Viajar al espacio y caer al vacío: reseña de la película Ad Astra

Ambientada en un futuro cercano, la película Ad Astra: hacia las estrellas propone un viaje por el vacío infinito del espacio exterior hasta el borde del Sistema Solar, a miles de millones de kilómetros de la Tierra, para comprender secretos que desafían la naturaleza de la existencia humana y nuestro lugar en el Cosmos.

Esta historia nos presenta a Roy McBride (Brad Pitt), un astronauta de élite que desde la primera escena del filme cae hacia el abismo de sus dudas e inseguridades, sentimientos que enterró durante décadas por la ausencia de su padre y las obsesiones que esa temprana pérdida detonó en su psique.

McBride cae desde una estación espacial ubicada en la estratósfera cuando esta sufre un grave daño en su sistema eléctrico, sobrevive de milagro solo para descubrir que estas anomalías afectan a todo el planeta Tierra y amenazan la supervivencia de nuestra civilización: inicia el viaje del astronauta, empieza la caída del hombre. Lea también: Antes de pisar la Luna, ya la conocíamos

Su travesía lo llevará a cruzarse de nuevo con su padre (Tommy Lee Jones), una figura ausente, pero de constante influencia a lo largo de este relato, que además plantea una respuesta inquietante a la pregunta: ¿estamos solos en el Universo?

El leitmotiv de Ad Astra nace de una famosa frase del escritor y científico británico Arthur C. Clarke:

Ya sea que no estemos solos en el universo o que sí lo estemos, ambas ideas son aterradoras”.
Su director, el cineasta James Gray, se refiere a esta película como “la representación más realista de un viaje espacial que se ha realizado en términos cinematográficos”. Le puede interesar: Monos: la misma historia sin contar lo de siempre

“Este filme no plasma ‘el’ futuro, es ‘un’ futuro. La historia no es necesariamente el futuro que creemos que va a suceder, no es una película predictiva, es solo una narración sobre lo que podría suceder si la exploración espacial continuara y si pobláramos la Luna, Marte y más allá”, comenta Gray.

En cuanto a la dimensión psicológica de la historia, Ad Astra se acerca a Interestellar (2014) de Christopher Nolan, llevando a los espectadores hacia lugares recónditos del espacio con paisajes y efectos especiales impecables mientras aborda temáticas introspectivas que llevan a la reflexión, como el existencialismo y la curiosidad por lo desconocido.

Por otro lado, la película también explora la idea de la presencia humana en otros planetas como una distopía. ¿Si se rompen las ataduras de la gravedad y el hombre conquistara otros planetas, se llevaría consigo sus defectos? Lea también: La nueva Cinemateca de Bogotá: un lugar de encuentro para los amantes del cine

En palabras del actor Brad Pitt:

Esa idea básica de los viajes espaciales, pero con grandes secuencias de acción, en realidad muestran una película muy interior de un hombre que cuestiona su lugar en el mundo, se cuestiona a sí mismo: ¿Por qué está aquí? ¿Quién es él? ¿Por qué seguir? ¿Por qué?”