Por más de dos siglos, músicos, historiadores y restauradores han estudiado detenidamente este misterio que hasta hoy, la ciencia no acaba de develar: el sonido del violín Stradivarius. Y no es necesario ser un experto en música para haber escuchado alguna vez que estos instrumentos son los mejores violines que jamás se hayan construido en la historia, pues su sonido es incomparable.
En la actualidad, la ciencia aún no ha comprendido cómo estos instrumentos creados entre el siglo XVII y XVIII (hoy son muy escasos) son mucho mejores que los que se manufacturan en el mercado. Alrededor de esta hipótesis se han creado muchas teorías, algunas mucho más verosímiles que otras.
Una de ellas es que se cree que la madera utilizada para crearlos proviene del abeto alpino que creció durante un periodo de clima inusualmente frío, lo que provocó que los anillos de crecimiento anuales estuvieran más juntos, haciendo que la madera fuera anormalmente más densa que la de los demás.
Otra teoría que prevalece tiene que ver con el barniz que Antonio Stradivari utilizó, y que mezclaba un ingenioso cóctel de miel, clara de huevo y goma arábiga de árboles subsaharianos. Pero entre todas las teorías, hay una que tiene más aceptación entre la comunidad científica: el secreto está en los productos químicos utilizados para empapar la madera: bórax, zinc, cobre, alumbre y agua de cal.
Publicidad
En 2017, un grupo de investigadores taiwaneses comparó el arce utilizado por Stradivarius con la madera de arce moderna de alta calidad. El resultado del análisis arrojó la evidencia de tratamientos químicos en forma de aluminio, calcio y cobre, entre otros elementos. Con el paso del tiempo, la descomposición de la hemicelulosa, un componente de la madera, los instrumentos de Stradivari y Guarneri utilizados en el estudio tenían un 25% menos de agua que los instrumentos modernos.
El resultado de dicha investigación es contundente: entre menos humedad, más brillante es el sonido. Esta conclusión se pudo comprobar al analizar las trazas químicas conservadas en la madera de arce utilizada para fabricar las cajas de resonancia de los instrumentos de Stradivari y Guarneri. En la investigación se utilizó una rara colección de muestras de madera cremonense de abeto y arce. Ahí encontraron rastros de bórax y varios sulfatos metálicos con más de 300 años de antigüedad.