Blas Emilio Atehortúa Amaya nació en el corregimiento Santa Elena de Medellín, Antioquia el 22 de octubre de 1943 y fue considerado como uno de los más prolíficos de su generación y uno de los más sobresalientes en el espectro musical internacional.
Inició sus estudios musicales con clases particulares de teoría y solfeo con Ruth Muñoz; de violín, viola y armonía con Bohuslav Harvanek; y de composición con el sacerdote Andrés Rosa, quien fue además su profesor de armonía, contrapunto, fuga y composición en la Escuela de Bellas Artes de Medellín, institución en la que estuvo dos años (1955-1956).
"Durante esta época continuó recibiendo clases particulares con Bohuslav Harvaneck y Joseph Matza, ambos de nacionalidad checa. Ingresó al Conservatorio de música de la Universidad Nacional de Colombia en 1959; estudió composición con Fabio González Zuleta, instrumentación para banda con José Rozo Contreras, dirección de orquesta y coro con Olav Roots, armonía y contrapunto con Antonio Benavides e historia de la música con Andrés Pardo Tovar. Recibió su título en 1962 con su obra Obertura simétrica, Op. 17 misma que presentó para ingresar al Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales – CLAEM, del Instituto Torcuato di Tella en Argentina", se menciona en su biografía por el Banco de la República.
Blas Emilio Atehortúa fue uno de los compositores colombianos del siglo XX más reconocidos en América Latina y Estados Unidos. Su extenso catálogo incluye obras de concierto para solista, ensamble, música de cámara, coro, banda sinfónica, orquesta sinfónica y música electrónica; también compuso música incidental para teatro, ballet, cine y televisión, además de varios arreglos de concierto y pedagógicos.
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Musicalmente hablando, los intereses del maestro Blas Emilio Atehortúa giraron en torno al ritmo, la experimentación orquestal, la adaptación de modelos barrocos y un libre pensamiento tonal, moldeado entre melodías reconocibles y contrapuntos elaborados. Aunque dentro de su búsqueda se pueden oír momentos aleatorios, dodecafónicos y ciertamente atonales. Es esta deliberada intención por no adoptar una escuela ni un estilo lo que hace de su obra una interesante mezcla de elementos.
Algunos procedimientos barrocos de composición se encuentran presentes a menudo en la música de Blas Emilio Atehortúa, incluso los títulos de sus obras tienen profunda relación con este periodo. Pero sin duda la mayor influencia proviene del compositor húngaro Béla Bartók y de su maestro Alberto Ginastera.
Al terminar sus estudios como director de orquesta en el Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales – CLAEM, del Instituto Torcuato di Tella en Argentina, Blas Emili Atehortúa fue invitado a dirigir la Orquesta Sinfónica Nacional de La Paz, Bolívia 1968; la Orquesta Sinfónica de Trujillo (Perú, 1968); Entre 1963 y 1968 fue invitado por Olav Roots a dirigir en ocho ocasiones la Orquesta Sinfónica de Colombia y en 1969 la Orquesta Sinfónica Municipal de Río de Janeiro.
Además, recibió un premio compartido en el Primer Concurso Internacional de Composición para Cuarteto de Cuerdas, de la agrupación Beethoven de Santiago de Chile en 1979. Durante este periodo también trabajó como docente y director de varios conservatorios musicales colombianos, entre ellos el de la Universidad Nacional de Colombia y compuso obras por encargo para distintas orquestas colombianas, latinoamericanas y estadounidenses.
No se pierda esta nueva edición de El músico de la semana en la que tendremos la voz y obras seleccionadas del maestro Blas Emilio Atehortúa el próximo lunes 16 de octubre a las 3:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
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