El personaje de Beatriz Pinzón Solano y la telenovela creada por Fernando Gaitán le han dado la vuelta al mundo durante 25 años desde su estreno en 1999 en Colombia, convirtiéndose en una de las historias más exitosas de la televisión.
La historia de una joven economista rechazada por el mundo por su apariencia física, que aceptó un trabajo como secretaria en la industria de la moda y terminó enamorada de su jefe ha viajado a alrededor de 180 países y ha sido versionada al menos 28 veces.
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Ahora, el elenco original, que le dio vida a esta historia que también cuenta el día a día de una oficina en los años 2000, regresa para continuar el viaje de Betty y Armando, interpretados por Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello.
A propósito del estreno de la nueva temporada de Betty, la fea en Amazon Prime , recordamos uno de los momentos más memorables de la telenovela que incluye a una de las poetas latinoamericanas más destacadas de la primera mitad del siglo XX, Delmira Agustini.
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En la novela de 1999, Betty, inocente de los engaños de Armando, acepta salir con él a un bar en el que se ven obligados, por la presión del animador, a cantar a dueto Si nos dejan , del cantante mexicano Luis Miguel, que para finales de los noventa era una de las canciones románticas del momento.
Al día siguiente, en el capítulo 136, como agradecimiento por la velada, Betty deja sobre el escritorio de Armando una dedicatoria que Marcela Valencia, prometida del presidente de Ecomoda, descubre.
En la carta que lee Marcela hay un poema, que no está firmado por Betty, sino por Delmira Agustini, quien es señalada como la presunta amante de Armando. Sin embargo, el diseñador Hugo descubre que Agustini no puede ser el amor secreto de Armado, sino que es una poeta uruguaya fallecida en 1914.
El poema El intruso fue publicado por la poeta uruguaya en 1907 en su primera antología, El libro blanco, también conocida como Frágil . Lealo aquí:
El intruso
Amor, la noche estaba trágica y sollozante
cuando tu llave de oro cantó en mi cerradura;
luego, la puerta abierta sobre la sombra helante,
tu forma fue una mancha de luz y de blancura.
Todo aquí lo alumbraron tus ojos de diamante;
bebieron en mi copa tus labios de frescura;
y descansó en mi almohada tu cabeza fragante;
me encantó tu descaro y adoré tu locura.
¡Y hoy río si tú ríes, y canto si tú cantas;
y si duermes, duermo como un perro a tus plantas!
¡Hoy llevo hasta en mi sombra tu olor de primavera;
y tiemblo si tu mano toca la cerradura;
y bendigo la noche sollozante y oscura
que floreció en mi vida tu boca tempranera!
¿Quién fue Delmira Agustini?
La poeta Delmira Agustini nació en Montevideo, el 24 de octubre de 1886 y desde muy joven mostró un interés y talento por la literatura que la llevó a ser una de las grandes contribuyentes a la poesía del modernismo en Latinoamérica.
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Su ascenso en la literatura fue vertiginoso, así como corta fue su vida. A los veintiún años publicó su primer poemario, mencionado anteriormente, en el que dejó ver su exploración sobre el amor, la sensualidad y la muerte.
Más adelante, en 1910, publicó Cantos de la mañana , en el que la joven escritora seguía mostrando su talento e intensidad para abordar el amor, la naturaleza y la belleza.
Para 1913, cuando publicó Los cálices vacíos , una obra centrada en el erotismo, estaba inmersa en una relación con Enrique Job Reyes, comerciante con quien se casó y tuvo un matrimonio corto y turbulento.
Además de ser una poeta modernista y abordar en su obra temas que socialmente no eran aceptados en las mujeres, Agustini también fue ejemplo de autonomía entre las mujeres uruguayas al solicitar el divorcio.
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Cuando tenía 27 años, el 5 de junio de 1914 recibió el fallo de divorcio, y apenas un mes después el 6 de julio su, ahora exesposo, pidió verla. A su encuentro, Reyes la asesinó con dos disparos y luego se suicidó.
Si quiere seguir profundizando en la apasionante obra de la uruguaya también puede leer El rosario de Eros , su antología póstuma publicada en 1924.
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