Serguéi Rajmáninov (1873-1943) tenía 20 años cuando Piotr Ilich Chaikovski (1840-1893) murió. El admirado compositor fue una de las influencias más importantes para el joven pianista y en homenaje a él compuso el “Trío elegíaco No. 2 en re menor, Op. 9”. También tocaba con frecuencia su “Concierto para piano” y como director fue reconocido por las interpretaciones de sus obras orquestales, entre ellas la “Sinfonía No. 4 en fa menor, Op. 36”, compuesta entre mayo y diciembre de 1877.La “Sinfonía No. 4” de Chaikovski será interpretada por la Filarmónica de Bogotá, con la dirección del español Tomàs Grau, en dos presentaciones —con entrada libre hasta completar aforo— en el León de Greiff (universidad Nacional de Colombia), el viernes 8 de noviembre (3:00 p.m.) y sábado 9 de noviembre (4:00 p.m.).Además de esta obra orquestal, una de las favoritas de Chaikovski, se escuchará la “Rapsodia sobre un tema de Paganini”, de Rajmáninov, que tendrá en la interpretación solista a Sergei Sichkov, pianista de la Filarmónica de Bogotá.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquí¿Quién es Tomàs Grau?Director inspirado y de gran sensibilidad, se caracteriza por su gesto preciso y por la sinceridad de sus lecturas musicales, que buscan transmitir de manera diáfana las verdaderas emociones que hay en cada una de las partituras, compartiendo con el público su amor por la música.Ha dirigido, entre otros, solistas de talla internacional como Anne-Sophie Mutter, Maria João Pires, Midori, Patricia Kopatchinskaja, Gautier Capuçon, Ivo Pogorelich, Mischa Maisky, Elisabeth Leonskaja, Javier Perianes, Sabine Meyer, Steven Isserlis, Paul Lewis, Alexei Volodin, Stephen Kovacevich, Seong-Jin Cho, Reinhold Friedrich, Mark Padmore y Alice Sara Ott en las principales salas de conciertos de España, como el Auditorio Nacional de Madrid, el Auditorio de Zaragoza, el Palau de la Música Catalana o l’Auditori de Barcelona, como también a nivel internacional en el Carnegie Hall de Nueva York y la Tonhalle de Zúrich.Actualmente es el Director Musical y Director Artístico de la Franz Schubert Filharmonia, y lo invitan con frecuencia a dirigir otras formaciones, como la Orquesta Simón Bolívar, Orquesta Nacional de España, Royal Bangkok Symphony Orchestra y la Orquesta Filarmónica de Bogotá, entre muchos otros formatos.¿Quién es Sergei Sichkov?El repertorio de Sergei Sichkov incluye 35 conciertos para piano y orquesta, entre ellos los cuatro conciertos y la “Rapsodia sobre un tema de Paganini” de Rajmáninov. Además de tocar como solista con orquestas, dedica una importante parte de su tiempo a la interpretación de música de cámara. Ha ofrecido recitales en varios países y ha participado en los más grandes eventos musicales realizados en Colombia. En 2014 recibió el Premio Bienal a la Creacion Artistica Javeriana por su actuación como solista con la Orquesta Sinfónica de Róterdam.Nació en Moscú (Rusia). En 1987 obtuvo el primer lugar en el concurso de jóvenes pianistas de la región de Moscú. En 1991 ingresó al renombrado Conservatorio Chaikovski donde obtuvo diploma laureado. Participó en el primer festival de piano Rajmáninov de Moscú en el año de 1993.Dentro de su labor pedagógica, Sergei Sichkov se ha desempeñado como asistente de la maestra Olga Zhukova en el Conservatorio Chaikovski y, desde 1999, es profesor asociado de las Facultades de Artes en las universidades Javeriana, El Bosque, Nacional de Colombia y los Andes. Durante 16 años se desempeñó como pianista de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia y actualmente es el pianista de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Venezuela recibió el récord Guinness a "la orquesta más grande del mundo" tras lograr poner en escena a miles de músicos que interpretaron la Marcha Eslava de Tchaikovsky. La marca fue alcanzada por el Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela, un programa estatal fundado en 1975 por el maestro José Antonio Abreu que dio acceso a educación musical a millares de niños de clases populares, al desplazar a Rusia que la había impuesto en 2019 con 8.097 músicos."Puedo confirmar que este