Estas 32 obras que se podrán ver en la Galería Duque Arango, deben considerarse una breve antología de la producción de David Manzur, artista que desde muy joven ha trabajado sin pausa, experimentando con la forma sobre el soporte plano.
“Aunque faltan obras de algunos períodos, el recorrido por la muestra informa sobre importantes temas y momentos por los que ha transitado en su vida de artista desde 1973 hasta 2022. Se trata de una selección muy variada que muestra obras de las series de Las Ciudades Oxidadas, Los Caballos, Las Meninas, de instrumentos musicales, naturalezas muertas, y unas pinturas muy bellas y de sus más recientes creaciones con personajes femeninos”, menciona la critica de arte, historiadora y curadora venezolana, Bélgica Rodríguez.
Manzur, con su obra entrega al espectador y a la historia el arte de América Latina, la grandeza del compromiso del hombre con su vida, con su arte y con este continente, en especial con su Colombia natal, siempre cuna de sus raíces. Su vasta cultura y compleja personalidad hacen de él uno de los más completos artistas plásticos creadores de América Latina quién en 2019 fue condecorado con la Gran Cruz de la Orden de Boyacá, máxima condecoración de la República de Colombia.
Nació en Caldas, Colombia; vivió en África y en Europa en donde experimentó los horrores de la guerra civil española y de la segunda guerra mundial, circunstancias que, junto a su paso por la música, la literatura y su paso por el teatro (aunque breve pero exitoso), marcaría la manera de abordar la figura y el espacio.
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De Europa viaja a los Estados Unidos, en Nueva York experimenta el apogeo del arte abstracto, estudia en el Art Students League y el Instituto Pratt; en Chicago (1966), es asistente del artista neoplasticista, óptico y cinético, Naum Gabo, cuya influencia se nota en sus trabajos de los años sesenta y setenta, cuando experimenta con maderas, hilos de alambre, en ensamblajes en los que el juego de luces y sombras crea volúmenes virtuales, posteriormente e influenciado por el barroco español, Manzur empezó una nueva etapa de su obra figurativa donde resaltan la naturaleza muerta, la transverberación de Santa Teresa, la figura e historia de San Sebastián y principalmente, el uso del caballo en diversas situaciones.
“Estudiando profundamente los períodos clásicos, se ha apropiado de espacios, tiempos y formas del barroco español, de los pintores realistas norteamericanos, también del renacimiento y otras tendencias, para generar un trabajo inédito en el que una fenomenología de la condición humana marca su figuración con Las Meninas de Velázquez, con la obra de Paolo Ucello, de Rembrandt, de Zurbarán, en situaciones que determinan una observación sistémica y el estudio planificado del tema elegido, sean los caballos, paisajes urbanos oxidados o, el martirio de San Sebastián”, dice Bélgica Rodriguez.
Le recordamos que la exposición estará disponible en la Galería Duque Arango en El Poblado, Medellín y que podrá verla del 15 de julio al 15 de septiembre.