"La mayoría de la gente en Europa está cansada de escuchar siempre los mismos problemas en Afganistán y además surgen otros como la guerra en Ucrania o la crisis energética y Afganistán se queda un poco olvidada, pero con esta película queremos recordar que esos problemas no han desaparecido", asegura.
Basada en la novela "Frišta" de Petra Procházková e inspirada en las vivencias de esta periodista checa, la película narra la historia de una joven europea que se enamora de un afgano y se marcha a vivir a Kabul, con todo lo que eso conlleva.
Son los años posteriores al derrocamiento del régimen talibán a raíz de la invasión estadounidense y parte de la familia que acoge a la protagonista es relativamente progresista, pero aún así el choque cultural es total.
El final, esperanzador, se antoja escalofriante a la luz de lo ocurrido en agosto de 2021, cuando los talibanes volvieron el poder. "Cuando estábamos terminando la película, a finales de 2020, la situación ya era complicada pero nada indicaba que iba a dar ese vuelco que al final dio", señala Pavlatova, que reconoce que se plantearon cambiarlo, pero finalmente decidieron mantenerse fieles al libro.
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Nominada al Óscar por el corto "Reci, reci, reci" (1991) y premiada en festivales como Annecy en Francia, el más importante de animación, y Berlín, Pavlatova proyectó por primera vez "My sunny maad" en el festival de Karlovy Vary en República Checa, en agosto de 2021, coincidiendo con el asalto al poder de los talibanes y las evacuaciones de Afganistán.
"Pasamos mucho miedo por la gente con la que habíamos colaborado y teníamos una sensación rara, no sabíamos si celebrar la buena acogida de la película cuando los que habían colaborado en ella estaban en peligro de muerte", explica, "pero ellos nos decían que la película les daba fuerza y alegría en esos momentos difíciles".
Vea aquí el tráiler subtitulado de "My Sunny Maad", (2021) aquí
Empatía del espectador
En "My sunny maad" Pavlatova se propone conseguir la empatía del espectador, pese a las grandes diferencias culturales, y muestra cómo la incomprensión afecta a la propia protagonista y a los trabajadores humanitarios que trabajan sobre el terreno.
"La gente occidental entiende mejor los problemas de Ucrania que los de Afganistán, lo que queríamos es ir más allá de las diferencias y mostrar que son personas que llevan una vida normal, sus amores, sus problemas cotidianos, la cultura afgana no es tan ajena como podríamos pensar", comenta.
Pavlatova hizo toda la película desde Praga, con ayuda de referencias en internet de fotos y vídeo, con la colaboración de la autora de la novela y de una consultora afgana, pero las voces de los actores afganos se grabaron en Kabul.
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Consciente de que para gran parte de las jóvenes occidentales de hoy es difícil entender que una mujer pueda dejarlo todo por amor para irse a Afganistán, ponerse un burka y aguantar ciertas situaciones, Pavlatova subraya que esa era la historia original y quisieron respetarla.
Procházková, periodista especializada en conflictos internacionales, vive actualmente en la República Checa, junto a su marido afgano y la familia de él, y está cubriendo el conflicto en Ucrania, en concreto los niños ucranianos "secuestrados" por Rusia, explica Pavlatova.
La directora, tras los seis años dedicados a esta película, ya ha empezado a trabajar en la siguiente, que se llamará "El tranvía nocturno", tendrá como protagonista a la conductora de ese tranvía y será más "personal", ya que hablará sobre mujeres que han cruzado la barrera de los 50. Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.