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Cinco poemas de Alexander Pushkin

El 6 de junio se conmemora el Día de la Lengua Rusa a propósito del nacimiento del escritor Alexander Pushkin, por esa razón le traemos algunos poemas de una de las figuras más importantes de las letras rusas.

Alexander Pushkin
La pintura "Adiós al mar de Pushkin", de Ivan Aivazovsky e Ilya Repin.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) agregó a su calendario el 6 de junio como el Día de la Lengua Rusa celebrando el aniversario de nacimiento del poeta Alexander Pushkin, uno de los representantes fundamentales para el estudio de la literatura rusa. La fecha se estableció en el 2010. Aquí van cinco poemas de Alexander Pushkin.

Ángel

En el Edén puertas ángel suave
La cabeza inclinada brillaba,
Un demonio es un oscuro y rebelde
Hellhole sobrevoló.

espíritu de la negación, espíritu de la duda
En el espíritu puro mirado
Y el calor de la emoción involuntaria
En primer lugar débilmente perceptible.

“Lo siento, él ríos, Te vi,
Y uno se pregunta que alumbré:
No todo lo que odiaba en el cielo,
No todo en el mundo Desprecio”.

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Como fui en otro tiempo, así soy ahora...

                                       Tel j'étais autrefois et el je suisencore 

André Chenier

Como fui en otro tiempo, así soy ahora,descuidado, amoroso. Bien sabéis, mis amigos,
si puedo una belleza mirar sin conmoverme,
sin tímida ternura, sin emoción secreta.
¿Jugó poco el amor, acaso, en mi existencia?
¿Bastante no luché cual joven gerifalte
en la red traicionera tendida por la Cipria?*
Pero aún no escarmentado por centenas de ofensas,
ante otros nuevos ídolos elevo mis plegarias...
*Afrodita

balada

valla, damisela, triste,
prismirela Molcha,
olvido runaround, uno
En la esquina sentado?
"Chica del cumpleaños, amigos,
No hay nada para divertir.
Pensé en la balada
La felicidad es nuestra alabanza.
Pero nuestra Zhukovsky se durmió,
Gnedich zagovelsya,
Pushkin demonio escapó,
Krylov rellena ".
Aquí, en la mesa de la sala se ajusta -
siéntate en seguida,
En una espuma de vidrio hierve
Y baladas deberán hacer frente;
Así que se hizo frente -
¿Necesitamos poetas?-
Copa secó a abajo,
digamos: muchos años
él, qué amigos
Edad del amor es demasiado tarde!
Muchos años, como,
Sólo que no es Rozno.

Todo lo sacrifico a tu memoria...

Todo lo sacrifico a tu memoria:
los acentos de la lira inspirada,
el llanto de una joven abrasada,
el temblor de mis celos. De la gloria
el brillo, y mi destierro tenebroso,
lo bello de mis claros pensamientos
y la venganza, sueño tormentoso
de mis encarnizados sufrimientos.

Se apagó el astro del día...         

Se apagó el astro del día;
el mar azul cubrió la niebla de la tarde. 
¡Restallad, restallad, dóciles velas!
¡Encréspate a mis pies, lúgubre océano!         
Contemplo las orillas apartadas,
el mágico confín del mediodía;
Voy hacia él con emoción y angustia,         
embelesado por recuerdos tantos...
siento que afloran lágrimas de nuevo          
hasta los ojos, y me hierve el alma
y deja de alentar; en torno mío
Un sueño familiar revolotea.
Recuerdo mi amor loco del pasado,
todo cuando sufrí y cuanto fue bueno,    
torturador engaño de esperanza y deseo...
¡Restallad, restallad, dóciles velas!
¡Encréspate a mis pies, lúgubre océano!
Vuela, bajel, condúceme a lejanos         
parajes, al capricho de los mares,         
engañosos, mas no a las tristes costas      
de mi brumosa patria, de mi tierra         
donde por vez primera mis sentidos
ardieron inflamados de pasión,         
donde las tiernas musas me sonrieron         
en secreto, donde entre tempestades
Se marchitó temprano mi perdida
juventud, donde alígera alegría         
me traicionó, y el corazón helado         
entregó al sufrimiento.         
En búsqueda de nuevas sensaciones
de vosotros huí, paternos lares,
de vosotros, alumnos del deleite,
efímeros amigos de mi efímera
juventud; y vosotras, confidentes
de mis pecaminosos extravíos,
a quienes sin amor sacrificara
reposo, gloria, libertad y alma
,y vosotras, a quienes he olvidado,         
jóvenes traicioneras, misteriosas
amigas de mi áurea primavera,
y vosotras, a quienes he olvidado...
Pero del corazón la antigua herida,
la honda llaga de amor, nada curó...
¡Restallad, restallad, dóciles velas!
¡Encréspate a mis pies, lúgubre océano!

No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.

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