El Poder del Perro es una adaptación de la novela homónima del novelista estadounidense Thomas Savage que fue publicada en 1967. Jane Campion, la directora de la película, adaptó el guion y lo convirtió en uno de los filmes más aclamados de este último año.
Es 1925, Phil Burbank (interpretado por Benedict Cumberbatch) y su hermano George (Jesse Plemons) tienen un terreno ganadero en el Medio Oeste de Estados Unidos, el negocio funciona desde comienzos de siglo y ellos son quienes liderean los arreos de la zona. Los hermanos son como el agua y el aceite, sin embargo, han levantado su nombre como una de las mejores haciendas en la industria. Por otro lado, Rose (Kirsten Dunst) y su hijo Peter (Kodi Smit-McPhee) trabajan en una posada cerca de los ranchos y es allí donde comienza una cruel guerra familiar que desatará el caos.
Rose y George entablan una relación y al poco tiempo se casan, Phil no está de acuerdo con la decisión de su hermano y emprende como misión hacerle la vida imposible a su nueva cuñada. En el verano, Peter visita a su madre en el rancho de los Burbank y todos los vaqueros hacen cometarios acerca de su aspecto "afeminado" y "delicado". Sintiendo la ausencia de su esposo y la presión familiar, Rose se sume en el alcohol y tiene comportamientos delirantes que preocupan a Peter.
Después de que Peter descubre el profundo secreto de Phil, los dos empiezan a tener una relación amistosa extraña, parecida a la que tuvo Phil con su mentor y mejor amigo de la juventud, Bronco Henry.
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En este filme se ve reflejada la idea de masculinidad que primaba en la zona oeste alrededor de los 1900 y, al mismo tiempo, da un contraste abrupto con el personaje de Peter quien rompe con la visión de los vaqueros hechos hombres que montan caballo y arrean el ganado de manera tosca. Esto da a entender la identidad reprimida que tenía Phil, tal vez, por el imaginario que en algún momento su círculo social creó y en el que se quedó enfrascado hasta el final.
Por su lado, la figura de Rose es de una mujer mártir a quien el abandono la ha llevado a sumirse en el dolor y la preocupación. Cabe rescatar que Kirsten Dunst, quien le da vida a este personaje, hizo un trabajo impecable y retrató las facetas del alcoholismo que asechó a Rose a lo largo de la película.
La nominada al Óscar mostró desdén e incertidumbre y dejó preguntas que no tendrán respuesta; erizó los vellos de más de un espectador con sus primeros planos y expresiones vivas y trajo a la vida un personaje que causó confusión y desconfianza, pero reafirmó la importancia de este tipo de dramas en la pantalla, historias que fueron contadas hace años y que merecen ser recordadas.
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