Alberto Ginastera pertenece, culturalmente, al movimiento musical sudamericano moderno. Este hecho marcó toda su obra ya que se le considera el sucesor de Villa-Lobos a la cabeza de dicha corriente cultural.
Alberto Ginastera parecía el arquetipo del intelectual latino, con sus cabellos tirados hacia atrás y sus gruesas gafas, y emprende desde su infancia en el Río de la Plata sus estudios musicales.
En el año 1941 Alberto Ginastera compuso la música de Estancia, un ballet por encargo del American Ballet Caravan, una compañía estadounidense. Cuando el compositor puso manos a la obra, tenía en mente diversas escenas rústicas de las pampas, y en su momento, no había otro compositor más calificado para tal empresa.
Ginastera terminó la obra puntualmente de acuerdo al encargo, pero el American Ballet Caravan se disolvió en 1942, de modo que el ballet tuvo que esperar para ser estrenado. El 12 de mayo de 1943, en el Teatro Colón de Buenos Aires, se tocó la suite de Estancia, y el ballet completo fue estrenado hasta el 19 de agosto de 1952, en el mismo escenario de la capital argentina.
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Durante sus 67 años de vida y sus cuarenta y cinco años de composición, Alberto Ginastera construyó paciente, obstinada y meticulosamente una obra que no se parece a ninguna otra, aunque las influencias de su tiempo se reflejen.
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Una obra que forma un bloque en constante mutación, desde las aparentes facilidades del folclor hasta las audacias controladas de la música contemporánea. Una obra que ha hecho del músico argentino el más conocido de los compositores latinoamericanos del siglo XX.
Una beca de la Fundación Guggenheim lleva a Alberto Ginastera a los Estados Unidos, donde reside de 1945 a 1947 y trabaja con Aarón Copland. Cuando vuelve a su país, lo hace para componer y enseñar, como tal, es director de Conservatorios, fundador de un instituto de composición y forma toda una generación de creadores sudamericanos, como el argentino Luis María Serra o el brasileño Jorge Antunes.
El estilo de composición de Alberto Ginastera se divide en tres periodos que él mismo bautizó: nacionalismo objetivo (con presencia de elementos folclóricos), nacionalismo subjetivo (música académica con la influencia de sus estudios en Nueva York), y neoexpresionismo (por la técnica dodecafónica). Muchas de las obras de Ginastera se inspiraron en la tradición gauchesca. Esta tradición sostiene que el gaucho, o jinete sin tierra nativo de los llanos, es un símbolo de Argentina.
A diferencia de otros compositores nacionalistas, Alberto Ginastera, nuestro Músico de la Semana HJCK.com, quien nació el 11 de abril de 1916, no solo mostró una sensibilidad hacia los aspectos de su cultura local, sino que también se interesó por las corrientes compositivas internacionales del momento. La obra de Ginastera es el reflejo de un músico que se impregna de la historia, el folclore y la literatura de su país natal, al mismo tiempo que encuentra en las técnicas contemporáneas de composición, como el serialismo dodecafónico y la politonalidad, su medio de expresión.
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Podrá escuchar obras maravillosas del compositor Alberto Ginastera en la nueva edición de El Músico de la Semana el lunes 8 de abril a las 3:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
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