El sonido de una suave llovizna y pájaros cantando es el ambiente que desde este 18 de septiembre y hasta febrero del 2025 harán parte de la nueva exposición de la artista Ana González, quien después de ocho años regresa con su arte a la ciudad para rendir un tributo al agua como elemento sagrado y de urgente preservación.
En su retorno a la ciudad, la artista bogotana cuenta que para ella esta instalación “es como un homenaje a esta tierra que me vio crecer. Para mí era muy importante hacer un pagamento, como dicen los indígenas, y qué mejor que escoger el tema que más nos afecta a todos en este momento, el agua”.
A través de un recorrido por la sala de arte Bancolombia, en el centro de Bogotá, González expone con sus técnicas de pintura, cerámica y sublimación textil un recorrido por los elementos de la naturaleza que abrazan el agua, la salvaguardan y se la entregan a la tierra.
En el centro de la sala está dispuesta una media luna, que en su cara interior alberga nueve fotografías de distintos puntos del Parque Nacional Natural Chingaza, ubicado en la cordillera Oriental, a menos de dos horas de la ciudad. De estas imágenes se desprenden hilos, miles de hilos, en los que poco a poco va desapareciendo el Chingaza.
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“Cuando me ofrecieron exponer en esta sala pensé que sería muy bonito hablar de lo que es el páramo, del parque de Chingaza, nuestra fuente de agua que pasa por millones de habitantes y después sale muy contaminada hacia el río Magdalena”, explica González y agrega que la intención “es poner un punto de interés en un lugar tan virgen, como lo es Chingaza y cómo esa agua se está acabando, cómo estamos teniendo que reducir el consumo porque no da para más”.
Para preparar la exposición, para González fue necesario visitar el Chingaza, no por primera vez, pero en esta ocasión con la intención de hacerle un tributo desde su arte. Recuerda que esta experiencia “fue muy bonita porque le pedí al parque y a la naturaleza que me abrieran las vistas más bonitas para mostrar lo que tenemos que proteger”.
Frente a esta escena, titulada Serranías del Dios de la Noche, los visitantes podrán apreciar Monte y laguna, una tela que se derrama sobre el suelo con un paisaje que se desvanece entre los hilos, pero que en esta ocasión está bajo un racimo de dieciocho cerámicas suspendidas que representan la relación milenaria entre abejas y flores.
Este espacio, que hasta ahora se presenta como un escenario de luces bajas, contrasta con el respaldo de la media luna, la que la ciudad vista a través de los ventanales se integra con la exposición, dejando todavía más claro el mensaje de conservación, enfrentado dibujos de flores que atraen el agua con las canteras y montañas ahora amarillas en el fondo del paisaje.
“Para mí es muy importante que esta exposición la vea gente joven, los niños y niñas, ojalá las universidades y colegios, porque creo que es algo que debe entrar en nuestro ADN. Si a todos nos llevaran de pequeños al Chingaza y a entender cómo nace el agua, la trataríamos de otra manera; en Chingaza hay oro, pero el oro real ahí es el agua”, agrega la artista.
Por su parte, Rafael Londoño, curador de esta exposición, señala que “a través del poder evocador del arte, González busca despertar acción y conciencia, recordándonos nuestra responsabilidad de proteger estos ecosistemas vitales”.
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El trabajo de González podrá ser apreciado hasta febrero de 2025 de manera gratuita en la Sala de Arte Bancolombia, ubicada en el piso 4 de la Torre Atrio, calle 28 N° 13A-75 en Bogotá. Los horarios de visita serán de martes a viernes en horario de 10:00 a.m. a 1:00 p.m. y de 2:00 p.m. a 5:30 p.m., o los sábados, de 10:00 a.m. a 1:30 p.m.
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