en este contexto que comenzaron a realizar dramas religiosos en música, atrayendo a un número creciente de fieles.
Rápidamente adoptaron el nuevo estilo operístico, con arias, recitativos y el proceso del bajo continuo instrumental. No hay escenografía para estos oratorios, pero el salón o la iglesia generalmente están ricamente decorados, y la gente se viste tanto para la ocasión como para las festividades más importantes.
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En Italia, el texto de los oratorios, como los de Giacomo Carissimi (1605-1674), a menudo estaba en latín, pero Alessandro Scarlatti puso música principalmente a poemas en italiano; algunos se basaron en una trama particularmente dramática.
No incluían un narrador (festo). Varias obras, entre ellas Il primo omicidio, tampoco convocaron al coro, toda la narración pasando por los diálogos y las arias de los personajes del drama, un verdadero desafío tanto para el libretista como para el compositor si la creemos que se les privó de todo recurso a la representación escénica.
La trama de este oratorio Il primo omicidio de Alessandro Scarlatti, consta de dos partes (forma habitual) y utiliza la siguientes personajes: Adán (tenor), Eva (soprano), Caín (contralto), Abel (soprano), la Voz de Dios (contralto) y la Voz de Lucifer ( bajo). Además, la voz del asesinado Abel (soprano) se escucha desde los cielos.
"En arias adecuadamente contrastadas, Adán y Eva lamentan el pecado que los expulsó del Paraíso, poniéndose como ejemplo para sus hijos. El angelical Abel consuela a sus padres en un aria pastoral, con la esperanza de calmar la ira divina sacrificando un cordero de su rebaño. Ya movido por los celos, Caín reclama, como hijo mayor, el derecho de apaciguar a Dios.
Adán y Eva aceptan las dos ofrendas: Caín y Abel luego cantan a dúo (“Dio pietoso”) durante el cual cada uno describe el resultado de su holocausto, Caín ahora murmura amenazas de muerte contra su hermano, La Voz de Dios bendice el sacrificio de Abel durante un acompañado de un recitativo y un aria, ampliado por un dúo de Adán y Eva.
Luego, introducido por una sinfonía susurra la Voz de Lucifer al oído de Caín; quien decide matar a Abel. La primera parte termina con un diálogo y un dúo contrapuntístico que opone la credulidad del inocente Abel a los odiosos apartes de Caín", se menciona en un texto del profesor y musicólogo alemán Reinhard Strohm.
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Podrá escuchar esta obra en el nuevo episodio de Canto y Música Coral el domingo 13 de agosto a las 9:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
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