Por: Rodrigo Bastidas Pérez*
Cuando se inició la cuarentena en los países de Latinoamérica, muchos críticos y académicos anunciaron, de manera apocalíptica, el fin de la ciencia ficción; la realidad había alcanzado la ficción, decían. Junto a la ciencia ficción echaron por tierra todos los géneros no-miméticos; una atención especial en el aquí-y-ahora, en un presente absoluto que estaba colmado de diarios de cuarentena, historias de encierros y autoficciones enclaustradas, se veía como el horizonte inmediato de todo el campo literario. ¿De qué más se podría hablar, sino de la pandemia? Las cartas parecían haberse echado, el destino parecía fijado. Sin embargo, con los gritos desaforados de lo que se anunciaba desde la academia como fondo musical, los autores de literatura fantástica se encontraron ante un reto. Si el futuro se había clausurado y lo normal se había cancelado con la creación de una nueva normalidad (muy parecida a la antigua), era necesario crear un concepto de futuro y una nueva idea de aquello que se consideraba Lo Real.
Si la literatura no-mimética se estructuraba desde una rarificación radical del mundo que creaba una imposibilidad de mímesis realista (y si, además, la realidad había cambiado), entonces ahora el género fantástico estaba en el momento ideal de transformar las estructuras de lo literario para llevarlas hasta el límite. Todos esos esfuerzos que se estaban tejiendo en medio de charlas virtuales, correos electrónicos entre autores y editores, cursos online, preguntas por el porvenir de lo literario y esbozos de nuevas formas de concebir el tiempo; detonaron este año. 2021 fue un año significativamente prolífico para el género fantástico y la edición de libros de terror y ciencia ficción fue mucho mayor que en años anteriores. Ante tal avalancha de textos, era imposible no tratar de hacer recomendaciones de qué fue lo mejor que se publicó este año que culmina con una visión prospectiva muy animada.
Inspirado en la lista de Mariano Villareal para los libros de género fantástico editados en España, hice una lista de los 10 mejores libros fantásticos escritos en Latinoamérica en este año. Al hacerla me encontré con la dificultad de la distribución, que si bien ha mejorado aún es un problema mayor que hizo que no incluyera libros de Chile (por ejemplo) a los que no tuve fácil acceso; el otro problema fue las extrañas temporalidades editoriales que hicieron que un libro lanzado en 2020 tuviera distribución en 2021, o que se publicara por diferentes editoriales en diferentes países con meses de diferencia. Finalmente, debo aclarar que algunos libros que salieron en otros países entre los meses de noviembre y diciembre de este año no lograron llegar a librerías a tiempo y tendré que leerlos como novedades de 2022. Sin más preámbulo, y tomando en cuenta estas variaciones y mis lecturas, quisiera presentar una lista de los que considero los mejores libros de género fantástico publicados en Latinoamérica durante 2021. Bienvenidas todas sus recomendaciones.
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1. " Mugre Rosa" de Fernanda Trías (Uruguay).
Publicado por Literatura Random House.
Este es, sin duda, el mejor libro latinoamericano de ciencia ficción de este año. Ganador del Premio Sor Juana Inés de la Cruz en México y los premios Bartolomé Hidalgo y Premio a las Letras/Narrativa en Uruguay; se convirtió en un fenómeno disruptivo. Muchos celebraron que la novela fuera escrita de manera casi predictiva contando todo lo que ocurre durante la pandemia antes de que tiempo; pero personalmente quisiera resaltar su construcción estética que planteó una nueva forma de escribir el género. Ubicado en un mundo apocalíptico en el cual una nube rosa se extiende por las costas de Montevideo como un virus que no permite respirar, ni acercarse a los otros; desarrolla la relación de la protagonista con dos madres una ausente y otra simbólica, un amor recientemente perdido y un niño con síndrome de Prader-Willi que debe cuidar. El genial entrecruzamiento que desarrolló la autora uruguaya entre la creación de un sólido mundo apocalíptico, y unos personajes introvertidos y complejos, produjo un texto con una textura que reproducía la nostalgia de lo perdido y la desesperanza aprehendida. Acorde con un ambiente en el cual cualquier futuro es destruido por la cotidianidad y la normalización del desastre, las relaciones maternas se construyen como el paralelo de un mundo sin futuro. La tensión entre el desmoronamiento de lo subjetivo y la inercia que abre las puertas del abismo porvenir, le dan a Mugre rosa una cadencia y un ritmo propias de los tiempos sin futuro en que vivimos actualmente.