intento ha sido exitoso, felicidades, Guinness World Récord como la orquesta más grande, ustedes son oficialmente asombrosos", dijo la oficial a cargo de dar el veredicto en una pantalla durante un acto en la sede de "El Sistema", como es normalmente conocido.Aunque el intento por el récord se hizo el pasado sábado en el patio de la Academia Militar de Venezuela, con unos 12.000 músicos venezolanos, los encargados de certificar la cifra reconocieron que la orquesta constó de 8.573 integrantes. "La orquesta más grande consiste de 8.573 músicos y fue lograda por el Sistema Nacional de Orquestas y coros juveniles e infantiles de Venezuela, en Caracas, el 13 de noviembre de 2021", indica el certificado de la organización Guinness.Músicos venezolanos, incluyendo niños de 12 años hasta adultos integrantes de la principal orquesta del país, la Simón Bolívar, interpretaron la Marcha Eslava dirigidos por el maestro Andrés Ascanio, de 34 años. "Es una hazaña, no solo del Sistema, sino del país", dijo entre aplausos Eduardo Méndez, director de este programa conformado por un millón de miembros en todo el país. Venezuela ya acumula varios otros Guinness, incluidas el Salto Ángel, la caída de agua más alta del mundo, o el llamado "Relámpago del Catatumbo", el sitio con mayor cantidad de tormentas eléctricas del planeta.También está el teleférico más alto del mundo, la mayor arepa y pan de jamón, comidas típicas venezolanas, y hasta las cinco coronas en el Miss Mundo son un récord en este país exportador de reinas de belleza. "El Sistema", que ha sido replicado por decenas de países, es cuna de emblemas como Gustavo Dudamel, el director musical de la Ópera de París y la Filarmónica de Los Ángeles, que envió un mensaje de felicitación a través de un video publicado en sus redes sociales.La obra de Tchaikovsky, compuesta en 1876 como himno para inspirar a los soldados rusos y serbios en la guerra con Turquía, fue tercera en el programa de ocho piezas en el concierto del 13 de noviembre. "El Sistema" ya había reunido a más de 10.000 músicos para rendir tributo al maestro Abreu cuando falleció. Presente en la ceremonia para celebrar el récord, el embajador ruso en Venezuela, Sergei Melik-Bagdasarov, felicitó al país por su "digna" victoria. "Sabemos todos que el récord anterior pertenecía a Rusia, ahora es su logro, pero compartimos con mucho gusto esta victoria", expresó el diplomático en el acto transmitido por la televisión estatal.
Chaikovski nació en Rusia, bien entrada la época de 1840. Su camino musical estuvo mediado por una ´época prolífica de creadores, siendo contemporáneo de artistas como Borodin, Mussorgsky o Rimski-Korsakov, el conocido Grupo de los cinco. Sin embargo, con un trabajo arduo el compositor logró desligarse de las formas de la época y construir un estrilo propio que lo convertiría en un referente obligado, al hablar de música. El nacionalismo imperante de la música del momento no fue nunca de su interés, por el contrario, Chaikovski se enfocó en profundizar sobre él mismo, anulando el contexto como una fuente de principal inspiración. Su corazón entonces se convirtió en el mapa y la ruta, en el medio para hablar de su compleja y atormentada personalidad hasta convertirla en sinfonía.Los primeros pasos de Tchaikovsky en el mundo de la música no revelaron un especial talento ni para la interpretación ni para la creación. Sus primeras obras, como el poema sinfónico Fatum o la Sinfonía núm. 1 "Sueños de invierno", mostraban una personalidad poco definida. De inspiración fácil, gustaba del lirismo efusivo y espontáneo, abierto a inflexiones idílicas, lo que explica el éxito posterior de sus obras tanto en su patria como en el extranjero.Quizás haya sido "El lago de los cisnes" de 1877 su primera obra de gran acogida y reconocimiento, a pesar de haber sido despreciada en el estreno. La romántica y mágica historia de amor entre Sigfrido y Odette, princesa transformada en cisne, es actualmente una de las piezas cimeras del repertorio, con números tan célebres como el Vals del acto primero, la Introducción del segundo o las danzas características del tercero.
