El 26 de Noviembre de 1991 se publicó Dangerous, el octavo álbum en estudio de Michael Jackson que se convirtió en una pieza determinante para el sonido pop de esa década. Con una lista de sencillos que se convirtieron en éxito mundial, como "Black or white", "Remember the time" y "Give in to me", el ya conocido Rey del Pop, escaló un poco más en el altar de los más importantes de la historia.
Además del eco inmenso de sus canciones, los videos marcaron un punto importante en la producción que se había hecho hasta ese momento, al contar con la participación de artistas como Slash, guitarrista de Guns n' Roses, Macaulay Culkin y Tim Pierce. En total, " Dangerous" ha vendido 32 millones de copias y es uno de los discos más vendidos, no solamente del artista, sino de la historia de la música.
Mark Ryden estuvo detrás de la legendaria portada del álbum. Ryden presentó 5 bocetos a Jackson, todos bajo una misma intención estética y era resaltar un universo personal, íntimo, que el artista había logrado construir a través del sonido y espera ver en la portada. Dentro de los otros modelos estuvo un poster de circo con un esqueleto saltando desde las tripas de un payaso; otro de una chica que en su mano sostenía una calavera y finalmente, un paisaje muy cercano a la idea elegida, ambientada al aire libre y con Bubbles sobre una pila de animales.
Ryden ha contado en varias entrevistas que su idea fue inspirada en los videos de "Leave Me Alone" y el documental "Moonwalker" , ambos atestados de elementos particulares y simbólicamente fuertes que también Jackson usó a lo largo de su carrera.
Publicidad
Durante seis meses, el artista estuvo volcado en ese trabajo. La portada se creó en lienzo y sumó detalles a medida que iban grabando las maquetas finales de las canciones. Aunque los avances tecnológicos permitía una nueva búsqueda estética, Ryden optó por hacerlo de forma manual, usando acrílicos sobre panel que sigue haciendo parte de la galería de originales de Sony Music.
Esta portada funciona como un pincelazo de la vida de Jackson, los momentos y elementos que marcaron su historia como la infancia de labores como adulto que restaron su experiencia como niño, la naturaleza y su fascinación con los animales, la contaminación del planeta que hizo parte de sus angustias y finalmente la metáfora de la máscara que es un insumo para entender la personalidad híbrida del artista, quien sobre el escenario era invencible, pero una vez abajo, era tímido y de voz suave.
Publicidad
Dentro de los detalles más curiosos aparece la cabeza de un mono a punto de ser coronado, se trata de su chimpancé Bubbles, quién murió en 1989. Los animales son un punto clave de la portada, no en vano, en el centro aparecen varios animales agrupados: un pavo real, fiel representando de glamour y la vistoso como suele ser el mundo del espectáculo, un elefante con un número 9 en la frente, asociado a la numerología.
Las imagen de una mano sosteniendo el universo es repetida a lo largo de la carrera del artista. Las vendas que constantemente usó el artista y sentado en la palma, un niño negro sosteniendo el cráneo del hombre elefante. Allí mismo aparece dibujado un mapamundi que exalta el nivel de reconocimiento de Michael Jackson como una estrella de todo el planeta. Nuevamente el número 7 aparece allí.
Cientos de detalles habitan la portada, todos abiertos a las lecturas simbólicas y temporales que el espectador desee darles. Lo cierto y aquello que debería encontrarnos es la importancia que tuvo Dangerous en lo que sucedió después de su publicación en la música.