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2. " Allá afuera hay monstruos" de Edmundo Paz Soldán (Bolivia).
Publicado por Los libros de la mujer rota, Nuevo Milenio, Cadáver exquisito.
Como un homenaje a la increíble Cartucho (1931) de Nellie Campobello, Edmundo Paz Soldán recrea el mundo de la cuarentena pandémica en un espacio imaginario llamado La Estrella, en el cual el poder popular, dirigido por una mujer, hace frente a las decisiones de una necro política burocrática. Ubicada en un lugar intermedio entre las noticias del día a día pandémico, la ficción y la profecía; esta novela se sostiene en la voz de una adolescente que ve el paso de la historia frente a la puerta de su casa. Con una voz que se mueve entre la inocencia de la infancia y la crudeza de una adultez obligada, la narradora cuenta cómo ve morir en su calle a médicos, soldados, ancianos y familias enteras. Mientras la voz radial de una estrella mediática negacionista surge desde las montañas, se desata un confrontamiento armado entre las políticas económicas de muerte del presidente Carrasco y la resistencia comunitaria de la líder Acosta, cuando se desata un virus que hace explotar los corazones. En esta novela Paz Soldán logró narrar un mundo en donde se cumple la máxima que alguna vez sugirió Jameson: cuando nos sentimos paralizados por la incapacidad de actuar directamente sobre el mundo, sublimamos nuestros sueños con la creación de un universo en el cual nuestros deseos más profundos sí tienen un lugar de posibilidad.
3. " De un mundo raro" de Solange Rodríguez Pappe (Ecuador).
Publicado por InLimbo.
Libro de cuentos editado originalmente en España, revela que la escritura de Rodríguez Pappe explora los lugares más conocidos del terror para rearmarlos desde la extrañeza. Si en su anterior libro la autora había señalado la centralidad de los fantasmas, en este libro se aventura por los más variados tipos de terror, aunque centrados en lo natural desde la visión de una escritora. Si bien hay un par de cuentos que se ubican en la ciencia ficción, este es un libro que juega con los preceptos de la literatura de terror para darle un vuelco a elementos prototípicos como casas embrujadas, viajes malditos, familias disfuncionales, monstruos naturales y escenarios de folk terror. Los trece cuentos contenidos en el libro piensan un lugar en donde lo erótico, lo terrorífico y lo nostálgico dialogan de manera fluida para quitar los velos que se esconden tras las máscaras que se han construido como identidades pero que no son más que formas de encubrir una verdad más cruda y fría. La calidad narrativa de cuentos como el posapocalíptico “El mar espera entre las astas de los ciervos” o el ahumano “Una nueva especie”, demuestran que es posible construir un lenguaje poético que narre mundos resquebrajados llenos de sujetos desgarrados y solos que se sostienen en un amor que se presenta como una performance que les sirve para mantenerse con vida. También sobresalen relatos como “Una poética” (que señala la influencia de El Fakir Dávila) o “Compañeros de viaje”, por un humor ácido y negro que recuerda que el terror es también un espacio para la burla y la ironía cruel.
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4. " Parásitos perfectos" de Luis Carlos Barragán (Colombia).
Publicado por Ediciones Vestigio.
