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Yukio Mishima y la dificultad de separar la obra del artista

Tan célebre y prolífico como polémico e incómodo, ícono de la cultura japonesa, Yukio Mishima vivió y murió en las tradiciones de su país y a cien años de su nacimiento es considerado un símbolo de ultraderecha. Exploramos el pensamiento, vida y obra de este autor.

Yukio Mishima y la dificultad de separar la obra del artista
El escritor Yukio Mishima en 1955.
Wikimedia Commons

Aunque la cultura japonesa ha permeado occidente desde finales del siglo XIX, no fue hasta finales de los años setenta y durante la década de los ochenta que su impacto abordó a los colombianos y las nuevas generaciones con el anime, el manga y la animación ahora identificable a simple vista.

La literatura nipona, por ejemplo, se popularizó en occidente desde los ochenta por la obra de Haruki Murakami y su Tokio Blues , pero antes de él en Japón se erigió un mito de la literatura, el tradicionalismo y el performance. El escritor Yukio Mishima construyó un legado artístico sobre características sociales y políticas de derecha , que si bien lo consolidó como uno de los autores más representativos de su país, también lo hizo una figura controvertida y menos celebrada en su cultura.

El 25 de noviembre de 1970 Mishima se tomó el cuartel general en Tokio del Comando Oriental de las Fuerzas de Autodefensa junto a un reducido grupo de hombres que hacía parte de Tatenokai, la fuerza paramilitar que un par de años antes había fundado el mismo autor con la misión de preservar los rituales nipones y regresarle el poder y relevancia a la figura del emperador.

“Mishima sueña con la resurrección de la gloria imperial y de la potencia militar del Sol Naciente, se rebela contra la supremacía norteamericana, se opone a la rendición humillante que el general McArthur impuso entre las ruinas de la guerra atómica, negando a Japón el derecho a tener una fuerza armada”, escribió el diario español ABC en 1970 tras la noticia de su suicidio.

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Después de atar al comandante de esa sede a la silla de su despacho, Mishima se dirigió a los militares con un manifiesto en el que los convocaba a alzarse en armas y restaurar el poder del emperador, un llamado que no llegó a los uniformados.

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Acto seguido, siguiendo su fascinación por los rituales antiguos inició el seppuku , más conocido como harakiri : escribió un poema antes de morir y con una espada larga, al estilo samurái, atravesó su cuerpo para morir con honor, según esta tradición, antes que ser asesinado o torturado a manos de los enemigos y finalmente, hombres de su grupo lo decapitaron para así culminar con ese ritual. Ese fue el primer seppuku que se practicaba en Japón desde el fin de la guerra.

Mishima planeó su suicidio al menos cuatro años antes, cuando fundó su propio grupo armado, que desapareció con su muerte, escribió su obra cúspide, la tetralogía El mar de la fertilidad e incluso dejó el dinero suficiente para la defensa de los miembros de Tatenokai que sobrevivieron.

A lo radical de este acto de rebelión, que marcó la huella de Mishima en la historia de Japón, un detalle que también llamó la atención fue que momentos antes de iniciar la toma militar dejó sellado y enviado el manuscrito de su última novela La corrupción de un ángel , con la que dio fin a El mar de la fertilidad .

Mishima antes del mito


Hace cien años, el 14 de enero de 1925 nació en Tokio Kimitake Hiraoka, a quien el mundo conocería más tarde como Yukio Mishima. Proveniente de una familia de clase media alta, su padre, Azusa Hiraoka, fue un funcionario gubernamental estricto que despreciaba la inclinación literaria de Mishima.

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Fue criado en gran parte por su abuela Natsuko, quien lo aisló de otros niños y lo expuso a la cultura aristocrática japonesa y al teatro kabuki. Este aislamiento influenció profundamente su carácter introspectivo y su inclinación por lo estético y lo literario.

Mishima desarrolló un intenso interés por la cultura samurái, el bushidō (código de honor samurái) y el sacrificio heroico. Este interés lo llevó a involucrarse activamente en actividades militares y a idealizar la disciplina física como un medio para lograr un equilibrio entre mente y cuerpo.

Además, sus vivencias personales, arraigadas a la tradición y el cambio cultural en Japón tras la Segunda Guerra Mundial influyeron profundamente en su extensa obra y en su enfoque por el nacionalismo y el desprecio por la llegada de prácticas de occidente.

Y aunque Mishima, en varias ocasiones candidato al Premio Nobel de Literatura, nunca ocultó los temas homoeróticos en su obra, en varias ocasiones autobiográfica, en 1958 se casó con Yoko Sugiyama, hija de un pintor tradicional japonés, en lo que parece haber sido una decisión para alinearse con los valores sociales tradicionales.

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La obra de Mishima, el nipón más traducido de Japón antes de Murakami


Mishima asistió a la Escuela Secundaria de Gakushūin, donde con 16 años publicó su primer relato, Hanazakari no Mori ("El bosque en flor") y más tarde ingresó a la Universidad Imperial de Tokio, donde estudió derecho.

En su haberes, de una carrera corta pero prolífica, escribió más de treinta novelas, numerosas obras de teatro (incluyendo piezas para el teatro Noh y Kabuki), relatos cortos y ensayos. La obra de Mishima es conocida por su estilo poético, detallado y muchas veces perturbador, al abordar temas como la muerte, el erotismo, la identidad, el sacrificio y el conflicto entre el espíritu y el cuerpo.

En 1949, a sus veinticuatro años publicó su segunda novela Confesiones de una máscara , con la que alcanzó el éxito. Considerado uno de sus libros más personales, esta obra semiautobiográfica narra la historia de un joven llamado Kochan que lucha por aceptar su homosexualidad en la sociedad conservadora de la posguerra japonesa. Al sentirse incapaz de expresar su verdadera identidad, se oculta tras una "máscara" social.

Siete años más tarde, en 1956, publicó su obra más famosa antes de la tetralogía, El pabellón de oro , una novela basada en un hecho real ocurrido en 1950, cuando un monje zen incendió el famoso templo del Pabellón de Oro (Kinkaku-ji) en Kioto, una obra icónica de la arquitectura japonesa.

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Esta novela narra la historia de Mizoguchi, un joven aprendiz de monje en el templo del Pabellón de Oro, que se siente obsesionado y atormentado por la deslumbrante belleza del edificio. Mizoguchi, que sufre de un profundo complejo de inferioridad, tartamudez y aislamiento social, desarrolla una relación compleja con el concepto de belleza, al punto de que su deseo de destruir el templo se convierte en una obsesión casi religiosa.

Este libro refleja el interés de Mishima por preservar los valores tradicionales japoneses y las tensiones entre la preservación de dichos valores y la transformación de Japón durante la posguerra.

A la par de su radicalización política y desazón por la irrupción de occidente en Japón, entre 1969 y 1970 Mishima escribió una tetralogía dedicada a explorar temas como el destino, la reencarnación, la decadencia de Japón y los ideales inalcanzables.

Considerada su máxima obra, esta serie está compuesta por cuatro novelas: Nieve de primavera (1969), Caballos desbocados (1969), El templo del alba (1970) y La corrupción de un ánge l (publicada de manera póstuma en 1971).

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Pese a la popularidad que tuvo el escritor y sus obras en el resto del mundo, su desprecio por el cambio del país, controversiales declaraciones y su último acto público cargado de violencia lo hicieron un escritor menos celebrado por sus compatriotas.

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