Por más de dos siglos, músicos, historiadores y restauradores han estudiado detenidamente este misterio que hasta hoy, la ciencia no acaba de develar: el sonido del violín Stradivarius. Y no es necesario ser un experto en música para haber escuchado alguna vez que estos instrumentos son los mejores violines que jamás se hayan construido en la historia, pues su sonido es incomparable.En la actualidad, la ciencia aún no ha comprendido cómo estos instrumentos creados entre el siglo XVII y XVIII (hoy son muy escasos) son mucho mejores que los que se manufacturan en el mercado. Alrededor de esta hipótesis se han creado muchas teorías, algunas mucho más verosímiles que otras.Una de ellas es que se cree que la madera utilizada para crearlos proviene del abeto alpino que creció durante un periodo de clima inusualmente frío, lo que provocó que los anillos de crecimiento anuales estuvieran más juntos, haciendo que la madera fuera anormalmente más densa que la de los demás.Otra teoría que prevalece tiene que ver con el barniz que Antonio Stradivari utilizó, y que mezclaba un ingenioso cóctel de miel, clara de huevo y goma arábiga de árboles subsaharianos. Pero entre todas las teorías, hay una que tiene más aceptación entre la comunidad científica: el secreto está en los productos químicos utilizados para empapar la madera: bórax, zinc, cobre, alumbre y agua de cal.En 2017, un grupo de investigadores taiwaneses comparó el arce utilizado por Stradivarius con la madera de arce moderna de alta calidad. El resultado del análisis arrojó la evidencia de tratamientos químicos en forma de aluminio, calcio y cobre, entre otros elementos. Con el paso del tiempo, la descomposición de la hemicelulosa, un componente de la madera, los instrumentos de Stradivari y Guarneri utilizados en el estudio tenían un 25% menos de agua que los instrumentos modernos.El resultado de dicha investigación es contundente: entre menos humedad, más brillante es el sonido. Esta conclusión se pudo comprobar al analizar las trazas químicas conservadas en la madera de arce utilizada para fabricar las cajas de resonancia de los instrumentos de Stradivari y Guarneri. En la investigación se utilizó una rara colección de muestras de madera cremonense de abeto y arce. Ahí encontraron rastros de bórax y varios sulfatos metálicos con más de 300 años de antigüedad.
El director de orquesta levanta su batuta y la música empieza a sonar ante un público expectante, que intenta descubrir la huella de Beethoven en una melodía basada en unas cuantas notas suyas pero completada con la ayuda de la inteligencia artificial. La obra, interpretada en una sala de Lausana (Suiza) por la orquesta Nexus, está inspirada en un puñado de notas que el genial compositor alemán dejó, posiblemente fragmentos de su 10ª sinfonía y fue terminada gracias a la tecnología.En cuanto estuvo terminada, la orquesta ensayó esa pieza inédita durante un rato y, esa misma noche, la presentó en un concierto. La obra se llama BeethovANN 10.1 y fue creada gracias a un programa de inteligencia artificial. "ANN" se refiere al acrónimo (en inglés) de Red Neuronal Artificial, una de las formas de la inteligencia artificial. "No sabemos demasiado bien cómo resultará. Está esa parte un poco imprevista, pero hay que entender que no es el resultado lo que cuenta, si no el proceso", había explicado días antes a la AFP Guillaume Berney, el director de orquesta.Detrás de BeethovANN 10.1 está Florian Colombo, un violoncelista que ha dedicado largos años al proyecto de enseñarle a una máquina cómo componer siguiendo el estilo de uno de los más grandes músicos de la historia. El jueves, Florian Colombo abrió el fichero Symphonie 10.1 en una gran pantalla y, con un solo clic, generó la partitura final para la obra, que dura unos 5 minutos.Tras ello, Guillaume Berney efectuó algunos ajustes armónicos y la pieza fue presentada al público esa misma noche. Este viernes está previsto realizar una segunda representación. "Es bastante genial ver esto, es como estar en la unidad de maternidad, es un nacimiento", afirmó el director de orquesta, con las primeras hojas de la partitura en la mano. "En cuanto a lo que veo a nivel armónico, estamos más bien en la época de Beethoven, así que podemos decir que es un éxito".Durante el ensayo, Florian Colombo confesó su "emoción". "Hay un toque de Beethoven pero esto es verdaderamente BeethovANN, es algo por descubrir", apuntó. "Hay algunas cosas que están muy bien, otras que están fuera del estilo pero es agradable. Quizá le falta la chispa del genio", señaló.Colombo, investigador informático de la prestigiosa Escuela Politécnica Federal de Lausana, educó a las redes de neuronas artificiales con los 16 cuartetos de cuerda de Beethoven y sus acordes particulares, y luego le pidió que compusiera a partir de fragmentos lo que habría podido convertirse en la 10ª sinfonía. "La idea es poder apretar el botón y tener la partitura completa para la orquesta sinfónica entera, sin más intervenciones que mi trabajo previo", explicó el investigador.