Esta colección de cuentos del autor de El gusano es una apuesta arriesgada en la cual se plantea qué pasaría si observamos las relaciones (desde las amorosas, hasta las religiosas e institucionales) como formas de parasitismo mutuo. Basado en las teorías de Lynn Margulis, Barragán plantea escenarios en los cuales la sociedad se ha convertido en un espacio de experimentación de colonias mentales, extensiones mecánicas, aparatos biotecnológicos y comunidades teocráticas, que conllevan otra forma de pensar la identidad humana. Con un altísimo componente político y económico (principalmente conectado con el anarquismo) en el primer libro de cuentos de Barragán se construye una visión en la cual las relaciones parasitarias transforman los deseos, el concepto de libertad, la idea de felicidad y las formas evolutivas. Los cuentos de este libro se caracterizan por crear mundos profundamente complejos y coherentes, en los cuales hay cantidades significativas de acción, tripas e historias que se salen de lo que usualmente se suele leer; no por ello se deja de lado una crítica reflexiva por la forma como se ha construido la sociedad del capitalismo tardío. Este libro, uno de los más extraños ejemplos de biopunk escrito en Latinoamérica, sorprende además porque se sale de cualquier canon estructural en el cual se lo quiera ubicar, experimentando con una variedad amplísima de temas y escenarios.
5. " Yo no voy a salvarte" de Iliana Vargas (México).
Publicado por Eolas Ediciones.
También editado en España, este libro de cuentos vuelve al corazón de una literatura que se puede emparentar con las propuestas del fantástico rioplatense de Felisberto Hernández o con las extrañas postales de Amparo Dávila. En este libro, las acciones habituales se narran como sorprendentes y raras mientras que los viajes entre dimensiones, los monstruos atrapados o las conversiones teratológicas son contadas como algo cotidiano. Cada cuento está hilado de una manera cuidadosa y prolija, sin excesos y con una contención en los adjetivos que siempre deja un espacio de indeterminación que el lector debe llenar. Así, las decisiones de los personajes, las motivaciones y las intrigas se convierten en nuevas semillas que hacen que los cuentos tiendan a la dispersión a medida que el mundo se contrae en una lógica interna. Más que por cuentos, este libro está armado por pesadillas enigmáticas ambientadas en pinturas de Remedios Varo; es un libro que cuenta cómo una corporalidad puede convertirse en materia monstruosa; es un libro lleno de mundos oscuros y que nunca se resuelven totalmente (no es su intención la resolución), sino que dejan tras de sí una sensación de incomodidad, de oscuridad, de extrañamiento, respondiendo a lo que Fisher calificaría como: lo espeluznante.
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6. " Territorios sin cartografiar" de Kike Ferrari (Argentina).
Publicado por Indómita Luz.
Las apuestas por la construcción de un new weird o nevo raro en Latinoamérica se materializan en esta novela de Kike Ferrari que se muestra, claramente, como deudora de la literatura de autores como John M. Harrison y China Mieville. Enmarcada inicialmente en medio de la dictadura argentina, este libro se abre en múltiples dimensiones rizomáticas que se conectan de manera aparentemente aleatoria, pero que esconden una delicada trama narrativa. Construido a partir de un fenómeno que llaman “crackle”, el autor construye dos mundos (Buenos Aires y Shörstad) que dialogan a pesar de estar en medio de una ruptura espaciotemporal. Sin embargo, no se trata solo de dos mundos paralelos, sino que ambos parecieran armarse como narrativas del otro; más que mundos son invenciones que crean el Kike Ferrari pandémico (personaje de la novela) y Ángela, la escritora confundida con quien dialoga. Pero esta primera apuesta narrativa vuelve a deformarse porque en la novela de Ferrari el tema central es la desarticulación, no solo de la trama, sino de las estructuras y del lenguaje; al final, navegamos por un relato que ya no busca la lógica o la unicidad, sino que debe su existencia al acto mismo de contar. Este libro fragmentado, curioso y complejo, se va tejiendo lentamente como preguntas que empiezan a entrecruzarse para construir pronósticos sobre la construcción del sujeto, la identidad, la historia y el libre albedrío.
7. " Las voladoras" de Mónica Ojeda (Ecuador).
Publicado por Páginas de espuma.
