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Lo peligroso de censurar una investigación periodística

La periodista Laura Ardila denunció en una columna de opinión que la Editorial Planeta desistió de publicar su libro "La costa nostra", una investigación sobre el clan Char. Ardila asegura que en ningún momento del proceso editorial Planeta presentó algún tipo de duda o temor frente a la publicación del libro. Que, todo lo contrario, siempre se mostraron atentos y alentadores frente a cada avance que presentaba la periodista.

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Laura Ardila lleva más de diez años investigando periodísticamente al poder en el Caribe colombiano.

Este 9 de julio, la periodista Laura Ardila publicó en el diario El Espectador una columna de opinión que tituló El libro sobre los Char que Planeta censuró. En ella, la periodista que ha centrado su labor en investigar y trabajar temas de poder en la costa Caribe, cuenta cómo la Editorial Planeta decidió cancelar la publicación de su libro donde cuenta las operaciones y movimientos del clan Char. Así inicia el texto: “A fines de 2020, le presenté a Planeta una propuesta para publicar un libro sobre los Char de Barranquilla. En un documento de cinco páginas, detallé a esa editorial mi idea de contar la historia del clan político más poderoso de Colombia y sus contratistas aliados, y me presenté como la periodista que desde 2015 viene cubriendo desde terreno sus movidas”.

Ardila asegura que en ningún momento del proceso editorial, Planeta presentó algún tipo de duda o temor frente a la publicación del libro. Que, todo lo contrario, siempre se mostraron atentos y alentadores frente a cada avance que presentaba la periodista. Para la escritura de la investigación, Ardila contó con la revisión de Juanita León, directora del medio La Silla Vacía, donde trabajó durante una década escribiendo sobre “cómo funciona el poder desde la región Caribe”. Además, Ardila solicitó que la fundación El Veinte, defensora judicial de la libertad de expresión y prensa, y su directora, la abogada y columnista, Ana Bejarano, realizaran una edición legal al manuscrito.

Según la periodista, todo estaba listo para la impresión del libro que tituló La costa nostra. Ya estaba su portada, diagramación y edición final, solo bastaba su impresión. Pero todo tomó un rumbo diferente cuando la directora editorial de Planeta para la región Andina, Mariana Marczuk, la citó en su oficina y le comunicó que el libro no se publicaría. “La corporación (…) no quiere asumir el riesgo legal de una eventual demanda por daños morales. Aseguran que enviaron el manuscrito a una revisión de su departamento legal en España y fue allá que dispusieron eso”.

Después de dicho encuentro, la editorial di por terminado el contrato y, al mismo tiempo, “dejó libre” la historia para que sea publicada en otra parte. Sin embargo, esto resulta ser un caso peligroso para el futuro. Otras investigaciones periodísticas que aborden temas coyunturales, sobre el poder, la corrupción y los entramados delincuenciales del país pueden verse repercutidas por esta decisión precedente. Investigaciones consolidadas, con peso legal y transparentes no deberían verse opacadas y censuradas por miedos corporativos. Sobre todo, si su información es determinante, como en este caso, para el presente político de toda una nación.

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Esto escribió Ardila sobre ese punto: “Hago pública esta historia porque creo que no solo es lamentable, sino que es de absoluto interés público que una investigación periodística relevante no pueda ver la luz. Los ciudadanos pierden cuando no pueden acceder a la información. Considero, también, que es un mensaje duro que puede inhibir a otros colegas que estén pensando en proyectos similares para cubrir el poder”.

Algunos periodistas, como María Jimena Duzán, cuestionaron la decisión de Planeta, la Fundación para la libertad de prensa (FLIP) también se pronunció al respecto: “La medida tomada por Planeta es lesiva y afecta la divulgación de una investigación de interés de la ciudadanía”. Ardila intentó recibir explicaciones de la editorial, pero según ella no ha recibido ninguna notificación “le he preguntado a la Editorial Planeta si en algún momento recibió algún tipo de presión para no publicar el libro, pero no me han contestado aún”.