En la sala, junto al piano, se ubican las violas. En la cocina, los violines. Más tarde, en un turno sucesivo, llegarán los teclados y el coro. Se trata del Principito Sinfónico, una pieza de teatro musical creada en medio del confinamiento por el covid 19, lanzada en disco el pasado 30 de julio y que desean presentar al público a partir de noviembre.El director de la orquesta, Enmanuel González, no puede esperar más. "El Principito es un proyecto hermosísimo. Fue el trabajo de la cuarentena y fue una vía de escape también, era lo único en que pensábamos. Me tiene con mucha expectativa y quiero presentarlo ya", dice impaciente.Inspirada en la novela de Antoine de Saint-Exupéry, El Principito Sinfónico es una composición original de los miembros de esta orquesta formada por más de 120 músicos profesionales venezolanos que llegaron a Argentina hace cuatro o cinco años, parte del enorme éxodo de su país. Muchos de ellos se ganaban la vida tocando en los pasillos del metro de Buenos Aires. Pero la llegada del covid 19 los sumió en "un periodo oscuro", del que ahora emergen con esta obra, refiere su director ejecutivo, Omar Zambrano. "La habíamos pensado antes de la pandemia, pero no la habíamos podido ejecutar porque requiere mucho tiempo para la composición y los arreglos. Es el resultado de muchas voluntades: los compositores, los arreglistas, los ejecutantes, el director. De a poquito se fue armando en pandemia, de a pedacitos, a medida que se flexibilizaba el confinamiento", relata Zambrano. Durante ese tiempo también crearon una escuela de música en línea, Latin Vox Academy, que permite a los músicos generar ingresos.Del trauma a la alegría"Difícilmente estaríamos haciendo lo que hacemos sin el trauma del desplazamiento y de la pandemia. El ejercicio de transformar lo malo en lo bueno es lo poderoso de lo que hacemos. Convertir el trauma en alegría es un arte", indica Zambrano. En los meses más difíciles recibieron asistencia del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) y de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). "La pandemia del covid 19 vino a exacerbar la vulnerabilidad de la población migrante y la refugiada. La mayoría de esas personas trabajaba en el sector informal y se vio abiertamente afectada por las medidas sanitarias", expresa Juan Carlos Murillo, representante de Acnur.Pero el proyecto Latin Vox Machine "permitió que pudieran continuar trabajando y relacionándose. Es una muestra fehaciente del valor, de la determinación y de la resiliencia de las personas refugiadas y migrantes", asevera Murillo. Venezuela es, detrás de Siria, el segundo país del mundo con mayor número de desplazados, unos 5,6 millones de personas desde 2015, según la estimación de Acnur. En Argentina residen unas 185.000.La cantante Isa Ramos y el coordinador de la orquesta, César Pérez, se encargaron durante el confinamiento de contactar a los músicos para saber qué necesitaban."Creamos una red. Con familias maravillosas hicimos una colecta inmensa. Pagamos alquileres de varios chicos por varios meses. Atendimos situaciones médicas, cirugías. Y en la Navidad los niños (de los músicos) también tuvieron esa ilusión de los regalos", recuerda satisfecha Ramos."Volver a escucharnos"La violinista María Andreyna Chávez considera que la orquesta ha sido en este tiempo una "bendición" y por nada en el mundo renunciaría a los domingos de ensayo. "Es la unión, volver a vernos. Después de tanto tiempo, volver a escucharnos. Hemos sido muy bendecidos con el Principito. Nos ha dado mucho: un objetivo, un continuar, un seguir", sostiene.Zambrano la secunda y asegura que "esa dinámica de ensayar, de perseguir un objetivo artístico es un privilegio que atesoramos y compartimos. Los ensayos son más valiosos que los propios conciertos, porque es el espacio en el que ocurre el reencuentro que teníamos en Venezuela y que de pronto perdimos". Aunque muchos de ellos no se conocían antes, la gran mayoría se formó en el aclamado Sistema de orquestas infantiles y juveniles de Venezuela, donde comenzó su carrera Gustavo Dudamel, el nuevo director de la Ópera de París.
