En una sala repleta de estrellas de la talla de Steven Spielberg y Cate Blanchett, no había duda de que Cruise seguía siendo la mayor atracción: una multitud de simpatizantes, desde magnates de Hollywood hasta la premio Nobel Malala Yousafzai, hicieron fila para saludarlo durante todo el evento.
El actor estadounidense está nominado este año como productor de "Top Gun: Maverick", que también protagoniza. La película se considera cada vez más candidata al Óscar a mejor película, el premio más prestigioso de Hollywood.
"Ha sido increíble (...) Solo quiero que la gente vaya a los cines", dijo Cruise a la AFP. "Pero esto es precioso", admitió, señalando el salón de baile del Beverly Hills, repleto de nominados al Óscar y votantes de la Academia, y equipado con estatuillas doradas gigantes y barras abiertas de champán.
La 95ª edición de los Óscar se celebrará el 12 de marzo. Y este año, los votantes de la Academia otorgaron varias nominaciones a éxitos de taquilla como "Maverick", "Avatar: El camino del agua" y "Pantera Negra: Wakanda por siempre", lo que da esperanzas de que las audiencias televisivas de los Óscar repunten de nuevo. "Los dioses de los premios nos han sonreído, no hay nada que podamos hacer al respecto", bromeó Glenn Weiss, que vuelve a producir la ceremonia de transmisión de los Óscar del mes que viene.
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Respuesta "inadecuada"
Durante su discurso en el almuerzo, la presidenta de la Academia, Janet Yang, también reiteró su deseo de dejar atrás la polémica "sin precedentes" del año pasado, cuando Will Smith abofeteó a Chris Rock en directo en el escenario de los Óscar antes de ser expulsado. "Lo que ocurrió en el escenario fue totalmente inaceptable. Y la respuesta de nuestra organización fue inadecuada", dijo.
A Smith se le permitió permanecer en los Óscar y aceptar su premio al mejor actor tras el incidente con Rock, y más tarde se le prohibió asistir a los premios de la Academia durante una década. La Academia debe responder "de forma compasiva y decisiva" en tiempos de crisis, dijo Yang, entre aplausos.
Tras el almuerzo, se leyeron los nombres de los 182 nominados, además de los directores que representaban a sus países en la categoría de mejor película internacional. La película de ciencia ficción "Todo en todas partes al mismo tiempo", favorita de muchos expertos para el premio a mejor película, obtuvo el mayor número de nominaciones este año con 11, y su reparto recibió muchos de los vítores más sonoros el lunes. Colin Farrell y Austin Butler, nominados a mejor actor y protagonistas de sus rivales en la categoría de mejor película "Los espíritus de la isla" y "Elvis", también arrancaron estridentes vítores.
Sueño americano
Andrea Riseborough se hizo notar por su ausencia el lunes. Obtuvo polémicamente una codiciada nominación a mejor actriz tras una intensa campaña de última hora en las redes sociales montada por destacadas celebridades.
Pero entre los nominados presentes estaba Kazuo Ishiguro, nominado por escribir el guión del drama británico "Living", unos cinco años después de que ganara el premio Nobel de Literatura en Estocolmo. "Esto es muy diferente (...) Esto es como una versión del sueño americano. Mucha gente sueña con estar aquí", dijo. "Los Óscar se parecen más a unas elecciones: hay mucha más campaña" que para otros premios famosos, añadió.
Su compañera galardonada con el Nobel, la activista paquistaní Malala Yousafzai, asistió en calidad de productora ejecutiva de "Stranger at the Gate", un corto documental sobre un marín veterano estadounidense que conspiró para volar una mezquita en su ciudad natal. "Es surrealista", dijo a la AFP tras conocer a Cruise. "Lo he visto en la pantalla y ahora lo veo en persona".
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