Han pasado 51 años desde que se estrenó “Entre dos aguas” (1973), la canción que catapultó al artista español, Paco de Lucía, a lo más alto de la historia del flamenco. Su música renovó este icónico ritmo, acercándolo a otros géneros, nuevos instrumentos y a la improvisación.
Guitarrista por tradición familiar, Paco de Lucía fue formado por su padre, el también guitarrista Antonio Sánchez Pecino desde niño. Junto a sus hermanos, Ramón de Algeciras y Pepe de Lucía, hizo parte de la dinastía “Los Lucía”. Fue con el segundo, con quién grabó sus primeros discos en 1962, a sus trece años, bajo el nombre de Los Chiquitos de Algeciras.
Años más tarde, su talento desbordante lo llevó a tener actuaciones como solista y a hacer colaboraciones con grandes exponentes del flamenco como Fosforito y El Lebrijano, y desde 1969 con Camarón de la Isla, a quien acompañó en la grabación de sus siete primeros discos.
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A la par con la evolución de la carrera de Paco de Lucía, también evolucionó el flamenco. Trajo al mundo del flamenco a otros músicos, con instrumentos que, hasta entonces eran ajenos a este género; se acompañó de un sexteto que incluía saxofón, flauta y bajo.
En los años setenta, fue él quien integró el cajón peruano a los instrumentos bases del flamenco que conocemos hoy en día, dándole un toque especial a la percusión. Todos los músicos e instrumentos rodeándolo, él, en el centro de la pieza.
El español fue un virtuoso de la guitarra, que con su talento cambió, incluso, la postura del músico, del guitarrista de flamenco. Antes no se cruzaban las piernas, pero para él, y su habilidad a dos manos, resultó mucho más cómodo así y es de esta forma como ahora se presentan los guitarristas de flamenco a sus conciertos.
Paco de Lucía no solo experimentó con nuevos instrumentos en el flamenco, sino con otros géneros también. Realizó colaboraciones con Chick Corea, referente compositor y pianista de jazz. Zyryab, su álbum de 1990, es un ejemplo de esa innovación entre el flamenco y el jazz que mantuvo en discos posteriores. Durante la década de los noventa, también grabó discos en directo, de jazz, de música clásica (Concierto de Aranjuez, 1991) y de flamenco-jazz.
En su carrera, Paco de Lucía fue reconocido con premios Grammy, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y el Premio Nacional de Guitarra de Arte Flamenco, siendo estos los galardones más destacados de su trayectoria artística. Además de innovar en el flamenco, inspirarse e inspirar al jazz, también se le reconoce al español la internacionalización del flamenco, que hasta los años sesenta era un género español y gitano.
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