Después de una amplia y ecléctica carrera que alcanza las tres décadas, Moby se sitúa hoy en el gran salón de los pioneros de la música electrónica. Además de ser cantante y compositor, productor, activista y restaurador, ha decidido emprender una última aventura musical que se presenta bajo una luz completamente nueva. "Reprise" incluye sus pistas más conocidas en nuevos arreglos para instrumentos clásicos, con el propio Moby y una alineación estelar de colaboradores, arreglistas y expertos de todo el espectro musical.El álbum, que salió a la venta el pasado 28 de mayo, coincide con el estreno de Moby Doc (2021), un documental surrealista escrito y dirigido por Rob Bralver, narrado por el propio Moby, en el cual reflexiona sobre su vida personal y la iconicidad de su música. En el documental, Moby explora desde sus bases como guitarrista de una banda punk hasta convertirse en una super-estrella que definió por años al arquetipo de -productor de música electrónica-; de ser un hombre con problemas con las drogas a ser uno de los activistas veganos más reconocidos del mundo, su vida estará contenida en este material que contendrá entrevistas exclusivas con leyendas de la talla de David Lynch y David Bowie.Moby asumió el reto de explorar su música en clave sinfónica tras actuar, hace tres años, con Gustavo Dudamel en el Walt Disney Concert Hall, en la que fue su primera incursión en este formato. Ahora, con "Reprise", el músico neoyorkino de 55 años celebra su ingreso en el histórico sello berlinés de música clásica, el más prestigioso del mundo.Durante el anuncio, realizado en marzo de este año, compartió el primer adelanto del material, una nueva versión de su clásico ‘Porcelain’, segundo sencillo de su quinto álbum de estudio Play (1999) que lo llevó a ser un icono para la cultura pop. Contrario a las atmósferas electrónicas de la original, está tiene su base en una melodía a piano y unos violines. La voz la comparte con Jim James, líder de la agrupación My Morning Jacket.El álbum de 14 pistas incluye canciones clásicas de Moby como Porcelain, Why Does My Heart y Extreme Ways en versiones nuevas y absolutamente innovadoras instrumentadas en conjunto con la Budapest Art Orchestra, además de contar con colaboraciones llamativas que incluyen a Jim James, Víkingur Ólafsson, Gregory Porter y Kris Kristofferson.
En HJCK, hemos elegido a uno de los personajes más auténticos y representativos de la generación modernista de la cultura checa como nuestro Músico de la Semana: Leoš Janáček. Sus obras, muchas veces eran basadas en la música popular que provenía de las regiones de Moravia, particularmente de la Eslovaquia Morava y de Laquia.Nacido el 3 de julio de 1854 y siendo el noveno hijo de sus padres Jiří y Amálie Janáček,, se ganó la vida durante mucho tiempo como profesor de música. En 1919, un año después del surgimiento de la Checoslovaquia independiente, fundó el Conservatorio de Brno.Sus primeras dos óperas, Šárka y El comienzo de un romance, escritas a finales del siglo XIX, no cosecharon mucho éxito. El maestro se impuso hasta en 1904 con la ópera Jenůfa que le abrió las puertas al mundo de la música clásica mundial.Entre otras obras más destacadas de Leoš Janáček figuran las piezas orquestales, como la Sinfonietta, La Misa glagolítica y la rapsodia Taras Bulba, entre otras composiciones. Gracias a estas obras de madurez, Janáček está considerado como uno de los compositores checos más importantes, junto a Antonín Dvořák y Bedřich Smetana.Su última ópera la escribió en 1930 bajo el título "De la casa de los muertos" con libreto del compositor basado en la obra de Fiódor Dostoyevski. Janáček falleció a causa de una neumonía el 12 de agosto de 1928 en la ciudad de Ostrava.A continuación disfrute del gran especial de nuestro músico de la semana transmitido a través de hjck.com sobre la vida y obra del compositor.