Este libro de cuentos fue publicado en España en 2020 pero tuvo distribución en Latinoamérica en 2021, con lo que podríamos considerarlo como parte de las novedades de este año. Los ocho cuentos que conforman este volumen apuntan a diferentes lugares y tiempos, a variados temas y formas narrativas. Una de las cosas que sobresale del libro es cómo Ojeda logra alcanzar diferentes registros de escritura, aunque temáticamente los cuentos apuntan a las obsesiones usuales de la autora; quizá por ello es difícil estar de acuerdo con los lectores sobre un texto que sobresalga sobre los otros. Para mí, bastaría la presencia del cuento: “El mundo de arriba y el mundo de abajo”, para incluir el libro en esta lista. Este cuento, que cierra la antología, retoma algunos de los elementos cosmogónicos de lo Inca, ya trabajado por Arguedas (el guiño en el título es explícito), y lo lleva a una experimentación elocutiva que mezcla las voces de los dioses, los vivos y los muertos en un crescendo que termina en una explosión de vitalidad a través de la palabra. Es uno de los mejores cuentos que leí en el año. También llama la atención el uso de una literatura cercana al body horror (uno de los cuentos incluso se llama slasher ) que incluye un terror que no solo está atado a lo sobrenatural o a las creencias de pueblos originarios (muy presentes en la obra y que se están trabajando mucho en la actualidad) sino a una literatura más cercana a Cronenberg o las películas serie B y a géneros propios del pulp. Si algo lamento del libro es la creación editorial de un subgénero que llamaron “realismo gótico” y que no hace más que esquivar la nomenclatura del terror (aunque esas son acciones extraliterarias que no afectan la escritura del libro).
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8. "Miles de ojos" de Maximiliano Barrientos (Bolivia).
Publicado por El Cuervo.
Después de haber escrito la increíble novela En el cuerpo una voz, el autor boliviano sorprendió este año una novela totalmente arriesgada, novedosa y misteriosa. En Miles de ojos, Barrientos crea una mixtura que inicialmente suena, al menos, particular: automóviles, Bolivia, Lovecraft, dromología, Mad Max y black metal. Con esta pluralidad de elementos, consigue crear una novela narrada en tres momentos históricos a través de los cuales crea un mundo que, tal como los autos de la novela, acelera en acción e imágenes hasta estrellarse en la palabra de lo inenarrable. Contada con una poesía que recuerda letras de canciones de black metal (con esas otras voces espectrales que siempre aparecen como formas del inconsciente), la novela parte del concepto de un motor maldito capaz de abrir un portal interdimensional que permitirá la entrada de un dios cósmico apocalíptico. Y este es solo el inicio de la novela; a medida que avanza, la narración entra en lugares en intermedios entre lo ominoso lo extraño, la acción y los problemas de la descripción de un mundo onírico y perverso. No es gratuito que Mariana Enríquez haya descrito este libro como “extravagante”, porque se trata de una novela excesiva, en el mejor sentido posible: Barrientos lleva al límite los temas que aborda y los entremezcla de tal manera que no puede haber un producto diferente a la belleza destructiva que produce un choque.
9. "Esta realidad no existe", Antología de Alexis Iparraguirre (Perú).
Publicado por Estruendomudo.
Este año fue también uno muy prolífico en antologías de ciencia ficción, principalmente en Perú. Además de las cuatro antologías del bicentenario publicadas por la editorial Pandemonium, sobresale Esta realidad no existe , libro con catorce autores y un prólogo de potencia manifiesta escrito por Alexis Iparraguirre que se planta una bandera de independencia contra el realismo hegemónico presente de manera casi ininterrumpida en la literatura peruana. En este libro aparecen desde autores consagrados y reconocidos en el género como Tanya Tynjälä o Carlos de la Torre Paredes, hasta reconocidos referentes de la ciencia ficción peruana como Jeremy Torres-Moreno o debuts literarios como el de Diego Cebreros Tamayo. Esta antología, pensada también como un homenaje a Harlan Ellison, pidió a los autores que construyeran cuentos que trataran de retar al género con preguntas que deformaran la realidad de manera original. El resultado es una amplitud temática y génerica que abarca desde un ciberpunk ubicado el Lima, un western futurista, distopías, space operas, juegos lógicos o retrofuturismos; con los cuales Iparraguirre muestra la potencia que ha tomado el género en Perú. Es una antología convertida en muestra histórica de lo que está produciendo en la actualidad y las obras que están por venir.
