Strauss compuso con El murciélago su obra maestra. Cada número musical se convirtió en un gran éxito. La única duda que podría plantearse es el género al que pertenece esta obra.
Ante todo, a la ópera cómica, que se aproxima en muchos puntos a la opereta, la zarzuela española y la comedia. Cualquiera que sea el género en que se sitúe El murciélago , es la culminación de la opereta. Rebosa humor e ingenio, energía y alegría de vivir.
La obertura es una brillante fantasía orquestal sobre algunas de las mejores ocurrencias de la partitura. Adelanta la atmósfera de baile, pero también algunos motivos líricos y grotescos, y su instrumentación es brillante.
Acto I
El primer acto transcurre en la casa del señor de Eisenstein. Adele, la criada, ha obtenido de su hermana Ida, que es bailarina de ballet, una invitación a un baile en el palacio del príncipe ruso Orlofsky. Por lo tanto, no sólo tiene que inventar ante Rosalinde la excusa de que debe cuidar por la noche a una tía enferma, sino que debe sustraerle un hermoso vestido a su ama. Sorprendentemente, Rosalinde concede la autorización solicitada, con más prontitud que de costumbre.
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Su esposo, el señor von Eisenstein, debe presentarse esa noche en la prisión para cumplir una leve condena por ofensas a la autoridad. En la calle se oye la victoriosa voz de tenor del cantante de ópera Alfred, su antiguo admirador, que le canta una serenata. Eisenstein está furioso porque un descuido de su abogado, el doctor Blind, lo obliga a cumplir el castigo, pero su humor mejora visiblemente cuando el notario, el doctor Falke, su amigo y compañero de numerosas aventuras, va a invitarlo a la fiesta de Orlofsky.
Escuche El murciélago completa este domingo 3 de abril a las 9:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.