En un episodio especial de The A24 Podcast, los actores Jason Schwartzman y Adrien Brody, viejos amigos y colaboradores frecuentes de Wes Anderson , se embarcaron en una conversación sincera y emotiva. Durante la charla, exploraron temas que iban desde la identidad cultural hasta la experiencia cinematográfica, todo en un ambiente cálido y lleno de admiración mutua.
La libertad de la interpretación
Brody elogió a Schwartzman por su desempeño en la película Queer , destacando la libertad con la que se desenvolvió en el papel. "Eras irreconocible al principio, te entregaste completamente", afirmó Brody, resaltando la diferencia con los trabajos realizados junto a Wes Anderson, caracterizados por su especificidad estilística.
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Schwartzman, a su vez, mostró su admiración por la actuación de Brody en The Brutalist, comparándola con un atleta en su mejor momento: "Es como cuando alguien tiene un juego histórico, algo verdaderamente excepcional". La estructura de la película y la manera en que el personaje de Brody enfrenta los desafíos de la vida dejaron una huella imborrable en Schwartzman.
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Memorias de familia e identidad
La conversación derivó hacia los orígenes familiares de Brody, cuyo abuelo húngaro escapó de la guerra en 1956 y enfrentó enormes desafíos como inmigrante en Estados Unidos. Brody recordó cómo su abuelo luchó por encontrar trabajo debido a su fuerte acento, e incluso conservó antiguas grabaciones de sus intentos por obtener empleo. "Era un hombre carismático, pero el idioma siempre fue un obstáculo", reflexionó.
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Por su parte, Schwartzman compartió recuerdos de sus abuelos polacos, quienes utilizaban el Scrabble y un gigantesco diccionario para perfeccionar su inglés. "Mi abuelo siempre decía: 'Búscalo', y así aprendí el valor de las palabras".
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El arte como legado
Ambos actores reflexionaron sobre el legado artístico que esperan dejar atrás. Brody, influenciado por su madre, la reconocida fotógrafa Sylvia Plachy, expresó su deseo de que su trabajo genere conversación y trascienda. "¿Qué dejamos detrás? ¿Cómo nuestras obras se relacionan entre sí?", se preguntó.
En un momento particularmente conmovedor, Brody confesó cómo la experiencia de interpretar a László Tóth en The Brutalist le permitió conectar con la historia de su abuelo y valorar su propio privilegio como actor estadounidense. "Podría haber nacido en Hungría, luchando por dominar un acento para encontrar un papel", dijo con humildad.
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Reflexiones sobre el cine
Ambos actores analizaron cómo el cine captura la esencia de un personaje. Schwartzman resaltó las largas tomas en The Brutalist que muestran a los personajes caminando de un lugar a otro. "El proceso de llegar a un sitio es parte de la historia", afirmó.
Finalmente, la entrevista concluyó con una nota cálida cuando Schwartzman mencionó a la madre de Brody, recibiendo con entusiasmo sus saludos. La conexión entre ambos actores, construida a lo largo de los años, resultó evidente en cada anécdota y reflexión compartida.
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