La historia de amor entrañable entre un hombre viudo, Martín Santomé, quien lleva una vida rutinaria y está a punto de jubilarse, y la joven Laura Avellaneda, recién llegada a su oficina, fue publicada en 1960 por Benedetti como un diario envuelto en una atmósfera de absoluta cotidianidad ambientada en la Montevideo de finales de los 50.
Casi 15 años después de su creación, el hasta entonces actor y director teatral Sergio Renán (1933-2015) se propuso llevar a la gran pantalla ese romance hoy ya inmortal, que vence dificultades familiares y la diferencia de edad de sus protagonistas, y lo convirtió en el primer filme de su prolífica carrera tras las cámaras, contando para ello con el beneplácito del propio Benedetti.
El realizador entrerriano también fue guionista y, además, contó con un elenco de lujo: como protagonistas Héctor Alterio y Ana María Picchio -16 años de diferencia entre ellos frente a los 25 de la novela-, y nombres como los de Luis Brandoni, Marilina Ross, Antonio Gasalla o Norma Aleandro como secundarios.
Pese a todo, fue una pequeña producción, como explicaba Picchio en 2020 en una entrevista con el diario La Nación, en la que reconocía que "absolutamente todos" los actores cobraron un "mínimo" ingreso y que filmaron en unas oficinas vacías de Aerolíneas Argentinas.
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Según rememora la actriz en esa charla, "se estrenó un día de lluvia" y, cuando terminó la proyección, "la gente empezó a aplaudir estruendosamente", lo cual le provocó tal impacto que, al recibir saludos de la gente que la reconoció, se cayó al suelo.
La distribución fue escasa, hasta el punto de que el estreno fue "en una sala de segunda categoría sobre la calle Lavalle", en el centro de Buenos Aires, explicó Brandoni -Esteban Santomé, el primogénito del protagonista- en un coloquio en Buenos Aires en 2018, en el que reconoció que los exhibidores no la querían "porque era muy triste". Pero el público eligió esa tristeza para traducirla en éxito.
El propio Brandoni rememoraba que en aquella época se colaba en las salas de cine "para ver la reacción de los espectadores" y la recomendación era la siguiente: "Tenés que verla, no sabés cómo vas a llorar".
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De la tristeza a los Óscar
Aquel 'deseo' de llorar supuso que 'La Tregua' hoy siga situada entre las diez películas más taquilleras de la historia del cine argentino, una exclusiva nómina liderada por 'Relatos salvajes' (2014) y que tiene a la ganadora de un Óscar 'El secreto de sus ojos' (2009) en séptimo lugar.
Precisamente, los premios de la Academia de Hollywood fueron el siguiente hito para la película de Renán, ya que inauguró en 1975 el idilio del cine argentino con la meca del celuloide.
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'La Tregua' fue la primera película argentina y segunda de Suramérica en ser nominada al Óscar a Mejor Película Extranjera, después de la brasileña 'El pagador de promesas' (1962).
Después llegarían otras ocho nominaciones, pero especialmente los 9 galardones obtenidos, dos en la categoría de Mejor Película Internacional -'La historia oficial' (1985) y la ya citada de Juan José Campanella- y siete más en distintas categorías.
No obstante, la bella -y triste- historia de amor entre Santomé y Avellaneda, que en 2020 fue adaptada al ballet en Uruguay de la mano del coreógrafo español Igor Yebra y los uruguayos Gabriel Calderón (dramaturgia) y Luciano Supervielle (música), entre otros, no logró en su versión cinematográfica alcanzar la estatuilla dorada al caer ante 'Amarcord', del italiano Federico Fellini.
Como citó Picchio en su entrevista con La Nación, la química entre los protagonistas quedó "para siempre", como pudo verse en 2023, cuando se reencontró con Alterio en Buenos Aires, con motivo del viaje que el veterano actor hizo para despedirse de los escenarios de su ciudad de origen.
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Sentados en un café, revivieron a los 'Santomé' y 'Avellaneda' que hablan por teléfono por el cumpleaños de Alterio y que quedaron inmortalizados en una película que tornó la tristeza en éxito y llevó a Argentina a los Óscar.
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