Karl May (1842-1912) es uno de los escritores más leídos y más traducidos de la lengua alemana. Se calcula que se han vendido en torno a 200 millones de ejemplares de sus libros, 100 millones de ellos en Alemania.
Sus narraciones tienen escenarios exóticos para el lector alemán como el medio oriente o el "lejano oeste" norteamericanos donde ocurren las historias de dos de sus personajes más conocidos, Old Shatrerhand y Winnetou.
La figura de Winnetou, un líder apache que en las obras de May aparece como alguien que lucha por la paz y la justicia, está en el centro de la polémica actual.
Todo gira en torno a dos libros para niños de la editorial Ravensburg, que debían acompañar la película "El joven cacique Winnetou".
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Los libros y la película despertaron críticas de organizaciones de defensa de los derechos de los indígenas, entre ellos la "Asociación de Nativos Americanos de Alemania", que consideran que en ella se transportan estereotipos sobre los indios americanos.
En las redes hubo una catarata de críticas que llevo a Ravensburger a retirar los libros y a decir que había constatado que había herido la sensibilidad de mucha gente sin quererlo.
La decisión ha generado diversas reacciones que van desde las quejas tradicionales contra una cultura de la cancelación hasta análisis más diferenciados.
La Sociedad Karl May, por ejemplo, en una carta abierta. admitió que en la obra de May hay estereotipos colonialistas, como en todo escritor del siglo XIX, pero agregó que en lo especial en su obra es la toma de posición a favor de los apaches.
"Como escritor alemán del siglo XIX, Karl May está inevitablemente marcado por hábitos de un siglo colonialista", admite la carta.
"Mostrar esos estereotipos de forma crítica y buscar sus fuentes es tarea de la crítica literaria", agrega la carta.
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La carta señala que lo que hace especial la obra de Karl May es que en la presentación del oeste norteamericano desde un comienzo su simpatía está con la población indígena.
"Su dignidad y su calidad humana las encarnan personajes como Winnetou. El trágico extermino de la existencia cultural y material de esos pueblos marcan las narraciones de Karl May con temática estadounidense", dice la carta.
El diario "taz" ha sacado un comentario en que pide tomar en serio a los críticos de Winnetou y no caer en una glorificación ingenua del personaje y de la obra de Karl May.
"Se pueden considerar los héroes de la infancia con una nueva mirada mejor informada. Se puede reconocer que Old Shaeterhand llega a América como colonialista y que al comienzo como agrimensor para los ferrocarriles participa en la expropiación de los pueblos indígenas", dice el comentario.
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"Nadie tiene que dejarse destrozar sus sueños de infancia. Pero seguir con la glorificación de Winnetou como si la crítica no tuviera que ver con la lucha por un mundo más justo es algo absurdo", agrega.
La acusación a May de ser un propagandista del imperialismo, e incluso un precursor del nacionalsocialismo, no es nueva y algunos viejos tópicos han vuelto a surgir a propósito del debate.
"No es casualidad que Adolf Hitler y Heinrich Himmler hayan sido lectores de Karl May", dijo recientemente el profesor de estudios coloniales, Jürgen Zimmerer a la Televisión Regional de Baviera (BR).
Sin embargo también ha habido ha habido siempre quienes han visto en sus obras un elemento liberador, relacionado con el mito del buen salvaje de Jean-Jacques Rousseau.
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Así, por ejemplo, la activista pacifista Bertha von Suthner sostenía que quien oía hablar a May sentía que "desde su corazón salía la fuerza del bien".
Entre las dos posiciones se sigue dando el debate. La titular de cultura alemana, Claudia Roth, que no se ha pronunciado al respecto en esta ocasión, dijo que Winnetou había sido "su primer amor". Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.