En una charla tras recibir el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, en la mexicana Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, el autor aseguró que todos tenemos el deber de luchar contra las tragedias que aquejan al mundo.
“Fundamentalmente un escritor está contra los regímenes totalitarios, incluso en los sistemas o sociedades libres, un escritor y un poeta sospecha del poder político, esta es la dirección correcta que debería tener. Los poetas de verdad están siempre en contra de algo y podría decir que son mejores cuando tienen un adversario”, expresó.
Cartarescu es uno de los invitados especiales de la FIL que se desarrolla en Guadalajara y en donde,
además de recibir el máximo de sus premios charló con jóvenes acerca del oficio de la escritura y sus inicios en este arte.
En una de las salas de su hotel en la ciudad mexicana, el autor, considerado uno de los máximos representantes de la literatura rumana, habló del papel de los escritores en un mundo tan convulso y en crisis.
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“Ahora vivimos una guerra en Ucrania que es globalizada, pero tenemos las redes sociales en las que cada uno puede expresar sus ideas o soluciones acerca de lo que pasa, es importante y es un paso adelante. Tenemos el deber de luchar contra la maldad, la injusticia, la opresión, los clichés, la discriminación. Si cada uno nos volvemos conscientes de esto el mundo podría volverse mejor”, afirmó.
La libertad
El autor de "Melancolía" (2019) y "Theodoros" (2022) consideró que en los peores momentos de la historia de la humanidad como el holocausto, las guerras mundiales o las pandemias la literatura ha servido como un remanso en el que las personas encuentran un espacio de libertad.
“La poesía y la literatura son símbolos de libertad, de la libertad de nuestras mentes. Hay un discurso que tienes que oír en todos lados y es el lenguaje del poder, por eso los discursos de los intelectuales disidentes son tan importantes, pueden cambiar la realidad, pueden influenciar la vida política, social y cultural en una buena manera”, dijo.
Cartarescu ha sido uno de los candidatos al Premio Nobel de Literatura en los últimos años por su trabajo tanto en prosa como en poesía y ensayo, dos géneros que no gozan de tanta aceptación por el público y que se ciñen más bien a un sector minoritario.
Sin embargo, para el autor la poesía, como sinónimo de belleza y estética, está en cualquier parte, incluso entre quienes no la conocen, por lo que un mundo sin este género estaría destinado a morir.
“La poesía difícilmente podemos notarla, pero es una gran fuerza que puedes sentir cuando te hace falta como el aire, que lo notas cuando lo necesitas, cuando estás sofocado, una sociedad sin poesía está sentenciada, y va a morir pronto”, aseguró.
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Volver a la poesía
Tras cerca de 30 años de no escribir poesía, Cartarescu cuenta que tuvo que volver a ella como un acto desesperado por salvar la vida. El poeta reveló que en 2020 tuvo una caso grave de la covid-19 que se manifestó en una profunda depresión y pensamientos suicidas que sólo pudo amainar creando versos.
"Estaba a punto de morir. En cierto momento, sentí la necesidad de escribir poesía y empecé a escribir muchos poemas, desde la mañana hasta la noche. Nunca supe por qué pero estoy seguro esto salvó mi vida realmente, porque tuve pensamientos suicidas todo el tiempo, todos los días. Sané esos pensamientos con poesía", afirmó.
El dolor de esos días quedó plasmado en un pequeño libro llamado "Nunca llores por ayuda" una selección de 100 de los 400 versos que resultaron de aquella época y que el autor considera los más pobres de su obra.
"No tiene similitud con algo que haya escrito antes, fue la poesía más pobre inimaginable, sin ninguna imagen, ni metáforas, ni nada de lo que es poético , cada poesía era un llanto por el dolor, pero no lo considero que haya sido escrito por mi, fue escrito por la pandemia", bromeó.
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La FIL tiene lugar hasta el 4 de diciembre con un nutrido programa que incluye 620 presentaciones de libros, 3.000 actividades literarias, académicas y científicas y la asistencia de 600 autoras y autores de 45 países. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.