La reportera de guerra Christina Lamb, la poeta y bailarina Tishani Doshi, la socióloga Cristina Guirao y la novelista Namita Gokhale han compartido en un coloquio conducido por la periodista Pallavi Aiyar sus impresiones sobre el feminismo en la charla 'Mujeres escritoras, mujeres lectoras', que ha tenido lugar en la plaza de los Libros del parque vallisoletano.
Aiyar ha destacado el carácter "polifónico" del feminismo en el país más poblado de la tierra, con más de 1.425 millones de habitantes según Naciones Unidas, y ha destacado la importancia del debate en torno al cuerpo de la mujer, desde "su fetichización hasta lo mucho o no que debe estar cubierto".
Tishani Doshi ha reconocido que "ha aprendido a ser escritora a través de ser bailarina" y que conceptos que traslada a su poesía, "como el tiempo, la lentitud o la respiración", derivan directamente de la danza, y ha apuntado que ambas disciplinas, de alguna manera, sirven como una reclamación de poder.
Otro aspecto en el que emergen nuevas relecturas es el de los mitos, un ámbito en el que la novelista Namita Gokhale ha marcado diferencias entre el panteón griego y el hindú, donde hay millones de dioses de los que la mitad son femeninos y que "son poderosas en la vida diaria".
Publicidad
Sin embargo, ha señalado que la misoginia está "muy arraigada" en todas las confesiones del país asiático (ya sea hindú, sij o cristiana, entre otras) y por ello quiso recuperar la figura de la diosa Sita en su libro En búsqueda de Sita , una de las mayores representantes de la feminidad en India.
💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.
Por su parte, la filósofa y socióloga Cristina Guirau ha recordado que las "conquistas del feminismo son muy frágiles" y que, aunque se haya avanzado mucho en el caso de España, "sigue el problema del patriarcado" y ha puesto como ejemplo los casos de violencia machista, "que dejan una mujer asesinada cada dos semanas".
La violación como arma
La corresponsal de guerra del periódico The Sunday Times, Christina Lamb, ha destacado que cuando la gente piensa en un conflicto bélico suele "pensar en jóvenes soldados y no se piensa tanto en la gente que está más allá de las primera línea, especialmente las mujeres".
Lamb ha incidido en el uso de la violación como arma de guerra -"es mucho más barata que un kalashnikov", en referencia al conocido rifle de asalto de origen soviético-, y ha lamentado que es un delito "muy difícil de perseguir", como en los casos de las mujeres secuestradas por el Daesh o Boko Haram por los que nadie ha sido procesado.
Una violencia sexual que también afecta a la India y que todavía se reproduce con violaciones grupales a mujeres, aunque las autoras han destacado el cambio tras el llamado caso Nhirbaya, que significa 'sin miedo'.
Publicidad
En diciembre de 2012 seis hombres violaron y golpearon a la joven de 22 años Jyoti Singh en un autobús privado. Murió días después en un hospital en el sur de Deli, lo que generó un movimiento de protestas y un cambio legislativo en el que muchos jóvenes clamaron: "Este no es el país que queremos", pero que no ha evitado que sigan sucediendo casos como este.
Para Tishani es muy difícil lidiar con un realidad y "una violencia irrespetuosa" que se repite cada día, pero ha remarcado que su tarea como artista "es pensar las posibilidades de reclamación y de recuperación a través de la lengua y el cuerpo"; además ha valorado el carácter colectivo del feminismo para alcanzar "una sociedad mejor, más justa e igualitaria para todos".
🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.