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10. "Un tlacuache salvó este libro del fuego" de Daniela L. Guzmán (México).
Publicado por Odo ediciones.
El primer libro de Odo ediciones se convirtió en una nueva forma de pensar no solo la dinámica editorial, sino la posibilidad de escribir ciencia ficción desde Latinoamérica. El libro de cuentos de Daniela L. Guzmán es una semilla que muestra algunos límites a los que puede llegar el género en el futuro: mezclas de campos de creación como lo kawaii, las culturas ancestrales, los videojuegos, las creepypastas, el sadomasoquismo, pokemón y las distopías clásicas; configuran una narrativa que está anclada en una generación que cuenta desde los hipervínculos. El libro de Guzmán se puede leer como la construcción de mundos donde se condensa la hipereferencialidad con el humor ácido y el Antropoceno con la virtualidad. Por otro lado, la autora juega con una estructura metaficcional que se construye desde un mundo apocalíptico en el cual la extinción y la arqueología archivística configuran un momento post-humano. En esta dinámica, los cuentos son leídos desde un futuro indeterminado por lo que el pasado se recupera como una mitología narrativa (a la manera en que lo hace Simak en Ciudad ). Así, la propuesta que enmarca los relatos es la de un encajonamiento narrativo hipersticional que potencia no solo los cuentos, sino el libro como unidad. Es un libro que se ubica en ese lugar límite donde confluyen las pestañas del navegador y que abre las puertas para un tipo de extrañeza que es muy original.
Como en toda lista muchos quedaron a la vera del camino por varias razones: ya había un título del autor en la lista, demasiados libros del mismo país, o simplemente diez siempre será un número muy pequeño para una producción tan amplia. De todas formas, son libros que formaron parte importante de la producción de este año 2021y vale la pena hacer un pequeño bonus a manera de recomendación lectora: está el increíble Tierra fresca de su tumba de Giovanna Rivero (publicado originalmente en 2020 pero con distribución en 2021) que formó parte de una gran cantidad de listas de lo mejor publicado en español, libro que es hermano espiritual de Pájaros de mal agüero de Stephany Méndez, con quien comparte la creación de ambientes de ominosidad extraña para hacer un raro cotidiano centrado en los detalles. También este año sobresale la novela Tierra Contafuturo de Luis Carlos Barragán que plantea una invasión extraterrestre inclinada al solarpunk, los libros de poesía El fin de la Era Farmacopornográfica de Paula Irupé Salmoiraghi (ciencia ficción) y Siamesas de María Belén Aguirre (terror) resultado del concurso del Fondo Nacional de las Artes. Y también este año resalto las reediciones de algunas obras imprescindibles para la ciencia ficción latinoamericana: Habana Undergüater de Erik Mota, relanzado por Indómita Luz, y dos relanzamientos de Mig21 editora: Trashpunk de Ramiro Sanchiz y El bosque que crece por las noches una antología de cuentos de Pablo Dobrini.
Y el género fantástico en Latinoamérica no para. Se anuncia la llegada a librerías de varios títulos que salieron hace poco y auguran un buen año 2022; libros como La vía del futuro de Paz Soldán o Trampas para bosques de la guatemalteca Marilinda Guerrero se presentan como los títulos más destacados al finalizar el año; de la misma forma, una novela experimental: Las extraterrestres de Juliana Borrero Echeverry (editado por Cajón de Sastre en Colombia) o Señales distantes de Antonio Vásquez (ganador del Premio Bellas Artes de Narrativa Colima), piden pista para convertirse en algunos de los grandes títulos por venir.
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* PhD en Literatura, docente universitario e investigador independiente. Con Editorial Planeta realizó las antologías Relojes que no marcan la misma hora (2017), Cronómetros para el fin de los tiempos (2017) y El tercer mundo después del sol (2021). Es editor general de Ediciones Vestigio; en 2022 se publicará su libro Cuerpos luminares con Filomena Edita.