Este martes, cuando faltan seis días para que el literato caribeño reciba el máximo galardón de las letras en español, viaja a Madrid, luego de una retahíla de exámenes médicos que buscan garantizar el menor de los contratiempos al hombre de 93 años recién cumplidos.
Antes de partir, Cadenas compartió con EFE algunos recuerdos sobre su época en la Residencia de Estudiantes de Madrid, el deseo más valioso que tiene para Venezuela, sus posibles similitudes con Federico García Lorca y el manco de Lepanto, así como una nueva descripción sobre lo que es ser poeta.
Para leer:
De puño y letra
Fiel a su sencillez, el escritor, bolígrafo en mano, pone sobre papel lo que quiere expresar. Así, con su puño y letra, dice a EFE que un poeta es alguien "enamorado de las palabras", una sentencia que atribuye al británico Wystan Hugh Auden y que calza con su propio ejercicio, que comenzó en la década de los 50.
Un poeta es "también alguien para quien, a mi ver, el mundo es un gran misterio que la ciencia misma ha venido a reforzar", prosigue, con la misma parquedad verbal, el ensayista que pasó años buscando el Satori, una iluminación que no alcanzó pero que le dejó un ritmo meditativo al hablar y, por supuesto, al escribir.
Publicidad
Ese juego con las palabras, que a veces le parecen limitantes para describir la vida, lo ha llevado a desahogar crisis personales en prosas, a dejar atrás lo que había escrito, a renunciar al yo, a un constante trabajo depurativo que desde hace tiempo apunta a "exactitudes aterradoras", como explicó en "Ars Poética", en 1977.
El nonagenario, exiliado en su juventud, es tajante al asegurar que hoy no participa en la política, pero se mantiene pendiente de lo que ocurre a su alrededor. "Siempre estoy atento a lo que pasa aquí (en Venezuela) y en el mundo, que está en una crisis muy grave, la cual tardará mucho tiempo en resolverse", matiza.
Esa misma preocupación la manifiesta al hablar de las universidades venezolanas, para las que pide "un mayor presupuesto", pues el sueldo de los profesores, un rol que desempeñó durante años, "no es suficiente".
"Las más de ellas no tienen el nivel de hace unos 20 años. Es urgente que se recuperen para que contribuyan a la normalización del país", subraya alguien que gastó su deseo de cumpleaños, el pasado 8 de abril, en pedir que Venezuela salga de la crisis.
Inconcebible sin España
Aunque en sus años mozos Cadenas vivió en la Residencia de Estudiantes de Madrid, un lugar que siempre vio como un "templo literario", nunca imaginó que sus textos alcanzaran notoriedad en España, y menos que terminara consagrado con el Premio Cervantes, luego de obtener el Lorca en 2015 y el Reina Sofía en 2018.
En la residenc ia "vivieron poetas que yo admiraba mucho y también figuras destacadas de otros países. Me contenta que siga como antes. Su recuerdo me conmueve mucho", relata.
Publicidad
Consultado sobre las similitudes que él mismo encuentra con Lorca y Cervantes, hace gala de su humildad y responde: "Son figuras muy altas para mí, pero ambas defienden la libertad que tanta falta hace hoy en muchos países, incluso los de maquillaje democrático".
Tras varios lustros enseñando literatura hispanoamericana, en los últimos años se ha sumergido en el universo de pensadores modernos, "cercanos al zen, a la advaita y al taoísmo", entre los que destaca a los británicos Alan Watts, Jeff Forter y Tony Parsons.
"Les recomendaría estos mismos (textos) a los hispanoamericanos, los divulgativos sobre física cuántica y aquellos que defiendan la democracia amenazada por los totalitarismos" , agrega.
El creador de "Derrota" finaliza el manuscrito excusándose por la brevedad de sus respuestas, reacio a participar en los homenajes que le rinden en Caracas y repasando el discurso que ofrecerá el lunes frente al rey Felipe VI, cuando se convertirá en el primer venezolano en recibir el Premio Cervantes. No olvide conectarse con nuestra señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Publicidad