El sonido de las cuerdas se eleva el viernes por la noche desde un pequeño triángulo verde en el centro del distrito de Brooklyn, viene de los instrumentos de los músicos de la orquesta filarmónica de Nueva York, lejos de su habitual sede en el Lincoln Center de Manhattan. Con la temporada de otoño cancelada y la sala cerrada debido al coronavirus, Quan Ge, Cong Wu y sus violines actúan frente a la furgoneta de la orquesta, que acertadamente se llama Bandwagon, un juego de palabras entre "tren en marcha" y "vehículo de la orquesta".La filarmónica eligió ese nuevo formato, que presenta tres veces al día los viernes, sábados y domingo, hasta mediados de octubre, para encontrarse con los neoyorquinos en las calles. Algunos pasan sin ver, pero otros se detienen a escuchar estas melodías que se mezclan con los ruidos de la ciudad, como la bocina de un camión cuyo tono coincide milagrosamente con la canción. En este momento, "es como si la ciudad fuera nuestra orquesta y que nosotros fuéramos los solistas", se maravilla Anthony Roth Costanzo, cantante de ópera y productor de esta serie de mini-conciertos "pop-up", que se apoderan de los cuatro rincones de la metrópoli sin anunciarse de antemano."En este periodo de pandemia, de cambio social, estamos explorando nuevas formas para entrar en contacto con la gente", explica el contratenor. "Tenemos que reinventar las formas de ir a los conciertos", expresa. "No se trata solo de que la gente venga a nuestra casa, a nuestro local, se trata de presentarnos al mundo y mostrar lo que la música puede hacer", añade. Además del lugar, la orquesta filarmónica más antigua de Estados Unidos (178 años) también ha ampliado su repertorio para atraer a los espectadores.En el pequeño jardín público de Brooklyn, a pocos metros de la Academia de Música de Brooklyn, los músicos, utilizando tapabocas y separados como mandan los protocolos sanitarios, terminan con la balada "Somewhere" del musical "West Side Story". Los miembros de la banda cambiaron su sobria indumentaria de la sala de conciertos por camisetas y gafas de sol y animan al público a acercarse e incluso a bailar.Anthony Roth Costanzo está a cargo de la animación entre canciones, con un micrófono en mano desde la parte trasera de la camioneta. Los conductores bajan las ventanillas para escuchar algunas notas de un arreglo de cuerdas del himno tributo de Nueva York "Empire State of Mind (Part II)" de la cantante pop Alicia Keys."Necesitamos un escenario""¡Te amo!" grita Lorri, una mujer con lágrimas en los ojos después de la seria interpretación de "Lachrimae Pavan". "Me conmovió", dice poco después, emocionada por este concierto que para ella es "un regalo del cielo". Desde el comienzo de la pandemia y el cierre de la mayoría de las salas de espectáculos en Estados Unidos, los conciertos virtuales se han multiplicado en un intento por llenar el vacío. Pero "no es lo mismo", según Cong Wu. "La música es la comunicación y necesitamos un escenario", precisa. La Filarmónica mantiene en secreto la ubicación de estas actuaciones al aire libre para evitar las multitudes y crear condiciones para una propagación de la covid-19.Pero incluso frente a unas pocas docenas de espectadores elegidos al azar, no todos ellos amantes de la música clásica, con la debida distancia "es agradable sentir la energía de la gente", se regocija el violinista. "Hubo un momento al final, cuando los violines se callaron, en el que hubo un silencio perfecto, del tipo que se escucha en una sala de conciertos", dice Anthony Roth Costanzo. "Podía sentir que la gente se ponía en contacto", afirma. "No sólo entre ellos y nosotros, sino también entre nosotros. Es tan importante en el mundo de hoy", subraya.
