Nacido en una familia de clase media, la educación que recibió Chaikovski estaba dirigida a prepararle como funcionario, a pesar del interés musical que mostró. En contra de los deseos de su familia, decidió seguir una carrera musical y en 1862 accedió al Conservatorio de San Petersburgo, graduándose en 1865. La formación que recibió, formal y orientada al estilo musical occidental, lo apartó del movimiento contemporáneo nacionalista conocido como el «Grupo de los Cinco» conformado por un grupo de jóvenes compositores rusos, con los cuales Chaikovski mantuvo una relación profesional y de amistad a lo largo de su carrera.
Mientras desarrollaba su estilo, Chaikovski escribió música en varios géneros y formas, incluyendo la sinfonía, ópera, ballet, música instrumental, de cámara y la canción. A pesar de contar con varios éxitos, nunca tuvo mucha confianza o seguridad en sí mismo y su vida estuvo salpicada por crisis personales y periodos de depresión. Como factores que quizá contribuyeron a esto, pueden mencionarse su homosexualidad reprimida y el miedo a que se revelara su condición, su desastroso matrimonio y el repentino colapso de la única relación duradera que mantuvo en su vida adulta: su asociación de trece años con la rica viuda Nadezhda von Meck. En medio de esta agitada vida personal, la reputación de Chaikovski aumentó; recibió honores por parte del zar, obtuvo una pensión vitalicia y fue alabado en las salas de conciertos de todo el mundo. Su repentina muerte a los cincuenta y tres años suele atribuirse generalmente al cólera, pero algunos lo atribuyen a un suicidio.
A pesar de ser popular en todo el mundo, Chaikovski recibió a veces duras críticas por parte de críticos y compositores. Sin embargo, su reputación como compositor es hoy en día segura, y ha desaparecido por completo el desdén con el que los críticos occidentales a principios y mediados del siglo XX catalogaban su música como vulgar y falta de pensamiento. De hecho, Chaikovski está considerado actualmente como el más destacado músico de Rusia y una de las figuras más importantes de la cultura de ese país a lo largo de su historia.
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Amor
El escritor Aleksandr Poznanski mostró a través de su investigación que Chaikovski tuvo sentimientos homosexuales y que algunas de las relaciones más cercanas que mantuvo fueron con personas del mismo sexo. El criado de Chaikovski, Alekséi Sofrónov y el sobrino del compositor, Vladímir "Bob" Davýdov, han sido citados como intereses románticos.28
Más dudas plantea la conformidad que tenía Chaikovski de su propia naturaleza sexual. Tras leer toda la correspondencia de Chaikovski, incluyendo la no publicada, Poznanski concluye que el compositor «finalmente empezó a ver sus peculiaridades sexuales como algo inevitable e incluso como una parte natural de su personalidad... sin haber sufrido ningún daño psicológico grave». También han sido publicadas secciones importantes de la autobiografía de su hermano Modest, en las cuales se refiere a esta orientación sexual de su hermano, que comprendía por ser similar a la suya. Algunas cartas que fueron suprimidas por los censores soviéticos, en las cuales Chaikovski habla abiertamente sobre su homosexualidad, han sido publicadas en ruso, así como traducidas al inglés por Poznanski. Sin embargo, el biógrafo Anthony Holden afirma que la búsqueda del musicólogo y erudito británico Henry Zajaczkowski «mediante líneas psicoanalíticas» tiende en cambio a «una inhibición severa inconsciente por parte del compositor acerca de sus sentimientos sexuales»:
Una consecuencia de esto podría ser una indulgencia sexual excesiva como una especie de solución falsa: el individuo de ese modo se engaña a sí mismo diciéndose que acepta sus impulsos sexuales. Complementando esto y, además, como sistema de defensa psicológica, sería precisamente la idealización por Chaikovski de algunos jóvenes de su círculo [el así denominado «Cuarta Suite»], en la cual Poznanski centra su atención. Si la respuesta del compositor a posibles objetivos sexuales era o usarlos y rechazarlos o idealizarlos, aquello muestra que era incapaz de iniciar una relación íntegra y segura con otro hombre.
El musicólogo e historiador Roland John Wiley sugiere una tercera alternativa, basada en las cartas de Chaikovski. Sugiere que a pesar de que Chaikovski no sufría «ningún sentimiento insoportable de culpabilidad» sobre su homosexualidad, permaneció temeroso de las consecuencias negativas de que eso saliera a la luz, especialmente en las ramas de su familia. Su decisión de casarse e intentar llevar una doble vida fue propiciada por varios factores: la posibilidad de que se revelara su situación, la voluntad de agradar a su padre, su propio deseo de una casa permanente y su amor por los niños y la familia. A pesar de que Chaikovski pudiera haber tenido una vida activa en cuanto a romances, las pruebas sobre emplear «argot sexual y tener encuentros apasionados» son limitadas.
Buscó la compañía de homosexuales en su círculo durante largos periodos, «asociándose abiertamente y estableciendo conexiones profesionales con ellos». Wiley añade, «las críticas de inexpertos en la materia sobre lo contrario, que no justifican su asunción, salvo por el periodo de [corta vida matrimonial], afirman que la sexualidad de Chaikovski incluso afectó a su inspiración profundamente, o hizo de su música una confesión idiosincrática o incapaz de comunicar contenido filosófico». Lo cierto es que el último movimiento de la Sexta Sinfonía de Chaikovski, más conocida como la Patética, refleja la progresiva desesperación del autor ante la hostilidad de su entorno social y anuncia acaso su suicidio, camuflado bajo el manto de una enfermedad autoinducida, nueve días después de su estreno.