Con el avance del plan de vacunación en todo el territorio nacional, las medidas se han ido flexibilizando para contribuir a la reactivación de los distintos sectores. Si bien, ha sido una noticia esperada por toda la sociedad, para el sector cultural ha llegado como un último respiro al ser el campo más golpeado en medio de la contingencia sanitaria, los primeros en cerrar y los últimos en regresar. En el caso de Bogotá, la alcaldesa Claudia López anunció la apertura total, gradual y definitiva que se llevará a cabo entre el primero de noviembre y el primero de enero. Así, desde el pasado 16 de noviembre los aforos para eventos culturales y de entretenimiento serán del cien por ciento.
Por su parte, la Alcaldía de Medellín presentó el Decreto 0885 de 2021 que "permite oficialmente el aforo del 100 por ciento para eventos públicos y privados en la ciudad como conciertos, certámenes deportivos, obras de teatro, congresos, ferias, exposiciones y actividades de baile en discotecas". Además, el Alcalde de la ciudad, Daniel Quintero, aseguró que la inmunidad de rebaño que alcanzó la ciudad sería la entrada a contemplar el retiro del tapabocas en los diferentes eventos: “Estamos avanzando muy bien en la vacunación, lo que permitiría que en tres semanas aproximadamente logremos una inmunidad de rebaño, que podría estar acompañada de buenas noticias como el no uso de tapabocas en el espacio público abierto cuando alcancemos ese punto”, dijo el mandatario en rueda de prensa.
La presentación obligatoria del carné de vacunación es una exigencia compartida por ambas ciudades. Sin embargo, hace falta revisar de manera detenida la forma en la que está planeada la reactivación que parece ignorar las particularidades del sector, como los escenarios, procesos y necesidades de los artistas. Hablamos con Sergio Restrepo, Coordinador del Claustro Comfama, sobre la inequidad en la reapertura del sector Cultural en Medellín.
¿Qué tanta participación han tenido los gestores culturales en los protocolos de regreso?
Publicidad
La reapertura del sector cultural realmente ha sido injusta e inequitativa. Los centros culturales fueron los primeros que tuvieron que cerrar y aún siguen sin abrir completamente, pero las iglesias, los cultos, los aviones, los comercios, los bares, incluso los centros comerciales tuvieron un tratamiento absolutamente diferente a los teatros. Hoy, mientras los domingos de culto están completamente llenas, es un tránsito tranquila y libre, a nadie le han pedido el carnet de ingreso como están hoy solicitando en los teatros.
Los aforos fueron controlados y su regreso fue muy retardado. El teatro, en algunas ciudades, tenía unos ahorros a través de un parafiscal que es la Ley de Espectáculos Públicos y para generar recursos para la pandemia, el Estado no puso dinero de otras áreas, sino que hizo uso de estos recursos que eran para la dotación, compra o construcción de los teatros. Retrasamos la posibilidad el crecimiento de la infraestructura cultural".
¿Los apoyos y presupuestos han ido orientados a las mejoras de los centros culturales y los artistas?
"Existen alguna leyes existen, unas conquistas del sector cultural, público y privado, la ley de espectáculos públicos, la Ley de Economía Naranja, la Ley del Cine que generan unas posibilidades importantes para el sector . Hoy vemos, más o menos, cómo se utilizaron esos recursos que recaudamos colectivamente para el mejoramiento de las salas cine, la promoción, el desarrollo de la industria cinematográfica, para la escritura para pantallas, para la producción, postproducción y distribución de las películas más lentamente, porque incluso el recaudo de las salas de cine va mal.
Los recursos producto de esta ley de pago, un impuesto del 10% de las taquillas superiores a 2, se utilizó también en medio de la pandemia. En vez de poner más recursos, subir ese 0.16% del presupuesto nacional siquiera el 2%, de hacer una puesta en los territorios y subir ese presupuesto en los entes territoriales, hemos gastado esos ahorros que eran para el desarrollo de la industria del teatro y la cinematografía.
Publicidad
Lastimosamente seguimos con un paupérrimo presupuesto, no hemos valorado la cultura como la esencia de lo que somos y como una necesidad física del ser hermano, un derecho fundamental básico y realmente, hay que decirlo claramente, no hemos visto un recurso dirigido al mejoramiento de los centros culturales de los artistas y cada vez los tenemos más en la informalidad".
¿Qué respuestas les han dado sobre los aforos completos?
Hoy nos están planteando un aforo del 100% con un decreto que nos pone en la consideración de tener la posibilidad del ingreso total a las salas con un metro distancia entre espectador y espectador, ya de por sí reduciría ese aforo del 100%, y pidiendo el carnet de vacunación entonces. Sabemos que un porcentaje importante de la población no se ha vacunado y creemos que hay que estimular el proceso de vacunación qué, tal vez, es lo único que nos pueda llevar a superar esta pandemia, pero creo que está haciendo en equitativo. Los centros comerciales, los lugares de oración, no tiene las mismas condiciones que estamos poniendo en la sala de los teatros.
Publicidad
Como parte del mundo del teatro, ¿la reactivación está siendo efectiva o no?
Hay una realidad compleja. Yo tengo que decir que hemos recibido un público ansioso de volver a la salas, el Festival de Teatro Comfana San Ignacio, vendió sus boletas completas, estuvo más que al tope de lo que podíamos en ese momento y creo que estamos teniendo un regreso a las salas, pero no ocurre igual en todos los teatros. Lastimosamente la realidad es compleja y difícil, algunos teatros están en aforos muy muy bajos y el recurso que invirtió para poder paliar la realidad de la pandemia, sobre todo en temas médicos o de salud y de empleo, hizo que se pudiera haber reducido de manera importante los recursos para la gestión de los centros culturales. Adicional a eso no hay un rubro adicional del estado y si en cambio, un costo sostenido por más de un año de confinamiento.