Ojeda, que en 2017 fue incluida en la lista Bogotá39 como una de los 39 mejores escritores latinoamericanos de ficción menores de 40 años, participó esta semana en un conversatorio en la Casa de México de Madrid en el marco del evento "Con Acento II: Encuentro de Creadores Iberoamericanos".
La ecuatoriana se caracteriza por escribir sobre temáticas oscuras y perturbadoras relacionadas con la violencia, el género, la sexualidad y la identidad. Temas que ella misma asegura que no elige, sino que son a los que está "abocada".
"Yo vengo de un país que es muy violento y, específicamente de Guayaquil, una ciudad bastante hostil de habitar con muchos feminicidios, violencia en la calle, desigualdad social… Todo eso me ha afectado siempre y, al momento de escribir, son las cosas a las que acudo, las que me preocupan", confiesa en entrevista.
La violencia latinoamericana
La escritora de “Mandíbula” (2018) explica que comienza todos los días comprobando el Whatsapp para corroborar que su familia sigue viva , situación que admite tiene muy "naturalizada", a pesar de que cuando se lo cuenta a otras personas se estremecen.
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Además, señala que si hubiera nacido en España -país donde vive hace años- su literatura hubiera sido muy diferente, ya que no hubiera hablado sobre el tipo de violencia que se vive en Latinoamérica sino de otra diferente.
Porque, asegura que “cada sociedad tiene sus lugares enfermos, complejos, oscuros y, por lo tanto, genera escrituras muy distintas”.
“Creo que hay una relación cuando se habla de la literatura latinoamericana y la gran presencia de violencia que existe, no es por una cuestión de exotización, sino porque al final no puedes hablar de otra cosa cuando es lo que más te está afectando directamente”, afirma.
Boom de escritoras mujeres
La novelista es considerada una de las voces más relevantes de la literatura latinoamericana contemporánea caracterizada por usar una prosa cruda y visceral para mostrar la realidad, similar a autoras como las argentinas Samantha Schweblin y Mariana Enríquez o a las mexicanas Brenda Navarro y Fernanda Melchor.
Para Ojeda, este auge de mujeres escritoras tiene que ver sobre todo con la “recepción” de las obras , ya que siempre ha habido en la región autoras haciendo “trabajos increíbles”, solo que antes era mucho más difícil que se dieran a conocer.
“Si antes los lectores tenían reticencias para agarrar un libro de una mujer porque había todo tipo de estereotipos sobre que estos eran únicamente sentimentales o eróticos, esto es algo que ya no sucede”, subraya.
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Sobre Ecuador, revela que, al ser un país muy chiquito, siempre tienen más fuerza las cosas si primero se reconocen desde fuera , lo cual considera es un poco “triste”, pero es lo que ha sucedido.
“Por ejemplo, el fenómeno de María Fernanda Ampuero, el de Natalia García Freire o el mío. Todas nosotras tuvimos que publicar fuera y fue, a partir de eso, que empezamos a sonar en nuestro propio país”, concluye la autora de “Nefando”, publicada en 2016. Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.