Nacido en una familia de clase media, la educación que recibió Chaikovski estaba dirigida a prepararle como funcionario, a pesar del interés musical que mostró. En contra de los deseos de su familia, decidió seguir una carrera musical y en 1862 accedió al Conservatorio de San Petersburgo, graduándose en 1865. La formación que recibió, formal y orientada al estilo musical occidental, lo apartó del movimiento contemporáneo nacionalista conocido como el «Grupo de los Cinco» conformado por un grupo de jóvenes compositores rusos, con los cuales Chaikovski mantuvo una relación profesional y de amistad a lo largo de su carrera.Mientras desarrollaba su estilo, Chaikovski escribió música en varios géneros y formas, incluyendo la sinfonía, ópera, ballet, música instrumental, de cámara y la canción. A pesar de contar con varios éxitos, nunca tuvo mucha confianza o seguridad en sí mismo y su vida estuvo salpicada por crisis personales y periodos de depresión. Como factores que quizá contribuyeron a esto, pueden mencionarse su homosexualidad reprimida y el miedo a que se revelara su condición, su desastroso matrimonio y el repentino colapso de la única relación duradera que mantuvo en su vida adulta: su asociación de trece años con la rica viuda Nadezhda von Meck. En medio de esta agitada vida personal, la reputación de Chaikovski aumentó; recibió honores por parte del zar, obtuvo una pensión vitalicia y fue alabado en las salas de conciertos de todo el mundo. Su repentina muerte a los cincuenta y tres años suele atribuirse generalmente al cólera, pero algunos lo atribuyen a un suicidio.A pesar de ser popular en todo el mundo, Chaikovski recibió a veces duras críticas por parte de críticos y compositores. Sin embargo, su reputación como compositor es hoy en día segura, y ha desaparecido por completo el desdén con el que los críticos occidentales a principios y mediados del siglo XX catalogaban su música como vulgar y falta de pensamiento. De hecho, Chaikovski está considerado actualmente como el más destacado músico de Rusia y una de las figuras más importantes de la cultura de ese país a lo largo de su historia.AmorEl escritor Aleksandr Poznanski mostró a través de su investigación que Chaikovski tuvo sentimientos homosexuales y que algunas de las relaciones más cercanas que mantuvo fueron con personas del mismo sexo. El criado de Chaikovski, Alekséi Sofrónov y el sobrino del compositor, Vladímir "Bob" Davýdov, han sido citados como intereses románticos.28Más dudas plantea la conformidad que tenía Chaikovski de su propia naturaleza sexual. Tras leer toda la correspondencia de Chaikovski, incluyendo la no publicada, Poznanski concluye que el compositor «finalmente empezó a ver sus peculiaridades sexuales como algo inevitable e incluso como una parte natural de su personalidad... sin haber sufrido ningún daño psicológico grave». También han sido publicadas secciones importantes de la autobiografía de su hermano Modest, en las cuales se refiere a esta orientación sexual de su hermano, que comprendía por ser similar a la suya. Algunas cartas que fueron suprimidas por los censores soviéticos, en las cuales Chaikovski habla abiertamente sobre su homosexualidad, han sido publicadas en ruso, así como traducidas al inglés por Poznanski. Sin embargo, el biógrafo Anthony Holden afirma que la búsqueda del musicólogo y erudito británico Henry Zajaczkowski «mediante líneas psicoanalíticas» tiende en cambio a «una inhibición severa inconsciente por parte del compositor acerca de sus sentimientos sexuales»:El musicólogo e historiador Roland John Wiley sugiere una tercera alternativa, basada en las cartas de Chaikovski. Sugiere que a pesar de que Chaikovski no sufría «ningún sentimiento insoportable de culpabilidad» sobre su homosexualidad, permaneció temeroso de las consecuencias negativas de que eso saliera a la luz, especialmente en las ramas de su familia. Su decisión de casarse e intentar llevar una doble vida fue propiciada por varios factores: la posibilidad de que se revelara su situación, la voluntad de agradar a su padre, su propio deseo de una casa permanente y su amor por los niños y la familia. A pesar de que Chaikovski pudiera haber tenido una vida activa en cuanto a romances, las pruebas sobre emplear «argot sexual y tener encuentros apasionados» son limitadas. Buscó la compañía de homosexuales en su círculo durante largos periodos, «asociándose abiertamente y estableciendo conexiones profesionales con ellos». Wiley añade, «las críticas de inexpertos en la materia sobre lo contrario, que no justifican su asunción, salvo por el periodo de [corta vida matrimonial], afirman que la sexualidad de Chaikovski incluso afectó a su inspiración profundamente, o hizo de su música una confesión idiosincrática o incapaz de comunicar contenido filosófico». Lo cierto es que el último movimiento de la Sexta Sinfonía de Chaikovski, más conocida como la Patética, refleja la progresiva desesperación del autor ante la hostilidad de su entorno social y anuncia acaso su suicidio, camuflado bajo el manto de una enfermedad autoinducida, nueve días después de su estreno.